Compuerta flotante

Astillero Río Santiago botó una compuerta de 800 toneladas para el dique de la Armada en Puerto Belgrano, Bahía Blanca. Esta estructura flotante permitirá que se pueda trabajar en seco con barcos de hasta 240 metros de largo para realizar reparaciones tanto de buques oficiales como privados.

Por Matías Alonso  
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Agencia TSS – Como parte del acto conmemorativo por el 70° aniversario del Astillero Río Santiago, se realizó la botadura de la compuerta que construyó el astillero para ser instalada en el dique de carena N° 2 en la Base Naval Puerto Belgrano, en Bahía Blanca. Se trata de una estructura que tiene todas las comodidades y servicios similares a las de un barco, salvo la propulsión, aunque se puede trasladar con remolcadores. La compuerta tiene un largo de 40 metros por 16 de ancho y 8 de profundidad, y se usa para el cierre del dique 2 de Puerto Belgrano. Los trabajos comenzaron a fines del año 2021, para reemplazar la anterior, que presentaba fallas desde 2017.

A principios de 2022, la Armada tuvo que rescatar a un barco ruso, el Proffesor Logachev, que sufrió desperfectos cerca de Ushuaia ero debió ser reparado en un astillero chileno por esta falta de equipamiento, lo que significó una pérdida de oportunidad de trabajo y entrada de divisas. “Durante el Gobierno anterior no se pensó en hacer esta compuerta en el astillero, ni ningún tipo de tarea. Incluso, se mandaron a construir en Francia, en una empresa estatal, embarcaciones de patrullaje oceánico, cuando se podrían haber hecho acá”, le dijo a TSS el presidente del astillero, Pedro Wasiejko.

De la botadura de la compuerta participaron el jefe de Gabinete de la Nación, Agustín Rossi; el ministro de Defensa, Jorge Taiana; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; intentedentes, autoridades de la Armada y de la CGT Autónoma, además de Wasiejko.

La compuerta tiene un largo de 40 metros por 16 de ancho y 8 de profundidad, y se usa para el cierre del dique 2 de Puerto Belgrano.

La compuerta es un diseño original del Astillero Río Santiago y en este caso sólo fue necesario copiar la anterior. Para poder hacer el ensamble de la pieza fue necesario primero botar una de las embarcaciones de la Armada que se estaban construyendo en las gradas del astillero, una de las Lanchas de Instrucción de Cadetes (LICA).

Para la realización de la obra no fue necesario contratar nuevo personal ni comprar equipamiento, ya que el astillero todavía tiene capacidad ociosa. De hecho, tampoco fue necesario adquirir chapas para hacerlo, ya que había material disponible para su uso de remanentes de obras anteriores. También se hizo en el astillero la estructura hidráulica para el llenado de las compuertas.

Astillero Río Santiago fue fundado en 1953 como parte de la Marina y en 1969 pasó a ser una empresa estatal nacional. En 1993, durante el menemismo, pasó a la provincia de Buenos Aires. La empresa llegó a tener 5500 empleados directos y 3000 contratados. Allí se construyeron la fragata Libertad, corbetas de la Armada y buques de hasta 47.000 toneladas.

“El astillero está ocupado en terminar los contratos pendientes para dejar liberadas las gradas y poder tomar contratos nuevos. Es un cambio de paradigma porque antes se pensaba que si la grada estaba ocupada daba la sensación de que se estaba trabajando. Estamos agarrando trabajos pequeños, trabajando con un astillero privado para darle un apoyo que le permita acelerar su trabajo y reducir costos, y a nosotros nos permite tener a la gente ocupada. También estamos haciendo tareas de mantenimiento, ya que, al no tener un objetivo estratégico, siempre se trabaja en los problemas del momento y no se piense en el largo plazo. Las instalaciones que se hicieron en la década del 50 son muy buenas, así que tenemos que recuperarlas”, dijo Wasiejko.

“Un país como el nuestro, que puede hacer satélites, resonadores, centrales nucleares y vacunas, ¿cómo no va a poder hacer barcos para poder resolver las necesidades del país”, se preguntó Wasiejko.

En la empresa se han reparado las instalaciones de agua potable, renovado las instalaciones de incendio, cambiado dos de los 11 transformadores eléctricos, la reparación de la grúa Juana Azurduy y cambio de luminarias para poder trabajar de noche, entre otras reformas y mejoras.

Este trabajo fue encargado originalmente a Tandanor, el astillero que depende del Ministerio de la Defensa, ya que esto simplifica la gestión burocrática, pero se pasó al astillero Río Santiago y luego el primero le devolverá el costo del contrato con trabajos por medio de un convenio de cooperación.

El astillero también está trabajando en la construcción de un dique flotante para la Armada que será instalado en Ushuaia. En ese caso, se financiará con aportes del Fondo Nacional para la Defensa (FONDEF) y permitirá trabajar en seco con los buques de la Armada de la base en esa ciudad, así como darle servicio a privados. Actualmente, ya se ha terminado la ingeniería básica y se está trabajando en la de detalle.

Entre los proyectos que podrían surgir a futuro en el astillero, se ha propuesto la construcción de una embarcación guardacosta para la Prefectura Argentina y otra para Bolivia, además de la posibilidad de construir embarcaciones LICA para las Armadas de Brasil y Uruguay. Además, se planea comenzar a trabajar en una embarcación para el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) que ya tiene financiamiento.

“Un país como el nuestro, que puede hacer satélites, resonadores, centrales nucleares y vacunas, ¿cómo no va a poder hacer barcos para poder resolver las necesidades del país”, se preguntó Wasiejko, quien durante la ceremonia de botadura de la compuerta recibió de personal de la Armada una moneda que deberá ser colocada en la quilla, como marca la tradición, de otro de los proyectos de Río Santiago: un buque multipropósito anfibio que el astillero construirá para esa institución.

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