Pese a que el Gobierno impulsó la Ley de Autopartes, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes anunció que en los primeros cinco meses del año hubo una caída del 9% en su producción. La crisis en Brasil impacta en el sector automotor, cuyo promedio de integración local se mantiene en apenas un 20% y coloca en el país vecino el 70% de sus exportaciones.
Agencia TSS — Echale la culpa a Brasil, podría ser el título de una película sobre los problemas que enfrenta el sector automotor en la Argentina. Sin embargo, los problemas son estructurales y exceden la coyuntura actual, aunque la dependencia con el país vecino es alta: actualmente, el 70% de las exportaciones argentinas de autos tienen como destino a Brasil, que está pasando una grave crisis económica que complica su mercado. Por caso, mientras que en los primeros cuatro meses de 2015 hubo un superávit de 350 millones de dólares en la balanza del sector, en el mismo período de este año se llegó a un déficit de 1.000 millones de dólares.
La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) anunció que en los primeros cinco meses del año hubo una caída del 9% en la producción de autopartes con relación al mismo período del año anterior. En tanto, la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) indicó que la producción automotriz del año pasado sufrió una baja de 11,4% contra las 526.657 unidades que se vendieron en 2015. Este año ya lleva acumulado un 4,6% negativo, con una producción de 173.908 unidades.
El INDEC publicó que la utilización de la capacidad instalada en la industria automotriz local alcanzó apenas el 45% en abril pasado. Sin embargo, para el Ministerio de Producción la tendencia se estaría revirtiendo, al menos temporariamente: en mayo de 2017, las terminales automotrices produjeron un 13,8% más que el mismo mes del año pasado y un 20% más que en abril de 2017.
El año pasado, el Gobierno lanzó dos planes para intentar mejorar los números del sector. Por un lado, un supuesto acuerdo con las empresas automotrices para alcanzar la producción de un millón de vehículos en 2023, aunque no está claro cuáles serán las herramientas para llevarlo a cabo. Por otro, la Ley de Autopartes, que da un crédito fiscal para pagar impuestos que oscilará entre un 4 y un 15% si el vehículo tiene de un 10 a un 30% de integración de partes nacionales. Actualmente, el promedio de la industria se encuentra cercano al 20%, incluida la mano de obra. Históricamente, este bajo nivel de integración nacional significó un problema para esta industria, que se vuelve más deficitaria cuanto más produce y vende.
El informe de la AFAC indica que “el déficit comercial en autopartes del primer trimestre de 2017 ascendió a 1.367 millones de dólares, con un incremento del 2% con relación a los tres primeros meses de 2016”. Luis Cantarella, gerente general de la AFAC, considera que “se hace muy difícil medir el impacto de las medidas que se han tomado en períodos de corto plazo cuando, en un sector como el automotor, los procesos llevan varios años. Lo positivo es que ya se han anunciado algunos proyectos que están en evaluación, aunque todavía no se aprobó formalmente ninguno”.
La industria automotriz local es en buena medida dependiente de Brasil, país con el que se generó una especialización a partir de la cual la Argentina produce pick-ups y autos de gama media, mientras que el país vecino fabrica autos de gama baja y de mayor escala.
Al respecto, Cantarella explicó que “la forma de ganar escala y competitividad es producir tanto para el mercado interno como para el Mercosur, principalmente para Brasil, y para que eso sea posible se necesita que haya flujo de vehículos en ambos sentidos. Este esquema es el que da mayor sustentabilidad a la industria, pero el problema se genera cuando una de las economías se cae, como en este caso sucede con Brasil, y para la Argentina no se generan las exportaciones que permitan compensar las importaciones”.
Según el informe de la AFAC, los principales rubros de exportación de autopartes fueron transmisiones, componentes de motor y motores, mientras que las importaciones fueron de transmisiones, componentes de motor y sistemas eléctricos.
Las importaciones que más aumentaron en el primer trimestre de 2017, en comparación con igual período del año anterior, fueron desde Estados Unidos (fundamentalmente motores y sistemas eléctricos), México (especialmente carrocería y sus partes, componentes de motor y sistemas eléctricos), Tailandia (componentes de motor y transmisiones), Japón (componentes de motor y transmisiones) y Polonia (componentes de motor, sistemas de amortiguación y equipamiento interior), señala el informe.
Actualmente, en la Argentina prácticamente no se producen motores, salvo los de maquinaria agrícola de John Deere. En el resto de los rubros de autopartes no hay una especialización marcada, por lo que en general se importan y exportan los mismos tipos de piezas.
El pasado miércoles 7 de junio, una reunión entre entidades empresarias del sector automotor y sectores técnicos del Gobierno buscó encontrar puntos de encuentro para mejorar la situación. “Hay cuestiones del acuerdo con Brasil, como las arancelarias, que hay que monitorear y revisar. Está el tema de los convenios con los gremios y la presión impositiva, que es una carga que te hunde antes de que puedas respirar”, dijo Cantarella.
08 jun 2017
Temas: ADEFA, AFAC, Autopartes, Brasil, Desarrollo industrial, Industria Automotriz