Un consorcio público-privado integrado por investigadores de Rosario y Buenos Aires desarrolló un método que detecta la enfermedad en recién nacidos de forma más eficaz que la técnica tradicional. Simplificaron el procedimiento para que se pueda usar en zonas aisladas y esperan la validación regulatoria para que esté disponible.
Agencia TSS — Saber si un bebé tiene el parásito del Chagas es un desafío para científicos y tecnólogos. El método más eficiente para diagnosticar esta enfermedad es la serología, que consiste en detectar la presencia de anticuerpos en la sangre. El problema con los recién nacidos es que si la madre padece la afección, sus anticuerpos pasan al bebé a través de la placenta y perduran en la sangre durante un tiempo. Por lo tanto, esta técnica no sirve para menores de diez meses.
El método que se utiliza para detectar Chagas congénito es la técnica de microhematocrito, por la que se busca confirmar la presencia del parásito Trypanosoma cruzi (causante de la enfermedad) en una muestra de sangre a través del microscopio. La desventaja de este método es que tiene una sensibilidad baja y requiere de una persona bien entrenada para hacerlo. Sin embargo, la aparición de nuevas tecnologías permite desarrollar técnicas más precisas para diagnosticar enfermedades.
En esas tecnologías se basaron científicos de las ciudades de Rosario y Buenos Aires para obtener un método de diagnóstico temprano de Chagas congénito más eficaz. Formaron un consorcio público-privado integrado por investigadores de tres instituciones: el laboratorio Wiener Lab, el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI-CONICET) y el Instituto Nacional de Parasitología «Dr. Mario Fatala Chaben». Los responsables a cargo por parte de cada institución fueron los doctores Santiago Bortolotti, Alejandro Schijman y Sergio Sosa Estani, respectivamente, pero el número de integrantes asciende a 24 investigadores.
“Buscamos aplicar una técnica más moderna y robusta para detectar el ADN del parásito. Es mucho más sensible, estandarizable e independiente del operador. Además, permite hacer el análisis antes de que el bebé se vaya del sanatorio. De otra manera, hay que pedirle a la madre que lo traiga a los diez meses para hacerle un ensayo serológico y eso en la realidad es impracticable. Muchos pacientes no vuelven y menos si viven en zonas rurales lejanas”, le dijo a TSS el biotecnólogo y doctor en Ciencias Químicas Andrés Poeylaut, de Wiener Lab (Rosario).
El método se basa en la técnica de PCR o reacción en cadena de la polimerasa: una “fotocopiadora” de ADN que permite obtener miles de millones de copias del fragmento que se necesita estudiar. Los investigadores recolectaron casi 600 muestras de sangre de bebés cuyas madres padecen Chagas, provenientes de las provincias del norte argentino y de Buenos Aires (donde hay una tasa relevante de infectados pero por cuestiones de migración poblacional). Los investigadores tomaron muestras durante el nacimiento, a los dos meses y a los diez.
“La técnica demostró ser mucho más sensible. Además, cuanto más temprano se realiza el tratamiento, más efectivo y menos nocivo es para el paciente ”, explicó Poeylaut. El medicamento que se utiliza para la enfermedad del Chagas es el benznidazol y, en menor medida, el nifurtimox, pero conllevan efectos secundarios y pueden no ser 100% efectivos. Sin embargo, está comprobado que el diagnóstico temprano es clave para que el tratamiento funcione, incluso antes de que la enfermedad pase a la etapa crónica, en la cual es más difícil de tratar.
La conformación del consorcio comenzó tras ganar un subsidio de casi 6 millones de pesos del Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT). Hace unos días, el kit ganó un premio en la categoría Salud del concurso Innovar 2017.
Democratizar la salud
Poeylaut explicó que en el Wiener Lab se pusieron otro desafío: tratar de democratizar el desarrollo de este método de detección. Los reactivos de diagnóstico molecular requieren de una manipulación compleja y precisan ser conservadas en un freezer, a temperaturas muy bajas. Esto dificulta el acceso a algunos centros del norte del país que no cuentan con los requerimientos básicos.
“Por eso, desarrollamos una PCR master mix, una mezcla líquida lista para usar y que puede conservarse en heladera. Esto ayuda a bajar las barreras de acceso a la tecnología, para poder llevarla a zonas aisladas del norte argentino, que son las que suelen tener mayor incidencia. En general, para llegar a los centros de referencia de las provincias alcanza con el desarrollo original del consorcio, pero nuestro desafío es llegar hasta el lugar más alejado”, sostiene el biotecnólogo.
Los investigadores consideran que el método de diagnóstico podría servir también para otras instancias clínicas de la enfermedad y no solo en casos de recién nacidos. Por lo pronto, están por iniciar el registro en la ANMAT para validarlo como método para diagnosticar Chagas congénito. “Una vez que estén autorizados, creemos que por tratarse de una enfermedad desatendida el circuito de distribución de los kits debería iniciarse a través del Estado, pero eso todavía es difícil de pronosticar”, sostuvo Poeylaut. Y aseguró: “Nosotros lo desarrollamos de manera que pueda llegar a cualquier rincón, no solo de la Argentina, sino de toda América Latina”.
19 oct 2017
Temas: Biología molecular, Chagas, CONICET, INGEBI, Ingeniería genética, Parasitología, Salud