Esa es la cuestión en un mundo cada vez más dependiente del uso de computadoras. Acciones globales, proyectos escolares y foros de debate promueven las ciencias de la computación en la formación de cultura general.
Más de 1000 estudiantes de escuelas secundarias participaron en Tecnópolis de la Hora del Código, una iniciativa que promueve el aprendizaje de las ciencias de la computación entre los jóvenes. Durante la jornada, alumnos de Buenos Aires y San Juan, entre otras localidades del país, le contaron al público diversos proyectos relacionados con la programación en las aulas. Con el objetivo de potenciar estas prácticas, desde este año se realizan en todo el país foros de debate, talleres y hackatones.
Hour of code es una campaña mundial organizada por la plataforma Code.org, que busca promover entre las escuelas la práctica de una serie de ejercicios de programación, para los que no se requiere conocimientos previos, y que cuenta con niveles iniciales y avanzados. En 2013, 15 millones de estudiantes participaron de la experiencia y actualmente tiene lugar en más de 180 países. En Argentina, Program.AR, un plan coordinado por la Fundación Sadosky, el Portal educ.ar y el Programa Conectar Igualdad, se unió al proyecto y ofrece en su página la posibilidad de realizar durante 60 minutos prácticas en el desarrollo de programas, como los videojuegos Angry Bird y Plants vs. Zombies, entre otros.
El evento realizado el 30 de octubre contó con la participación de estudiantes de la Escuela Técnica N°6 de Isidro Casanova, quienes relataron su experiencia en el desarrollo de un traductor digital de lenguaje de señas. Por su parte, chicos de la Escuela de Enseñanza Media N°12 de Gonnet presentaron su proyecto “Robótica en entorno virtual” y se expuso el proyecto “Programación aplicada: armando y programando robots”, de la escuela técnica E.P.ET. N°1 de la provincia de San Juan.
Fernando Schapachnik, miembro de Program.AR y director del Programa de Vocaciones en TIC de Sadosky, le explicó a TSS la necesidad de formar futuros hackers: “Hay una disyuntiva que es la de ‘programar o ser programados’. En cuanto a tecnología, no debemos confundir la posibilidad de optar entre algunas variantes prefijadas que nos da el software hecho por otros, con la posibilidad real de crear. Es fundamental que más chicos conozcan la programación para que tengamos más ARSAT y por qué no el celular diseñado en Argentina que tenga incorporada la SUBE, por poner un ejemplo. Incluso para los chicos que no se dediquen luego a eso. Es importante que puedan emitir juicios críticos que vayan más allá de repetir lo que escuchan en la tele sobre temas como privacidad, voto electrónico, neutralidad de la red o Snowden”.
Uno de los objetivos más importante de Program.AR es incorporar las Ciencias de la Computación a entornos educativos. Para esto, llevan a cabo foros de debate que recorren diferentes regiones del país, convocando a la comunidad docente y académica, a las empresas del sector, a las ONGs, a los desarrolladores, a los estudiantes, a las autoridades educativas y al público en general.
Según Schapachnik, unos de los temas destacados de los encuentros es la formación de docentes. “Se están desarrollando experiencias piloto de capacitación en diversos lugares del país. Los desafíos más importantes justamente tienen que ver con este tema. A los docentes les da miedo la experiencia novedosa, pero de a poco, a medida que prueban, van perdiendo el miedo. Cada vez hay más evidencia a nivel mundial de que el tipo de habilidades cognitivas que se ejercitan cuando se aprende a programar, algo que a veces recibe el nombre coloquial de ‘Computational Thinking’, influye positivamente en el resto de las materias”.
Junto a los foros también se realizan hackatones de desarrollo (maratones de programación), a partir de los datos abiertos del Portal Nacional de Datos Públicos y talleres de programación y robótica para los alumnos de las escuelas medias de cada región que hayan recibido la netbook del programa Conectar Igualdad.
13 nov 2014
Temas: Fundación Sadosky, Hackatones, Hora del Código, Tecnópolis