La disminución del 60 % de los ingresantes a carrera en el CONICET implicaría la menor incorporación de investigadores desde el año 2003. En el organismo también son afectados los programas de financiamiento y los cargos para personal de apoyo y administrativo.
Agencia TSS – El plan Argentina Innovadora 2020, elaborado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCYT), parece haber llegado a su final cuatro años antes. No por haber adelantado el logro de sus objetivos, sino porque algunos de ellos se han vuelto una utopía tras aprobarse la Ley de Presupuesto que reduce en más de un 30 % la inversión en ciencia y tecnología. El recorte impacta en el CONICET, adonde, según trascendió en declaraciones de miembros de su cuerpo directivo, se reduciría en un 60 % el ingreso de investigadores.
El CONICET es uno de los principales organismos científicos que financia la investigación pública en todo la Argentina y actualmente cuenta con 9.236 investigadores, tres veces más que en 2003, cuando rondaba los 3.600. El plan Argentina Innovadora 2020 tiene entre sus metas incrementar esa cantidad en un 10 % anual, con la idea de poder equiparar la cantidad de investigadores por habitante a la de los países desarrollados, estimada en ocho investigadores cada mil habitantes o más (en la Argentina hoy hay unos tres investigadores por cada mil habitantes).
Si bien la cantidad de investigadores que ingresarán sería comunicada de manera oficial el próximo 15 de diciembre, el número estimado de investigadores que ingresarían a carrera el año próximo sería de 385, un 60 % menos que los 943 que ingresaron en el período anterior. Esto significaría una interrupción de las políticas impulsadas por el MINCYT y sostenidas por el ministro Lino Barañao durante su anterior gestión.
Política en retroceso
“Esto nos lleva al año 2003, porque, súbitamente, después de que hubiera una promesa electoral del Gobierno de aumentar el presupuesto para ciencia y tecnología, nos encontramos con un recorte muy importante y empezamos a verificar las consecuencias en el CONICET”, dice Roberto Salvarezza, expresidente de la institución hasta diciembre de 2015, miembro del grupo de científicos Ciencia y Técnica Argentina y actual director del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP). Salvarezza lamenta que “podemos empezar a perder jóvenes investigadores que se irán al exterior y muchos de los que ya están en el exterior, que se habían ido a hacer posdoctorados a la Comunidad Europea o a Estados Unidos, deben estar pensando si van a volver al país, como hacían antes”.
Alejandro, un becario doctoral que prefiere mantener en reserva su apellido, es miembro de la organización Jóvenes Científicos Precarizados (JCP), sostiene que la cifra que trascendió tras la última reunión del directorio ni siquiera alcanza para incluir a los postulantes que cuentan con un dictamen favorable y una recomendación de la Comisión Evaluadora, que usualmente ronda la mitad. Y dice que “es un momento crucial para la investigación pública, porque se estima que hubo alrededor de 1.520 postulaciones para el ingreso a carrera y la cantidad estimada implicaría que solo ingresaría uno de cada cuatro postulantes”.
Salvarezza –quien fue elegido este año como representante en el directorio del CONICET por el área de Ciencias Exactas pero todavía espera por la designación oficial para poder entrar en funciones– advierte que todavía resta que 200 investigadores que han entrado a la institución en el año 2015 comiencen efectivamente a trabajar allí. Esto implica que, a pocas semanas de terminar el año, hay casi un 25 % de los 943 investigadores seleccionados el año pasado que todavía no está trabajando. Y continúa pendiente la convocatoria correspondiente a este año, que usualmente se abre durante noviembre o diciembre. Esto no ocurriría hasta febrero del año que viene.
“El Estado está bloqueando las entradas para ingresar a la estructura de la investigación pública y cierra las vías de acceso a la formalidad dentro del sistema científico”, agrega el representante de JCP y afirma que, por eso, consideran que se trata de “despidos encubiertos, porque entendemos que durante cuatro o siete años se estuvo trabajando como becario, en forma precaria, y cuando se quiere entrar como investigador en blanco no se puede por esta situación presupuestaria. Estamos hablando de un investigador formado por el Estado que ya no puede continuar con su carrera ni con su línea de investigación”.
Los otros perjudicados
Si bien los investigadores son mayoría en el CONICET, están acompañados por técnicos y personal administrativo que también resultan afectados por el recorte presupuestario. Actualmente, trabajan en la institución 2.553 técnicos y personal de apoyo (junto al personal administrativo alcanzan el 30 % de los empleados de la institución en todo el país, según datos que figuran en la web oficial del organismo). Para cubrir los cargos técnicos suelen abrirse dos convocatorias por año, pero durante este año solo se concretó solo una. “El segundo llamado se suprimió y tampoco se pudo designar a ningún administrativo”, subraya Salvarezza. Y agrega: “Hay otras muy malas noticias, como el hecho de que se abrió la convocatoria de Proyectos Plurianuales del CONICET con una particularidad: mientras que antes podíamos solicitar uno por el CONICET y otro por el MINCYT, ahora ya no se puede, lo que hace que caiga el 50 % del financiamiento de los subsidio. Quienes tengan dos proyectos, el año que viene no van a tener acceso a uno de ellos”.
Otro ejemplo que alerta sobre los cambios en el funcionamiento y el financiamiento del CONICET se relaciona con la tendencia a redirigir los fondos a órganos propios del organismo a través de lo que se conoce como Ideas Proyecto, una línea de financiamiento reciente que, como requisito, establece que los proyectos deben depender de las Unidades Ejecutoras de la institución. “De a poco se están desfinanciando todos los equipos de investigación que trabajan por fuera de la estructura del CONICET, como los institutos de las universidades”, advierte Alejandro, de JCP.
Frente a esta situación, la comunidad científica se está movilizando. No solo en las redes sociales, sino en distintos ámbitos de reflexión y para pensar modos de enfrentar en conjunto esta situación. Así, el martes pasado se reunió el grupo Científicos Autoconvocados y el miércoles lo hicieron sus pares de JCP, y en ambos casos están pensando en movilizarse al Congreso durante la semana próxima.
“Muchas veces nos cuesta vernos como trabajadores y persiste la idea de que el científico es alguien privilegiado, no se ve inserto en un mercado de trabajo, pero me parece que estamos en un contexto que va a precisar que hagamos un cambio de mentalidad colectiva muy fuerte. Debemos reconocernos como trabajadores, organizarnos y salir a la calle para defender los puestos de trabajo y un modelo científico nacional más inclusivo, mejor integrado con la sociedad, adonde podamos hacer un aporte más relevante para los problemas de este país”, concluye el representante de JCP.
08 dic 2016
Temas: CONICET, Inversión en CyT, MINCyT, Política científica y tecnológica, Presupuesto 2017
1 comentarios en “CONICET: Cambiemos por menos”-
Carlos Cesar Carrizo
(10/02/2017 - 19:52)Apoyo solidariamente a los cientificos en lucha. Solicitar audiencias con diputados y senadores a los fines que se hagan cargo de este problema creado x el ejecutivo y a la Supr Cor de Justicia presentando un recurso de amparo que los proteja y les permita volver a trabajar a TODOS. Fuerza, no aflojen ni un paso x nuestra Patria y sus hijos. Abrazos a todos. CC