Industria nacional de oro negro

¿Cómo reducir la dependencia energética del país? Un estudio de la UNGS alerta sobre la necesidad de implementar políticas públicas que “obliguen” a las empresas petroleras a adquirir bienes y servicios con mayor porcentaje de contenido local.

Nadia Luna  
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Agencia TSS – La noticia parece repetirse con eco. Cada vez, un poquito más punzante. El precio de la nafta volvió a aumentar. El bolsillo se queja con justa razón, pero esta es apenas una parte del verdadero problema: la importación de hidrocarburos y derivados continúa creciendo. Un hecho clave para comenzar a revertir el déficit fue la expropiación del 51 por ciento del paquete accionario de YPF en mayo de 2012. Sin embargo, la empresa estatal produce poco más de un tercio del petróleo y poco menos de un cuarto del gas que se consumen en el país. El resto está a cargo de las otras sesenta petroleras que operan en suelo argentino, aunque el 90 por ciento del mercado está dominado por solo 17 de ellas. ¿Hacia dónde deberían orientarse las políticas públicas para reducir la dependencia energética y desarrollar la industria nacional de insumos petroleros?

Para responder este interrogante, investigadores del Instituto de Industria de la Universidad Nacional de General Sarmiento (IDEI-UNGS) relevaron distintos aspectos de esas 17 productoras de hidrocarburos y de 1200 empresas proveedoras de insumos petroleros, de capital nacional, distribuidas a lo largo de 16 provincias. A partir del informe, que fue solicitado por el Ministerio de Industria de la Nación y contó con la participación de las carteras de Economía y Planificación, el equipo de la UNGS formuló recomendaciones de políticas públicas para fomentar el desarrollo de la industria local en el rubro.

YPF produce poco más de un tercio del petróleo y poco menos de un cuarto del gas que se consumen en el país.

“Básicamente, propusimos que es necesario formular políticas de industrialización a través de lo que se denomina ‘contenido local’. Es decir, lograr mayor porcentaje de componentes nacionales en los bienes y servicios adquiridos para la actividad petrolera. También, implica una mayor participación local en la gente contratada, para generar más empleos calificados en el país, ya que se trata de un sector de la economía con un alto grado de formalidad laboral”, cuenta a TSS el ingeniero Marcelo Neuman, investigador del IDEI y director del trabajo, realizado durante 2011 y 2012.

Los investigadores remarcaron que, para “obligar” a las petroleras a incorporar mayor contenido local, y que éstas a su vez se lo exijan a sus proveedores, es necesario crear normas, para que luego un organismo se encargue de controlar su cumplimiento. “Hicimos recomendaciones para plasmar políticas de contenido local dentro de la normativa vigente. Pero si bien hay muchas acciones en curso, principalmente las de YPF, como el Programa Sustenta, orientado al desarrollo de proveedores nacionales, se necesitan normas específicas para persuadir a las restantes petroleras y a los proveedores internacionales a que sustituyan componentes. Eso todavía no está y, hasta donde sé, el gobierno no lo ha considerado aún”, plantea el ingeniero.

YPF sustenta

Dos meses después de la recuperación de YPF, la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, convocó a Marcelo Neuman para desarrollar el Programa Sustenta, perteneciente a esas dos instituciones y al INTI. “YPF tenía un plan de inversión para el cual iba a necesitar el desarrollo de proveedores nacionales específicos que acompañen el proceso de inversión. Así que hicimos un diagnóstico de 235 proveedores, situados principalmente en las cuencas productivas de YPF (Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Mendoza). De los 235, se está trabajando con un 30 por ciento. A medida que el plan de inversión siga madurando, se van a ir incorporando más empresas al programa”, cuenta el ingeniero, que coordinó la iniciativa durante un año.

¿Hacia dónde deberían orientarse las políticas públicas para reducir la dependencia energética y desarrollar la industria
nacional de insumos petroleros?

Sustenta consiste en impulsar el crecimiento de los proveedores en distintos aspectos, según las necesidades particulares de cada uno: financiamiento, asistencia técnica, capacitación, solución de problemas administrativos, entre otros. También se trabajó en crear un canal de comunicación directa entre los proveedores de Y-Tec, la empresa formada por YPF (51%) y el CONICET (49%) para la investigación y desarrollo de tecnologías necesarias para el sector energético. “Cuando veíamos que algún proveedor tenía un desarrollo interesante, lo comunicábamos con Y-Tec, que analizaba el proyecto y ayudaba a desarrollar lo que faltaba. Cuando era necesario, con recursos propios, y cuando podía investigar por sí solo, se asistía o vinculaba con otras instituciones y programas”, indica el investigador.

