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Agencia TSS – Federalización de la ciencia, transferencia de conocimientos e innovaciones para el mundo productivo, reducción de la brecha de género y diversidades, fortalecimiento de las instituciones, perspectivas para el sector y el futuro de las y los jóvenes investigadores fueron algunos de los ejes centrales que se debatieron ayer en Tecnópolis, durante el “Encuentro de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Soberanía Nacional: Proyectos, desafíos y debates pendientes”, del que participaron alrededor de 700 referentes del sector.

Se trata de la segunda actividad de estas características que organiza el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCYT). La primera había sido en el CCK, en noviembre de 2021, con el fin de reflexionar a puertas abiertas sobre los lineamientos del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030.

“El Plan 2030 ya está en condiciones de ser ley, junto con la Ley de Financiamiento. Lo que estamos discutiendo ahora es cuál es el aporte de la ciencia y la tecnología en la construcción de un país que crezca y se desarrolle en base a lo mejor que tiene, que es la capacidad de su gente, y la capacidad de aportar desde la ciencia y la tecnología; y que al mismo tiempo sea un país que distribuya más justamente los beneficios de ese crecimiento”, le dijo a TSS Daniel Filmus, titular del MINCYT.

Al respecto, el funcionario destacó que “la única forma de crecer, desarrollarse y mejorar las condiciones de vida de las personas es a partir de la ciencia y la tecnología: no lo vamos a hacer siendo un país que solo sea proveedor de materias primas, sino que necesitamos agregar trabajo y valor, y eso es lo que produce la ciencia y la tecnología, que al mismo tiempo nos permite tener las condiciones para resolver los problemas de nuestra gente, como lo mostró la pandemia”, afirmó.

De acuerdo con esa premisa, una de las comisiones estuvo dedicada específicamente a analizar las políticas de investigación, vinculación y transferencia universitaria y de organismos científico-tecnológicos, como herramientas efectivas para la transformación y el desarrollo de las comunidades y los territorios. Allí se presentaron distintos ejemplos que ya se están llevando a cabo, como el proyecto entre YPF e Y-TEC junto con la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), y se planteó la necesidad de contar con un financiamiento apropiado que facilite los vínculos entre la academia y el mundo productivo.

“La vinculación genera el escenario previo a que surjan las ideas, les da forma, las acompaña y las nutre de otros elementos. Así, las ideas pasan a ser proyectos, y los proyectos avanzan a solucionar problemas económicos y sociales. Por eso, antes y después del financiamiento hay otras instancias de promoción. Nosotros tenemos que ver el ciclo lo más amplio posible y eso es lo que estamos debatiendo: qué actores, qué capacidades y qué acciones hay que llevar para generar ese antes y después”, le dijo a TSS Fernando Peirano, presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i).

Peirano recordó que la Agencia I+D+i está estructurada en torno a dos ejes, uno de apoyo basal, para garantizar la investigación de calidad, en el que a través de los denominados PICT apoyan a más de 6.000 proyectos. El otro está destinado a proyectos orientados, en torno a cinco ejes prioritarios: salud, alimentos, economía circular, transición energética y transición digital. “Hay más de 3.000 iniciativas, participan 1700 pymes y cooperativas, y también instituciones científicas”, dijo el funcionario y destacó: “Esta agencia, que combina lo basal con lo orientado, le está dando respuesta a la historia y a la tradición de nuestro sistema, y le da también respuesta a la necesidad de transformación de nuestra matriz productiva”.

La necesidad de federalizar las capacidades del sistema fue otro de los temas centrales que recorrió tecnópolis hasta el final del encuentro. Al respecto, Filmus le adelantó a TSS el lanzamiento del programa Raíces Federal, que se presentó el jueves 13 de octubre en el Consejo Federal de la Ciencia y la Tecnología. “Así como hemos financiado la reparación de los científicos que estaban en otros países hacia la Argentina, este programa busca la repatriación de los científicos hacia sus provincias, para que allí donde están las materias primas, tengamos la capacidad de investigar y agregar valor”, afirmó.

