Biotecnólogos, nanotecnólogos e ingenieros se unieron para dar forma al NANOPOC, un dispositivo que detecta enfermedades de manera rápida. La innovación fue destacada por su aporte a la salud y sus creadores analizan nuevas variantes.
Un consorcio conformado por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el Instituto Nacional Tecnología Industrial (INTI) y las empresas Agropharma Salud, BioChemiq y AADEE, desarrolló el NANOPOC, un kit de diagnóstico que sirve para detectar, en el lugar y de manera casi instantánea, enfermedades infecciosas como el síndrome urético hemolítico (SUH), dengue, chagas y VIH. Además, también sirve para determinar brucelosis y aftosa en animales.
Diego Comerci es doctor en Biología y director del equipo del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH) de la UNSAM, que aportó el conocimiento en biología y biotecnología al equipo de trabajo. «Es un proyecto que surgió dentro del ámbito científico nacional y permitió generar una asociatividad público-privada. Es algo bastante novedoso en ese aspecto. El desafío fue empezar a generar un programa científico basado en una plataforma tecnológica multidisciplinaria, donde convergieran la biotecnología, la nanotecnología y la microelectrónica», comenta Comerci.
Si bien la plataforma venía dando resultados esperanzadores, el proyecto que sobresalió por su impacto -y que logró los fondos necesarios para su realización- fue el NANOPOC. La iniciativa contó con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través del programa FONARSEC y recientemente recibió el primer premio en la categoría Equipamiento Médico y la principal distinción del concurso INNOVAR 2014, el galardón entregado cada año por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación (Mincyt).
En su nombre, el dispositivo sintetiza la innovación, producto del tamaño de sus componentes (NANO) y la velocidad para dar una respuesta en el lugar en que se lo utilice (POC , del inglés points of care, o «en el lugar de cuidado del paciente»). Su funcionamiento es similar al del sistema para la detección de embarazos. Compuesto por una tira reactiva que contiene anticuerpos absorbidos a una membrana, al ser mojados por la muestra del paciente detecta la presencia de toxinas.
La innovación más importante a nivel tecnológico está en el tipo de molécula utilizada para detectar las toxinas, desarrollada conjuntamente entre la UNSAM y la Universidad de Alberta de Edmonton, Canadá. «Nosotros desarrollamos un nuevo tipo de moléculas aplicadas a diagnóstico muy novedosas a nivel mundial y que hemos patentado, pero pensando en los objetivos originales que nos habíamos propuesto, que eran chagas y brucelosis. Allí nos dimos cuenta que este tipo de molécula podía servir también para diagnóstico, por ejemplo, de diarreas», señala Comerci.
De esta manera, surgió otro proyecto conformado por el Instituto Malbrán, la firma Inmunoba y la UNSAM para el desarrollo de nuevas técnicas diagnósticas para el SUH. «Es un típico caso de proyecto spin off que surge de la plataforma más allá del objetivo original, pero justamente lo que permite la plataforma es eso. Por eso nos interesaba el NANOPOC «, explica el especialista.
Actualmente, el dispositivo se encuentra en un proceso de transferencia al sector productivo. En esta etapa pre comercial, los esfuerzos están destinados al desarrollo de prototipos y ensayos de validación. «Lo que me interesa ahora es tratar de generar otro tipo de desarrollo con esta plataforma. Podríamos ponerle, a este tipo de tiras reactivas, electrodos o microelectrodos impresos en papel con tintas descartables, algo que la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN) ya está empezando a explorar. Así podríamos generar una convergencia interesante entre la tecnología de diagnóstico bioquímica combinada con la microelectrónica en papel descartable. Uno podría tener casi una computadora, un procesador, impreso en una servilleta», aventura Comerci.
17 feb 2015
Temas: Biotecnología, Innovar, INTI, MINCyT, Nanotecnología, UNSAM