Tierra del Fuego busca su destino

Representantes gubernamentales, académicos y de la industria de América Latina se reunieron en Tierra del Fuego para comparar sistemas de promoción y analizar cómo mejorar el modelo productivo en esa provincia.

Vanina Lombardi  
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Agencia TSS – Desde su creación hace apenas dos años, la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) incluye entre sus objetivos, tal como lo destacó su decano, Roberto Domecq, “transformar el sistema de relación de la universidad, participar en la construcción social del territorio, pensar, trabajar y buscar una nueva manera de crecer”.

Acorde a esta premisa y en base a las particularidades del modelo productivo de Tierra del Fuego, así como a la situación actual que están viviendo las empresas de productos electrónicos bajo el modelo de promoción industrial en esa provincia -debido a la baja del consumo a nivel nacional y las restricciones a la importación-, la UNTDF organizó un seminario internacional denominado “Cadena productiva mundial y escenarios de la industria electrónica de consumo masivo”, que reunió a referentes académicos, empresariales y de gobierno, tanto de la Argentina como también de Brasil y México. Se trata de “los dos países que más han contribuido a hacer de América un lugar con interrogantes muy fuertes sobre su desarrollo y su papel en el mundo y la región”, calificó Domecq.

Durante el encuentro, que se desarrolló en Río Grande del 24 al 26 de octubre pasado, los referentes de cada zona productiva presentaron las características de los distintos modelos que llevan a cabo. Por ejemplo, el de Baja California, México, donde se mantiene una política de economía abierta con grandes empresas radicadas que producen para exportar. En cambio, en Manaos, Brasil, el modelo de promoción industrial busca capacitar recursos humanos y fabricar productos principalmente destinados al vasto mercado interno brasileño.

El seminario internacional “Cadena productiva mundial y escenarios de la industria electrónica de consumo masivo”, reunió
a referentes académicos, empresariales y de gobierno, de la Argentina, Brasil y México.

Por su parte, los representantes locales expusieron las características del modelo fueguino, que mantiene un crecimiento sostenido desde el año 2009, cuando se incorporaron modificaciones a la ley de promoción industrial, a la vez que también pusieron sobre la mesa algunas debilidades y preocupaciones que se dan en torno al modelo.

Al respecto, Juan Ignacio García, Secretario de Industria de Tierra del Fuego, detalló que la industria electrónica representa alrededor del 80 por ciento del empleo en la provincia y advirtió que este año se ha producido “una caída del empleo y la producción que nos posiciona de manera similar a 2012”. Asimismo, el funcionario destacó que es necesario “pensar en los problemas que eventualmente puede sufrir -este modelo- en un escenario de apertura económica y tenemos que ver cómo trabajamos sobre todos estos eslabones -de la cadena productiva- porque todos terminan siendo críticos a la hora de discutir competitividad”.

En este sentido, una alternativa la presentó Liliana Fraigi, directora del Centro de Centro de Investigación y Desarrollo en Micro y Nano Electrónica del Bicentenario  (CNMEB) del INTI, quien subrayó que “la microelectrónica es un factor de industrialización que permite sustituir importaciones de bienes electrónicos y brinda la posibilidad de exportar componentes, en un paso superador al armado y sustitución de partes y piezas; implica conocer, agregar valor, utilizar intensamente el conocimiento de nuestros recursos humanos, reducir el déficit de la balanza de pagos en electrónica y potenciar las múltiples iniciativas del Estado y las empresas privadas. Podría impulsar, por ejemplo, la trazabilidad electrónica para seguridad en medicamentos, y tiene aplicaciones an las industrias atomotriz, aeronáutica y aeroespacial, así como también en componentes para aplicaciones satelitales”.

Un complemento relevante para la electrónica es el software. Al respecto, José María Louzao Andrade, presidente de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI) de la Argentina, se refirió al crecimiento de este sector luego de la Ley de Promoción del Software, “que quiso darle una matriz productiva pero también obligaciones a las empresas para hacerla sostenible, como exigirles exportar e invertir en investigación y desarrollo” (algo que actualmente no se le requiere a las empresas que producen electrónicos de consumo masivo en Tierra del Fuego).

Además, Louzao destacó la importancia de que software y hardware se desarrollen de manera conjunta, ya que históricamente “no han ido de la mano”. Entre las posibilidades de “este desafío” por complementarse, el especialista citó el desarrollo de software embebido, de administración, gestión y logística, entre otros.

“Este año está mostrando una pérdida en el posicionamiento que habíamos logrado en 2013, aunque la industria electrónica todavía conserva el nuevo lugar que ha logrado después de 2009”, sintetizó García y sostuvo: “Ahora, la intención es buscar el modo de sostener lo que hemos conseguido y profundizar aspectos que, con una industria de volúmenes muy superiores a los históricos, merecen tener una reacción diferente a la que se tuvo en el pasado”.