La innovación no vive de prestado

Los instrumentos de estímulo a la innovación que otorga el MINCYT a través de la Agencia reemplazarán los aportes no reembolsables por créditos, pese a que estudios del propio organismo destacan su valor. Según los especialistas, la decisión tendrá un impacto negativo en un sector empresario con gran aversión al riesgo. Los subsidios también serán eliminados para las firmas que integren consorcios con el sistema científico-tecnológico.

Por Bruno Massare  
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Agencia TSS – Era un secreto a voces pero la reunión que tuvieron varios representantes de las Unidades de Vinculación Tecnológica (UVT) con funcionarios del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) terminó por confirmarlo: se terminaron los subsidios a la innovación para las empresas que otorga la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Agencia), que serán reemplazados por distintos instrumentos de crédito.

El diagnóstico que motivó la medida es un misterio –TSS se comunicó con el MINCYT y respondieron que todavía no pueden brindar precisiones al respecto– pero algunos recuerdan que un alto funcionario del Gabinete nacional preguntó hace un tiempo: ¿Por qué les estamos dando plata a las empresas? Sin embargo, la decisión de terminar con la línea de Aportes No Reembolsables (ANR) del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR) no solo parece ir a contramano de la literatura sobre estudios de innovación de las últimas décadas, sino también de las recomendaciones de organismos internacionales y en clara contradicción con la propia evaluación realizada por el MINCYT al respecto.

El 28 de mayo pasado se reunieron representantes de 11 UVT con Jorge Aguado (secretario de Políticas y Planeamiento del MINCYT) y Facundo Lagunas (presidente de la Agencia) a partir de la preocupación que las UVT –creadas en los años noventa como un nexo entre el sector productivo y el sistema científico técnico y universitario– por la falta de convocatorias de ANR desde septiembre del año pasado, lo que motivó una carta al ministro Lino Barañao. La respuesta de los funcionarios fue que esa línea histórica de estímulo a la innovación será abandonada y reemplazada por instrumentos de crédito fiscal, créditos blandos y –todavía en evaluación– créditos contingentes (en función del avance y éxito de los proyectos), que se lanzarían en agosto.

Evolución de los programas de financiamiento de la Agencia en cantidad de proyectos

Fuente: Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, 2016. *Las cantidades de proyectos no incluyen becas.

El FONTAR, junto con el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT), fueron los núcleos de la Agencia desde su creación en 1996, a los que en 2004 se les sumarían el Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del Software (FONSOFT) y, en 2009, el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC). En 2016 el FONTAR implicó casi la mitad del presupuesto de la Agencia y los ANR fueron la mitad del total de ese instrumento (ver gráfico). El año pasado, según informaron Aguado y Lagunas, el 40% del presupuesto de la Agencia (unos 800 millones de pesos) se destinó a subsidios.

Si bien se mantendrían algunos ANR específicos (Patentes, Internacional) del FONTAR, la política de eliminación de subsidios también afectaría al FONARSEC, diseñado para la creación de consorcios público-privados y empresas de base tecnológica, ya que se informó que en estas convocatorias la modalidad de financiamientos sería mixta: subsidio para el sector científico y crédito para el sector privado. Durante la reunión también se dijo que, en el caso del FONSOFT –en un marco de incertidumbre sobre la continuidad del Régimen de Promoción de la Industria del Software, que vence el año que viene– las Becas Jóvenes Profesionales TIC pasarán a la órbita del Ministerio de Educación.

“Es una locura sacar los ANR sin un debate previo sobre si es un instrumento útil o no, por lo que creo que se manejan con un criterio exclusivamente fiscalista. La innovación es un proceso riesgoso e incierto, y por eso en todo el mundo participa el Estado con distintos instrumentos, desde los subsidios hasta el fortalecimiento de los sistemas nacionales de innovación, la capacidad de compra estatal o estimulando la investigación en universidades”, le dijo a TSS la economista Verónica Robert, investigadora del CONICET y docente de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).

Montos adjudicados por la Agencia en calidad de subsidio y crédito*

Fuente: Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, 2016. * No incluyen becas.

Para Robert, la decisión puede influir de manera dramática en la ya baja tasa de innovación de las empresas locales: “En la Argentina no podemos darnos el lujo de quitar instrumentos porque la actividad de innovación es bajísima, con empresas que no están dispuestas a hacerlo ni aunque les regalen la plata. Imaginemos entonces lo que pasaría con un crédito. Sin dudas la tasa de innovación va a caer”.

Beneficios que superan los costos

Gabriela Trupia, subsecretaria de Vinculación Tecnológica de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Facultad Regional Delta, estuvo presente en la reunión con los funcionarios del MINCYT y le dijo a TSS: “Este cambio, que implica abandonar los instrumentos de ANR para proyectos de innovación, es una gran pérdida para las pymes porque no hay otro segmento de promoción de la innovación que lo reemplace”, y resaltó el rol de las UVT, ya que “el panorama de las pymes a nivel nacional es tremendamente heterogéneo: las empresas no responden de la misma manera en Buenos Aires que en Campana o en Salta, y eso lo conocen los agentes que están en el territorio”. En el caso del FONTAR (ver gráficos) cuanto menor es el tamaño de la empresa, mayor es la utilización de los subsidios como herramienta para proyectos de innovación.

