Transferencia tecnológica ciega

Artículos de científicos argentinos son citados en patentes gestionadas en Estados Unidos y la Unión Europea por empresas extranjeras. La mayor inversión en tecnología no logra revertir las asimetrías de la relación centro-periferia. Por Darío Codner.

Darío Codner es Secretario de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad Nacional de Quilmes.  
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Agencia TSS – Son muchas las evidencias de la transformación de la sociedad por efecto del cambio tecnológico. Entre tantos aspectos, este proceso ha reforzado la relación centro-periferia en cuanto a los modos de producción y, particularmente, en aquellos basados en el conocimiento.

Durante 2010, desde la Secretaría de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) realizamos un estudio cuyo principal objetivo fue describir el flujo de conocimientos científicos y tecnológicos originados en nuestra universidad hacia organizaciones académicas o industriales que patentan sus desarrollos.

Partimos de una hipótesis general: el sistema científico argentino desarrolla conocimientos con potencial aplicación industrial que es apropiado exógenamente por empresas extranjeras. A este proceso de apropiación lo denominamos transferencia tecnológica ciega por ser invisible a las instituciones del sistema científico argentino.

Para demostrarlo, identificamos artículos científicos de investigadores de la UNQ en patentes solicitadas y publicadas a través de las oficinas de patentes de Estados Unidos y de la Comunidad Europea. De este modo, se observó que más de medio centenar de familias de patentes solicitadas entre 1999 y 2010 citan en sus referencias artículos científicos de investigadores de la UNQ, de las cuales: (a) un 10% de las patentes se han solicitado dentro de los dos años de publicación del artículo; (b) el 53% de las solicitudes de patentes analizadas fueron presentadas por empresas extranjeras; (c) en el 63% de los casos, los resultados de investigación brindaron pruebas científicas o aportaron algún método de producción o técnica.

La evidencia que arroja este estudio nos permite hacer visible la emergencia del efecto de transferencia tecnológica ciega. El conocimiento científico y tecnológico desarrollado en la UNQ –financiado principalmente con fondos públicos– sustituyó recursos económicos necesarios para la realización de actividades de I+D y desarrollo de tecnologías patentables de las empresas que lograron capitalizar los resultados de la investigación desarrollados en la UNQ. Esta suerte de “liberación” de conocimiento, propio de la lógica de la ciencia académica, permitió un subsidio indirecto desde el sistema público de producción de conocimientos hacia empresas extranjeras. Así se produce una “fuga” de capital, bajo la forma de conocimiento, siendo este tipo de fenómenos invisible a las acciones políticas de las instituciones públicas de I+D.

En términos políticos, el fenómeno de transferencia tecnológica ciega resulta altamente relevante, por cuanto refuerza la asimetría de la relación centro-periferia. Las “capacidades” tecnológicas de las industrias de países centrales cuentan, entre otros aspectos, con habilidades para la observación, la interpretación y la transducción de los resultados de la investigación en conocimiento aplicable a nivel industrial (y en algunos casos patentable) respecto de las industrias de los países periféricos.

De este modo, resulta imperativo reflexionar respecto de la importancia de desarrollar políticas tecnológicas que permitan sincronizar los procesos de producción de conocimientos científicos y de desarrollo industrial. De nada servirá desarrollar una industria nacional sin “radares” capaces de identificar y captar el valor potencial de los resultados de la investigación científica local.

El panorama también propone reflexionar acerca de la necesidad del diseño de nuevos instrumentos de promoción que, por un lado, estimulen aún más la conexión de la industria local con el subsistema científico y tecnológico argentino y, por otro, controlen, orienten y canalicen este “flujo invisible” de conocimiento con potencialidad económica que se genere en las institucionales locales de I+D. Para ello será necesaria la participación activa de los diferentes organismos públicos que componen el sistema de innovación para complementar, orientar y coordinar acciones.

La propuesta es aumentar la probabilidad de apropiación local y disminuir la oportunidad de subsidiar desarrollos industriales extranjeros, es decir, controlar el destino del conocimiento tecnológico y, por ende, de los recursos económicos que se invirtieron para lograrlo. Seguramente surgirán tensiones entre proteger y publicar, pero debemos buscar para nuestros países un sendero intermedio entre los modelos extremos, por un lado, de privatización del conocimiento y, por otro lado, de acceso libre.

A pesar de que la Argentina, durante la década pasada, ha sido objeto de la mayor inversión en ciencia y tecnología que se recuerde, esta no ha sido suficiente para revertir el proceso de refuerzo de la relación centro-periferia. Evidencia de ello es que, en 1990, el 33% de las solicitudes de patentes en Argentina fue de residentes nacionales comparado con el 11% registrado en 2010. Esto significa que localmente hemos perdido capacidad relativa de desarrollar patentes de invención en nuestro propio territorio. Estos datos invitan a reflexionar sobre la necesidad de desarrollar capacidades para apropiarse de los esfuerzos innovadores de forma conjunta entre el sistema científico y tecnológico y el sistema industrial.

De nada servirá que el sistema científico y tecnológico desarrolle patentes si el sistema industrial local no puede ser adoptante de la tecnología desarrollada. Una política tecnológica que estimule el desarrollo de capacidades endógenas de empresas industriales locales capaces de desarrollar tecnologías en asociación con el sistema científico y tecnológico promete ser el sendero que rompa la estructura centro-periferia y mejore la distribución de calidad de vida a través del desarrollo del pleno empleo, calificado y con mejores salarios.

Lectura recomendada: Darío G. Codner, Paulina Becerra, Alberto Díaz. 2012. “Blind Technology Transfer or Technological Knowledge Leakage: a Case Study from the South”, Journal of Technology Management & Innovation, volumen 7, número 2, pp. 184-195.

http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-27242012000200015&script=sci_arttext