Mientras tanto, en Tecnópolis, en la comisión dedicada específicamente a este tema, denominada “Crecimiento y fortalecimiento del sistema de ciencia y tecnología, con una estrategia efectiva de federalización”, participaron representantes de las provincias y líderes de los distintos institutos que forman parte de del Sistema de Ciencia y Tecnología.

“Ahora que vamos a poder realmente implementar la Ley de Financiamiento de Ciencia y Tecnología, abordamos distintos ejes que tienen que ver con cómo incrementar la soberanía basada en ciencia en las agendas territoriales, y también  basada en consensos de la comunidad científica con las demandas estratégicas de la Argentina”, le dijo a TSS Marina Baima, secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Producción de Santa Fe, y advirtió sobre la situación asimétrica que tienen las provincias en cuanto a cantidad de investigadores, institutos y presupuestos. “Santa Fe apuesta muy fuerte a la inversión y a la estrategia, pero hay provincias con más dificultades, en las que hay que saber gestionar para empezar a subir ese piso, sin desatender a otras provincias que vienen creciendo en materia de ciencia y tecnología”, afirmó.

El presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Rubén Geneyro, que también participó en la mesa sobre federalización del sistema, coincidió en que el gran eje de debate es cómo llevar la ciencia y tecnología a cada rincón del país. Al respecto, aclaró que el INTI es un organismo con presencia en todas las provincias, que tiene una mirada federal que, por un lado se basa en la agenda entre el entramado productivo y los organismos provinciales del sector científico-tecnológico; y, por el otro, en una dinámica público privada que trabaje sobre las agendas que las provincias y las regiones plantean. “Por eso, el INTI ha conformado consejos asesores en cada región del país, y estamos trabajando sobre los ejes que allí se definen”, aseguró Geneyro, en diálogo con TSS.

El INTI es una de las instituciones del sector que fue creada a mediados del siglo pasado, al igual que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y otras que hoy conforman el sistema de ciencia y tecnología del país. Por eso, otra de las comisiones de este encuentro se dedicó específicamente a pensar en ideas y estrategias para actualizar las instituciones científicas, de acuerdo con las necesidades de este siglo y el futuro que se proyecta.

“El rango de discusión fue muy amplio, fueron saliendo lo que a mi juicio son los temas más sensibles de lo que puede ser una agenda para la mejora y transformación de las instituciones de ciencia y tecnología, como las condiciones de trabajo y cuestiones salariales, no solo de investigadoras e investigadores, sino también de todo el personal que en las instituciones gestiona la producción de conocimiento”, le dijo a TSS Diego Hurtado, secretario de Planeamiento y Políticas en el MINCYT, que participó en este debate.

Además de las cuestiones vinculadas con la mejora de las condiciones de trabajo dentro de las instituciones, también se manifestó la incertidumbre con respecto a la posibilidad de que en las elecciones del 2023 gane una fuerza política que no promueva un proyecto de país con ciencia y tecnología, y se plantearon cuestiones vinculadas con la inversión pública y privada en este sector. “¿Cómo pensar nuestras instituciones para acompañar un proyecto de país, pensando en las dificultades actuales de la Argentina? ¿Cómo superar las condiciones que hoy son acuciantes para nuestro país, desde la inflación hasta cuestiones más vinculadas al desarrollo  económico e industrial?”, cuestionó Hurtado.

También hubo un espacio dedicado al futuro de los y las jóvenes investigadoras, y otro en el que el eje de la reflexión fueron las políticas transversales para reducir las brechas relacionadas con las desigualdades de géneros y diversidades en el sistema de ciencia y tecnología. En esa comisión, la única que se desarrolló al sol en un espacio abierto del predio, las participantes intercambiaron propuestas y preocupaciones.

“Es más fácil hacer el diagnóstico que encontrar las políticas para poder cambiarlas. Por supuesto que todos, todas y todes quieren cambiarlo ya”, le dijo a TSS Ana Franchi, presidenta del CONICET, y destacó la importancia del debate y la necesidad de que en este tipo de encuentros participen también los varones. “Hubo gente de distintas edades y orientaciones sexo genéricas, de distintos lugares del país y con distintas situaciones, y quedamos en contacto. Creo que el encuentro fue muy útil, son temas que se están discutiendo y vamos avanzando”, concluyó.