Empresas FONTAR: proyectos aprobados e inversión total comprometida según tipo de beneficio*

Gráfico: Dirección Nacional de Información Científica, Subsecretaría de Estudios y Prospectiva, MINCYT, noviembre de 2016. *Sobre empresas relevadas por la ENDEI.

Son varios los estudios que ponderan el rol cumplido por el FONTAR. Entre los más recientes está “El impacto del FONTAR en el desempeño innovador de las empresas industriales argentinas” (2017), elaborado por Octavio Lerena, Julián Martínez Correa y Mariano Pereira, que analizaron para el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIECTI) del MINCYT los efectos del FONTAR sobre el desempeño innovador de las firmas argentinas entre 2010 y 2012. Entre otras conclusiones, el estudio encontró “una mejora estadísticamente significativa de los indicadores en las firmas beneficiarias en relación con el grupo de control” y señala que “los hallazgos ponen de relieve la importancia de los distintos instrumentos que componen el FONTAR –especialmente los aportes no reembolsables– para promover la innovación en las firmas argentinas”.

El documento “Análisis de las capacidades diferenciales de las empresas con financiación del FONTAR”, elaborado en el año 2016 por la Dirección Nacional de Información Científica del MINCYT,  destacó que “las firmas beneficiarias del FONTAR fueron más innovativas (87%) en comparación con el promedio de las empresas industriales del país” . También encontró en este grupo, con respecto al resto de las firmas, mayor demanda de personal calificado, productividad y perfil exportador.

Empresas FONTAR según tamaño y tipo de beneficio (categorías excluyentes)*

Gráfico: Dirección Nacional de Información Científica, Subsecretaría de Estudios y Prospectiva, MINCYT, noviembre de 2016. *Sobre empresas relevadas por la ENDEI.

Algo más atrás en el tiempo, el ex subsecretario de Políticas del MINCYT, Fernando Peirano, trabajó en la investigación “El FONTAR y la promoción de la innovación en las empresas entre 2006 y 2010” y concluyó que “los beneficios para el conjunto de la sociedad superaron los costos monetarios involucrados en el otorgamiento de subsidios y créditos blandos”.

¿Por qué descartar los ANR si las investigaciones indican lo contrario? En diálogo con TSS, Peirano consideró que “las políticas deberían avanzar hacia más instrumentos en lugar de reducirlos. El rol del Estado debería ser el de abaratar la innovación porque eso genera una tasa de retorno positiva en actividad, empleo y recaudación. Además, la estrategia de absorción de riesgos a través de subsidios incentiva proyectos más audaces, que aceleran el ritmo de cambio tecnológico, mientras que, en general, los proyectos que se hacen a partir de créditos suelen ser más conservadores”. Según Peirano, “parecen reformas que van en contra de la línea evolutiva de la Agencia, que ha tenido logros reconocidos a nivel internacional y que en la Argentina es un organismo con gran legitimidad y consenso”.

FONTAR: montos según instrumento, 2016

Achicar la cancha

Como paliativo a la decepción que causó el abandono de los ANR entre los representantes de las UVT, los funcionarios del MINCYT adelantaron que durante este año se incorporará un adicional de 2000 millones de pesos en la modalidad de crédito fiscal con un esquema de ventanilla permanente. Este beneficio sería de hasta 5 millones de pesos por empresa y podría ser asignado a inversión en I+D externa, con lo que no será exigible que la propia firma realice investigación. Aguado y Lagunas también dijeron que la nueva política de la Agencia buscará apoyar a empresas que planifiquen la I+D, de las cuales estimaron tener identificadas a unas 1000 firmas, una cifra que pretenden duplicar.

“Hay un claro cambio de foco en la política, una sintonía fina en la que se decide que van a ganar las empresas medianas o grandes”, le dijo a TSS Darío Codner, secretario de Innovación y Transferencia de la Universidad Nacional de Quilmes y coordinador ejecutivo de la Red de Vinculación Tecnológica de las Universidades Nacionales (Red Vitec), quien también participó de la reunión.

Facundo Lagunas, presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Foto: MINCYT.

Para Codner, “si pensamos que hay más de 60.000 empresas industriales en la Argentina, ¿qué pasa con el resto? Evidentemente, hay una perspectiva de una economía más pequeña. Mi interpretación es que ya no están tratando de promover, sino de sostener lo que existe”.

La estrategia de concentrar esfuerzos en alrededor de 1000 empresas también es un problema para las más de 250 UVT que hay en la Argentina, que verían reducido considerablemente su campo de acción. Aguado y Lagunas anticiparon la idea de comenzar a discutir cambios en los objetivos y el funcionamiento de las UVT como parte de un cambio normativo que buscará reemplazar las leyes 23.877 (Promoción y Fomento de la Innovación Tecnológica), de 1990, y 25.467 (Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación), de 2001.

En el marco de un ajuste en ciencia y tecnología que recientemente motivó una carta de 172 directores y directoras del CONICET al ministro Barañao, los representantes de las UVT fueron invitados a incorporarse a las mesas de trabajo participativas que empezarán en agosto para la elaboración de un nuevo plan que reemplazará a Argentina Innovadora 2020, que se presentaría en septiembre de 2019. En el sector científico-tecnológico algunos todavía mantienen el humor y bromean con que el nombre del nuevo plan podría reducirse a Argentina 2030.


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