Vera Álvarez: “El vínculo entre empresas y Estado es imprescindible”

La ingeniera Vera Álvarez se convirtió en la primera mujer en asumir la presidencia de la Fundación Argentina de Nanotecnología. Esta especialista en materiales e investigadora del CONICET habló con TSS sobre los objetivos de su gestión y acerca de cómo potenciar el vínculo con el sector productivo, con el foco puesto en la federalización y las pequeñas y medianas empresas.

Por Vanina Lombardi  
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Agencia TSS – Vera Álvarez es investigadora del CONICET e ingeniera en Materiales por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), donde también es docente. Desde el inicio de su carrera se ha orientado a la investigación aplicada y hace alrededor de dos décadas que se interesa por los posibles modos de vincular los desarrollos científico-tecnológicos con el sector productivo. Fue secretaria de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNMDP y entre sus desarrollos se destaca la plataforma tecnológica para el desarrollo de bio-agroinsumos, UNIBIO, y un spray antiviral elaborado a partir de residuos pesqueros, que logra inactivar al SARS-CoV-2 y otros microorganismos sobre superficies y telas, por más de 24 horas.

A lo largo de su trayectoria, Álvarez fue distinguida con el Premio Houssay en el área de Ingenierías, Arquitectura e Informática por sus investigaciones en materiales compuestos de matriz polimérica, y recibió el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”, entre otros reconocimientos.

Desde hace tres años, Álvarez es vicedirectora del Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA/UNMdP-CONICET) y, desde el 22 de junio, se ha convertido en la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN). En ese cargo fue designada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCYT), Daniel Filmus. En la FAN había sido vocal del Consejo de Administración (durante ocho años) y secretaria del Comité Ejecutivo, desde el año 2020.

¿La llegada a su nuevo cargo estaba prevista o fue algo sorpresivo?

Nosotros nos imaginábamos que iba a haber un cambio. El presidente anterior, Daniel Lupi, hacía 14 años que ocupaba ese cargo, y la evolución de la FAN requería de alguien más joven y que tuviera más que ver con la nanotecnología. Yo trabajo en estas temáticas desde hace más de 20 años. Por otro lado, también era interesante que pudiera hacerlo a una mujer. Así que esa coyuntura y el hecho de que yo conozca internamente a la FAN, no solo por haber estado en el Consejo de Administración, sino porque he participado en todos los programas que tiene, influenciaron en la elección.

«Aunque sigue habiendo un techo de cristal, ahora tenemos presidentas en el CONICET y en la CNEA», dice Álvarez.

¿Qué expectativas tiene para los próximos años de la FAN y qué impronta tendrá su gestión?

Bueno, como hace diez años que estoy en la FAN, aunque esté en distintos roles, no va a haber un quiebre sino una continuidad de ciertas cuestiones, con algunas nuevas que se repensaron y otras que la misma evolución hace que tengan que ir cambiando. Es un momento de diagnóstico, balance y planificación, de organizar nuevos objetivos y comenzar a trabajar en ellos. Me acompaña Laura Toledo, como vicepresidenta, que estuvo ocho años en la FAN y también tiene una visión muy estratégica de cómo vamos a trabajar en todos estos temas. Ella fue quien diseñó los proyectos presemilla y estuvo a cargo del área, además de haber sido directora del FONARSEC.

La acompaña otra mujer, un dato relevante si se tiene en cuenta que, según el relevamiento realizado para el Mapa Nano, más de la mitad de los 2808 profesionales dedicados a la nanotecnología en Argentina son mujeres.

Si, hay mas mujeres en el mapa nano, como también hay más investigadoras que investigadores en Argentina, que no justamente están en los rangos mas jerárquicos ni en los puestos de toma de decisión, pero eso de a poquito se está tratando de corregir. Aunque sigue habiendo un techo de cristal, ahora tenemos presidentas en el CONICET y en la CNEA, por ejemplo.

¿Podría adelantar algunos de los objetivos o lineamientos que estén considerando para la FAN?

