Lanchas para capacitarse en el mar

El Astillero Río Santiago entregó dos lanchas a la Armada para el entrenamiento de cadetes. Se trata de dos buques de 36 metros de eslora, capacidad para 40 cadetes y autonomía para un viaje de Buenos Aires a Ushuaia. La empresa bonaerense espera por la concreción de otros proyectos con las Fuerzas Armadas, organismos estatales y de exportación.

Por Matías Alonso  
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Agencia TSS – El Astillero Río Santiago (ARS) concretó la entrega de las dos lanchas LICA (Lancha de Instrucción para Cadetes) a la Armada para el entrenamiento de cadetes. Las lanchas tienen un puente de mando más grande que lo habitual para poder realizar la capacitación de cadetes y estaba prevista su entrega para el año 2016, que fue postergada debidoa que la obra fue paralizada durante la gestión de Maria Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires, que desfinanció al astillero bonaerense. Se trata de dos buques de 36 metros de eslora, capacidad para 40 cadetes y autonomía para un viaje de Buenos Aires a Ushuaia.

Las LICA fueron diseñadas para la formación de los guardiamarinas de la Armada que en el último año hacen su viaje de instrucción en la Fragata Libertad, y que durante los cuatro años de cursada deben entrenarse en embarcaciones menores pero esto no se estaba haciendo por la falta de medios de la Armada. El peor caso es el de la fuerza de submarinistas, que deben entrenarse en submarinos de Perú ya que en la Argentina no hay ninguno en servicio.

Las LICA fueron financiadas por el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), que por ley garantiza que desde 2023 se debe usar el 0,8% del presupuesto del sector público nacional para equipar a las Fuerzas Armadas. La ley que lo creó se modificó con un decreto del presidente Milei que permite que se use para cualquier compra de bienes de capital del Ministerio de Defensa, como cafeteras, computadoras o cualquier otro material que previamente se compraba con el presupuesto propio de Defensa, que fue muy reducido.

Todo el puente de mando de las LICA es digital, por lo que son las embarcaciones más avanzadas de la Armada. Foto: ARS.

El plan original era construir seis embarcaciones iguales, lo que permitiría que los cuatro cursos de la Escuela de Náutica de la Armada se formaran a la vez distribuidos en las embarcaciones. Cada lacha tendría alumnos de cada uno de los años de cursada mezclados y con diferentes funciones dependiendo de su formación. Y también así se podrían recibir estudiantes de otros países de la región con quienes se hacen intercambios de forma muy fluida. Sin embargo, nunca se hizo el contrato por las siguientes cuatro embarcaciones.

Pedro Wasiejko, presidente del ARS, le dijo a TSS: “Lo que hicimos fue darle un impulso para resolver todos los problemas que había en cuanto a la importación, la terminación de los contratos de los proveedores y hacer un seguimiento en todos los lugares que se pudiera para poder hacer la botadura y la entrega de las lanchas. Mi decisión fue priorizar todos los trabajos pendientes”.

Todo el puente de mando de las LICA es digital, por lo que son las embarcaciones más avanzadas de la Armada. No cuentan con armamento pero se podría agregar en caso de ser necesario. El astillero ofreció dos buques iguales pero equipados para lucha contra incendios, apoyo a siniestros sanitarios y 22 buques para el reemplazo de las lanchas guardacostas, que tienen 45 años y pueden tener armamento. “Con Prefectura llegamos hasta el intercambio de una propuesta de presupuesto pero ahora está todo paralizado y estamos esperando que haya una decisión del Ministerio de Seguridad de avanzar para que se hagan las inversiones en el país y no se compren a una potencia extranjera”, dijo Wasiejko. Y agregó: “Tenemos todos el desarrollo con la ingeniería hecha. También se la estamos ofreciendo a  la Armada de Bolivia, una para entrenamiento y otra para patrullaje de los ríos, que esa sí tiene armamento y la posibilidad de transporte de un equipo táctico y de su lancha rápida para combate al narcotráfico. Queremos que esta embarcación se convierta en la punta de lanza para que el astillero genere exportaciones”.

El astillero entregó los dos buques a la Armada y también terminó la reparación del Amérigo Vespucci, la fragata de formación de cadetes de la Armada italiana que vino al país para hacer reparaciones, lo que implica una baja del trabajo y por eso se están buscando nuevos proyectos.

En la construcción de este buque se priorizó la integración de componentes nacionales. El puente de mando lo hizo la empresa Radimec, que hace equipos eléctrónicos para la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea. Los motores son de Scania, la empresa sueca radicada en el país. Y las aberturas las hizo una empresa de Mar del Plata, al igual que el amoblamiento. Algunos trabajos se tuvieron que encargar al exterior pero de continuar la producción en serie también se podrían encargar en la Argentina.

“En la gestión anterior estuvimos hablando sobre la posibilidad de construir dos LICA más para tener las primeras cuatro formando cadetes pero no hubo más novedades. Lo mismo pasó con la construcción de un buque multipropósito para la Armada que esté adaptado a las altas mareas del Sur Argentino, que permitan que si la marea baja y el buque debe quedar apoyado en el fondo no haya problemas”, explicó Wasiejko.

Hoy el astillero ha entregado estos dos buques y también terminó la reparación del Amérigo Vespucci, la fragata de formación de cadetes de la Armada italiana que vino al país para hacer reparaciones, lo que implica una baja del trabajo y por eso se están buscando nuevos proyectos. Además de las siguientes LICA, el buque multipropósito y las OPV (buque de patrullaje del océano) de la Armada, otra iniciativa que se podría concretar es un buque se investigación pesquera para el el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), que cuenta con financiamiento del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y para el  que se había ganado la licitación en conjunto con el astillero SPI, de Mar del Plata.

El CONICET también necesita dos buques oceanográficos, especialmente desde que se amplió la plataforma continental y el programa Pampa Azul, pero hoy el organismo tiene una embarcación que no puede operar y la otra tiene dificultades. El ARS también está viendo la posibilidad de producir buques pesqueros de gran tamaño en conjunto con astilleros privados de Mar del Plata. Allí solo se construyen buques de hasta 45 metros de eslora pero con el apoyo de Río Santiago se podrían construir barcos de hasta 75 metros.

“Estamos en un momento complicado por un Gobierno que prioriza el ajuste pensando en que eso va a reactivar la actividad por sí solo, pero la economía es algo más complejo que un ajuste de entrada y salida de caja. Nuestro astillero tiene que volver a ser un lugar muy productivo como se demostró con las LICA y el Amerigo Vespucci. Cuando hay trabajo, los profesionales han demostrado su capacidad. Por supuesto que hay que hacer cambios, ya que no se puede gestionar como se hacía en los años ‘50 o en los ‘80. Queremos un astillero del siglo XXI, eficiente, que cumpla con los plazos y le de beneficios a la provincia de Buenos Aires y al país”, concluyó Wasiejko.

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