Las universidades nacionales de Avellaneda, Quilmes y Rosario contratarán profesionales con doctorados en distintas áreas para desarrollar transferencia de conocimiento y resolver demandas sociales y productivas.
Agencia TSS – Durante los últimos 15 años se inauguraron en la Argentina 11 universidades públicas en provincias como La Rioja, Chaco, San Luis, Río Negro, Buenos Aires y Tierra del Fuego. El impacto más esperado fue el interés de jóvenes que pueden evitar desplazarse hacia las grandes ciudades para seguir con sus estudios y el hecho de que se logró la primera generación de universitarios en muchas familias. Pero, sumado al crecimiento constante de la currícula, la universidad pública debe afrontar otros desafíos como la necesidad de articularse con la comunidad que las contiene para transformar el conocimiento en soluciones prácticas.
La transferencia de conocimiento es, sin duda, unas de las funciones más importantes del sector académico, que debe aprovechar el anclaje territorial, producto de las políticas en educación de los últimos años. Con este objetivo en mente, las universidades nacionales de Avellaneda (UNDAV), Quilmes (UNQ) y Rosario (UNR) firmaron un acuerdo para la contratación de doctores que desarrollen transferencia tecnológica.
La iniciativa, impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (Mincyt), busca generar las condiciones para que se realice investigación de calidad en las universidades del país y aplicar ese conocimiento para la resolución de problemas regionales. Para esto se financiará a las tres universidades por un monto de aproximadamente 2,5 millones de pesos.
En el caso de la UNQ, su secretario de Innovación y Transferencia Tecnológica, Darío Codner, explica que «los proyectos se plantearon en términos de demandas locales y no locales. Algunos están asociados al Municipio y otros buscan reforzar las capacidades de transferencia tecnológica a la industria, al agro, al sector farmacéutico y de alimentos».
Algunas de las líneas de trabajo que llevarán adelante los especialistas contratados serán: promoción de la clasificación de residuos y retiro selectivo por parte de los recolectores; transferencia para la ampliación territorial de planes; piloto de gestión de recursos reciclables;desarrollo de bioinsumos para el sector agropecuario; diseño racional de drogas antitumorales; e investigación y desarrollo de extractos vegetales con propiedades antitumorales, entre otros.
«El impacto estará en que se desarrollarán recursos humanos dirigidos a la resolución de problemas, atención de necesidades de la industria y a la innovación en productos», sugiere Codner. Por otro lado, en la UNDAV la incorporación de los profesionales servirá para el trabajo que el Municipio viene desarrollando en materia de seguridad democrática y ciudadana.
Según Cecilia Schneider, subsecretaria de Investigación de la UNDAV, el propósito es la creación de un observatorio de seguridad ciudadana. «Para esto se buscaron investigadores con títulos de doctorado en el área de ciencias sociales, ciencias políticas, abogacía y derecho penal», afirma Schneider. El observatorio generará investigación de tipo aplicada y proveerá de información e insumos a diferentes actores sociales, como Defensoría del Pueblo y organismos del sistema penal.
«De esta forma, la Universidad se está sentando a la mesa con muchísimos actores con incidencia en la definición de políticas públicas. En ese marco es clara la transferencia de técnicas y conocimiento. El objetivo es que las políticas de seguridad sean más integrales, más complejas y capaces de entender la complejidad que el fenómeno de la violencia y el delito tiene en nuestras ciudades», sostiene la autoridad de la UNDAV.
14 oct 2014
Temas: Doctores, Política tecnológica, Transferencia tecnológica, UNDAV, Universidades, UNQ, UNR