Brasil ordena

Para el informe, los investigadores de la UNGS también revisaron la experiencia internacional en políticas de contenido local. Los primeros casos exitosos fueron los de Noruega e Inglaterra, a fines de los ‘60 y principios de los ‘70. Hoy, ambos países poseen una trama de proveedores de alto nivel, especializados en tecnología offshore (utilizada mar adentro). En tanto, un caso exitoso más reciente es el de Brasil, con políticas instrumentadas por la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP). Durante la última década, el país vecino fue logrando que el peso de la puntuación del contenido local para obtener concesiones sea cada vez mayor.

Un aspecto clave en el éxito de las políticas brasileñas es que la empresa estatal Petrobras posee un rol central en el financiamiento de proveedores y en actividades de I+D junto a universidades federales. Además, la Constitución de ese país le confiere condiciones de monopolio en varias actividades. “Si bien en Brasil la explotación de hidrocarburos tiene participación de los estados, el petróleo es un recurso federal, lo que le otroga más fuerza a la hora de negociar con los grandes proveedores. Otra ventaja es que Petrobras es la empresa dominante y está presente en cada yacimiento, tiene que participar por ley como proveedor o como socio. Sería bárbaro que YPF pudiera llegar a ser así, pero esa decisión está en manos de las provincias, ya que a partir de la reforma de nuestra Constitución en el ‘94, los recursos naturales pertenecen a las provincias”, explica Neuman.

Bajo la presidencia de Lula, Brasil logro que el peso de la puntuación del contenido local para obtener concesiones sea
cada vez mayor.

El ingeniero señala que los gobiernos provinciales implementan políticas de contenido local en sus jurisdicciones, pero a veces no resulta lo más conveniente. “Hay provincias que tienen regulaciones para contratar gente de la zona. Entonces, si un mendocino quiere trabajar en La Pampa no puede. O si una empresa de La Pampa quiere extender su actividad a Mendoza, tiene que abrir una filial que contrate oriundos del lugar y eso le va a encarecer los costos. Por lo tanto, se generan mercados más chiquitos y una especie de competencia entre las provincias”, ejemplifica el experto. Algo similar sucede con la industria metalmecánica, que tiene una importante actividad en Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, pero al ser provincias que no pertenecen a la OFEPHI (Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos), no suelen ser destinatarias de inversiones en el rubro.

“Esos problemas institucionales pueden ser salvados con un muy buen trabajo de coordinación entre los gobiernos provinciales, los ministerios de industria y la OFEPHI, entre otros, trabajando en contenido local a nivel nacional, favoreciendo no solo la industria de las diez provincias petroleras, sino de todo el país. Para eso, la intervención del Estado tiene que ser bastante directa, tratando de afectar lo menos posible la competitividad del sector”, sostiene Neuman.

Vaca Muerta desafía

Para el ingeniero, es importante aprovechar las oportunidades que brinda Vaca Muerta para desarrollar tecnología destinada a la explotación no convencional. “Vamos a extraer petróleo y gas, pero toda la maquinaria va a ser importada y eso va a repercutir en la balanza. Hay que mirar eso con ojos de política de desarrollo local y ver qué se puede sustituir, porque una vez que Vaca Muerta esté en marcha con tecnología extranjera, va a ser más difícil cambiarla. Si empezamos ahora, en unos seis años podemos tener una buena masa crítica de proveedores nacionales desarrollados”, considera el investigador.

Con respecto a políticas a mediano y largo plazo, Neuman propone crear una agregaduría tecnológica en el consulado argentino en Houston, la meca petrolera mundial, donde se encuentran todas las casas matrices de las grandes empresas petroleras y proveedoras. “Al tener una oficina permanente, que articule con esas empresas y estudie sus desarrollos, se podría hacer una transferencia tecnológica interesante”, apunta. “También hay que enfocar esfuerzos al tema de la formación. Hacer de forma masiva lo que ya están haciendo algunas universidades: enviar a jóvenes ingenieros al exterior a formarse en explotación no convencional, porque es lo que se viene y no tenemos ese conocimiento”, concluye.