¿Cómo funcionan dos plantas generadoras de energía eléctrica que se alimentan con los gases que se desprenden de los desechos y reducen la contaminación ambiental?
Agencia TSS – Los rellenos sanitarios producen gran cantidad de gases, muchos de ellos contaminantes. Para reducir los efectos sobre el medio ambiente, los rellenos sanitarios se empezaron a desgasificar a partir de 1998. Esto consiste en quemar los gases que producen para reducir la cantidad de metano que se libera al ambiente y transformarlo en dióxido de carbono, debido a que éste es 21 veces menos perjudicial para la capa de ozono. Además, ayuda a disminuir los malos olores que se liberan al ambiente. A partir de la ratificación del Protocolo de Kyoto en 2005, todos los rellenos sanitarios de la Argentina se empezaron a hacer con la preparación para poder extraer el biogás. Y hasta algunos que ya estaban cerrados se modificaron para también poder extraerles el gas.
En una segunda etapa se pensó en aprovechar ese gas para producir energía eléctrica, mediante la incineración en motores de combustión acoplados a grandes alternadores. Hoy hay dentro del CEAMSE (Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad Estatal), en la provincia de Buenos Aires, dos grandes plantas productoras de energía. Una entrega 5 megavatios/hora (MWh) y otra 10 MWh al Sistema Argentino de Interconexión (SADI).

preparados para funcionar con biogás.
El proyecto nació a partir de una licitación de Enarsa mediante la cual se aseguró una compra de energía eléctrica a un precio diferencial del que se encuentra en el mercado mayorista. Para la planta de 5 MWh es de 120 dólares por MWh entregado, en un lapso de 10 años, y para la de 10 MWh es de 124 dólares, por un lapso de 14 años. En comparación, la producción de energía eléctrica con combustible importado tiene un costo aproximado de 230 dólares por MWh y en energía eléctrica importada de Brasil se puede llegar a pagar hasta 400 doláreas por MWh. En tanto, la energía producida en la Argentina se encuentra pesificada y con un precio congelado de 120 pesos por MWh, aunque los costos de producción puedan ser mayores.
Turbinas de succión
El proceso de generación empieza con 273 pozos de extracción de gas distribuidos por el complejo ambiental, que están conectados a un manifold que conecta con una línea troncal que lleva el gas hasta un galpón donde se genera la energía. En TSS visitamos el galpón de producción, o power house, de 10 MWh. Allí el gas es succionado desde los pozos para su posterior presurización a través de tres grandes turbinas movidas por motores eléctricos de 250 caballos de fuerza. Posteriormente, el gas debe pasar por un depósito donde se enfría para que pierda la humedad, así durante la combustión no se genera ácido sulfúrico. Finalmente, pasa por un filtro donde pierde los siloxanos, que son pequeñas partículas de silicio (arena) que arrastra el gas cuando sale del pozo.

Tras esta serie de pasos, el gas está listo para entrar en los seis motores de combustión Caterpillar de 2.500 caballos de fuerza acoplados a alternadores que pueden generar un pico de 11,72 MWh. La licitación obliga a entregar 10 MWh en forma constante, por lo que el excedente se debe a una reserva para el caso de que algún motor deba ser detenido por mantenimiento o para una parada no programada. En el caso de la planta de 5 MWh, se trata de cinco equipos modulares montados en contenedores que incluyen componentes similares a los del equipo más grande.
La energía producida es enviada a una subestación para ser inyectada en el SADI. Con estas dos plantas, el relleno sanitario produce el 8 por ciento de todas las energías alternativas de la Argentina. Se trata de un modelo que se podría replicar, aunque a menor escala, en otros rellenos sanitarios del país.
La planta está operada por 13 personas y su funcionamiento –que se encuentra monitoreado en tiempo real por Enarsa- nunca se detiene. “Para ampliar la generación se necesitaría algún acuerdo con Enarsa, de forma tal que se puedan hacer las inversiones necesarias”, dice el ingeniero Marcelo Rosso, de la gerencia de Nuevas Tecnologías y Control Ambiental del CEAMSE. Según Rosso, el gas está disponible, pero es necesario asegurar un precio diferencial para que una empresa privada aporte la inversión necesaria para la generación.

el flujo continuo de MWh.
En la planificación inicial se consideraba que la producción de energía eléctrica con biogás tendría el valor agregado de otorgar CERs (por reducción de emisiones certificada, en inglés), es decir, créditos del Protocolo de Kyoto. Este protocolo establece cuotas máximas a los gases de efecto invernadero que un país puede emitir. Cuando un país no cumple sus objetivos puede comprar estos CERs a otro país que genere menos gases que su objetivo. Cuando los CERs entraron al mercado, el Banco Mundial los compraba a 3 dólares por cada tonelada de reducción y su precio máximo fue en 2008, cuando llegaron a ser comprados por 23 euros, pero tras la crisis mundial que se desató ese mismo año los países europeos bajaron tanto su actividad industrial, y con ello su emisión de gases de efecto invernadero, que llegaron a los objetivos planteados por el Protocolo de Kyoto y dejaron de comprar CERs. Esto llevó a que su precio se encuentre hoy cerca de los 30 centavos de dólar, con lo que se volvió más caro el proceso de certificación que lo que efectivamente se puede ganar vendiendo los CERs.
Los equipos, en tanto, deben ser importados ya que no hay producción de motores del tamaño necesario en el mercado local. Por eso la planta de 10 MWh usa motores Caterpillar y la de 5 MWh equipos modulares Jeanbacher, ambos especialmente preparados para funcionar con biogás.
Más allá de los resultados que arroja, esta forma de generación de energía va en contra del modelo de separación de residuos en origen. Cuando se separan los residuos, los orgánicos se usan directamente para hacer compost y venderlo. Para generar biogás es necesario que haya residuos orgánicos en un relleno de disposición final, como actualmente se acumulan en los suburbios de muchas grandes ciudades. En el largo plazo, un régimen de separación de residuos en origen permitiría reciclar todos o la mayor parte de los residuos que se generen.
19 mar 2014
Temas: Basura, Biogás, Energías alternativas, Reciclado