Expertos de la Organización Panamericana de la Salud brindaron una conferencia para informar sobre la evolución de la pandemia en el continente americano. Insistieron en la importancia de reforzar las medidas de distanciamiento social y de trabajar en estrategias colectivas para asegurar el acceso a los insumos y evitar saturar los sistemas de salud.
Agencia TSS – “En la última semana, la pandemia de coronavirus en las Américas se ha intensificado. Al 30 de marzo, hay 163.068 casos confirmados y 2.836 personas perdieron la vida. Nuestra región ha entrado en una nueva fase: muchos países están informando sobre transmisión comunitaria”, advirtió la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, durante una teleconferencia de prensa realizada este martes 31. “Creo que podemos hacerle frente al COVID-19. En los últimos 40 años, muchos países han desarrollado sistemas de salud que están preparados para enfrentar desafíos serios. Nuestra región ha estado libre de polio durante 25 años, fuimos líderes en erradicar el sarampión y estamos avanzando hacia la eliminación de la malaria”, agregó.
Durante la sesión informativa sobre la evolución del coronavirus en la región, expertos de la OPS explicaron de qué manera están trabajando junto a los gobiernos para controlar la pandemia. “La semana pasada, convocamos a las autoridades regulatorias nacionales para examinar cuál es la mejor forma de apalancar los recursos y asegurar el acceso a insumos médicos de calidad. Algo que nos da esperanza es que tenemos una ventana de tiempo para actuar. Por eso, las medidas de aislamiento obligatorio deben ser implementadas lo más pronto posible para evitar la sobrecarga de los sistemas de salud”, afirmó Etienne.
La directora de la OPS recomendó que, basándose en la experiencia de los países de otras regiones, lo más prudente es planificar la implementación de medidas para por lo menos dos o tres meses. “Sin evidencia robusta sobre tratamientos o vacunas eficaces, el aislamiento social preventivo sigue siendo nuestra mejor opción para evitar las consecuencias más serias de la pandemia de COVID-19 en la región”, apuntó. A su vez, señaló que, pese al aislamiento, los países están más conectados que nunca para hacer frente al desafío y remarcó que lo que suceda en las próximas semanas dependerá del despliegue de estrategias colectivas.
En ese sentido, el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, explicó que la realización de pruebas de diagnóstico de los casos sospechosos es una medida importante para frenar la propagación del virus y que la OPS ha suministrado hasta ahora más de 100.000 kits de prueba a los países de América Latina y El Caribe. “estamos participando activamente para aumentar la capacidad de cada país de tener acceso a una mayor cantidad de pruebas. A aquellos países que tienen la capacidad de producirlas, como Chile, Brasil, la Argentina y México, entre otros, se les ha compartido información para que avancen en la producción local”, contó Barbosa.
El experto hizo énfasis en la necesidad de combinar dos estrategias: detener la transmisión del virus con las medidas de distanciamiento social y, al mismo tiempo, preparar a los servicios de salud para que puedan atender la demanda. Para esto, se pueden implementar medidas como la suspensión de cirugías que no sean de emergencia y la telemedicina, de manera que los casos leves puedan manejarse de forma remota. “En Brasil, por ejemplo, la tasa de unidades de cuidados intensivos es comparable a la que tienen algunos países europeos. O sea que el problema no siempre es la cantidad de camas e insumos disponibles, sino la forma en que se utilizan”, remarcó.
Sobre cuándo podría darse el pico de contagios en América Latina, el director de Emergencias en Salud de la OPS, Ciro Ugarte, explicó que es difícil determinarlo ya que eso dependerá de las circunstancias específicas de cada país, de las medidas de aislamiento que se apliquen y de la eficacia en el control e identificación de los casos. “Hay países que han identificado que a mediados de abril podrían suspender las medidas de aislamiento. Si bien eso depende de la evaluación de riesgo de cada país, considero que la posibilidad de extender el período más allá de fines de abril es una medida que debe tomarse en cuenta para reducir la transmisión”, sugirió.
Ugarte también señaló que la disponibilidad de pruebas de diagnóstico no es suficiente para atender la demanda a nivel mundial. Por eso, en varios países se están diseñando pruebas rápidas, como alternativa a la que se usa actualmente (PCR o reacción en cadena de la polimerasa). Si bien la precisión no es la misma, pueden servir como primer diagnóstico si la tecnología de PCR no alcanza a cubrir la demanda. También indicó que se está trabajando en reforzar las redes de laboratorios existentes, en su mayoría ligadas al sistema de vigilancia de la influenza, equipándolos con nuevas máquinas o adaptando las ya existentes en hospitales y clínicas para que sean capaces de realizar el diagnóstico de coronavirus.
El director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS, Marcos Espinal, se refirió a las investigaciones y pruebas en marcha para la obtención de una posible vacuna. “Hay muchos avances en el desarrollo de vacunas y hay ensayos clínicos en varios países. Sin embargo, no tenemos todavía ninguna evidencia de vacuna o medicamento que pueda ser utilizado masivamente. Con relación al interferón, que se ha usado en algunos países, está comprobado su efecto en otras enfermedades, pero para COVID-19 no se ha encontrado todavía una prueba fehaciente de que funcione”, aclaró.
02 abr 2020
Temas: Coronavirus. OPS, Epidemiología, Medicina, Pandemia, Salud, Virus