Bueno, yo creo que la federalización es fundamental, así como mejorar el vínculo con las empresas, ya sean las que están ahí incubadas o cuando vienen nuevas. Algunas están casi fundacionalmente, hace tres, cuatro o cinco años, y es importante evaluar cada una de las herramientas que tenemos, si el diseño sigue siendo el mismo o es nuevo, y cómo articular con los actores que ya tenemos. También es muy importante el vínculo con el MINCYT, queremos que sea muy fluido y en este momento tenemos un apoyo muy grande del ministro Filmus. Eso nos parece fundamental para poder hacer cosas, discutir el día a día, e incluso ir adaptándonos a los cambios, porque todo lo que tiene que ver con el desarrollo es una cuestión muy dinámica.

¿La necesidad de federalizar es para disminuir la concentración que se da en la provincia de Buenos Aires, que se ve claramente en el mapa de nanotecnología?

Exacto. Creo que, más allá de de tener una sede, o como la llamemos, en determinados lugares, hay que trabajar para que la gente quiera estar allí, en que haya beneficios para las empresas y para potenciar los grupos de investigación que pueden alimentar los desarrollos de estas nuevas pymes o empresas en lugares fuera de Buenos Aires.

Álvarez es investigadora del CONICET e ingeniera en Materiales por la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), donde también es docente.

¿Y cómo piensan implementar eso?

Va a demandar un trabajo muy fuerte. La FAN ya se viene federalizando con charlas de divulgación y queremos hacerlo también con los concursos para distintos laboratorios. Pero ahora, la idea es armar una o dos sucursales en distintos lugares del país, que esperamos poder tenerlas a fines de este año o principios del próximo, una en el sur y otra en el norte. Eso implicará generar un nuevo tipo de trabajo según las necesidades cada región y seguro trasladaremos las actividades de incubación de empresas, por ejemplo, y luego habrá que definir qué queda centralizado y qué se va moviendo.

En cuanto a la transferencia de tecnología y la vinculación con las empresas, que es una de sus especialidades, ¿la idea es promover que los desarrollos nanotecnológicos pasen del laboratorio a una escala productiva y también vincularlos con empresas?

Exacto, puede ser tanto la generación de una empresa de base tecnológica (EBT), como la licencia de una tecnología tanto en patente como en know how. La idea es ayudar mucho a los investigadores en lo que es la protección de la propiedad intelectual, en cómo vincularse en ese sector. Todo esto, por supuesto, con las instituciones de las cuales cada uno dependa, porque el CONICET tiene su forma de trabajo en eso y cada universidad también.

¿Cómo ve al vínculo entre empresas y Estado?

Yo creo que ese vínculo es imprescindible para poder sacar las cosas que se hacen en los laboratorios y que le cambien la realidad a la gente, que es lo que buscamos. Ese vínculo tiene que existir y el Gobierno es quien tiene que ponerse entre el sector público y privado para generar instrumentos de financiamiento y para hacer fluir ese vínculo, y la FAN tiene mucho que ver con ese nexo.

«Creo que la federalización es fundamental, así como mejorar el vínculo con las empresas, ya sean las que están ahí incubadas o cuando vienen nuevas», dice Álvarez.

¿Desde la FAN están trabajando al respecto?

Sí. Por un lado, vamos a relanzar el encuentro NanoMercosur. El último fue en el año 2017, en 2019 no lo pudimos hacer por el contexto electoral de entonces y luego lo impidió la pandemia. Por otro lado, hace tres años también que tampoco se hace la convocatoria a proyectos presemilla, que los últimos habían sido de un monto de 100.000 pesos y ahora esperamos poder llevarlo a un millón y cambiar de escala de proyecto. En agosto podría salir la ley de la bio-nanotecnología, que tiene media sanción en Diputados. Eso le va a dar beneficio fiscal a las empresas que trabajen en estas temáticas, con lo cual ahí vamos a tener que apuntalar en muchos proyectos públicos o privados. También hemos tenido reuniones con Fernando Peirano, presidente de la Agencia I+D+i, que nos ha ofrecido algunas líneas de financiamiento específicas, sobre todo del FONTAR, pensando en las empresas relacionadas exclusivamente a nano. Y nos estamos reuniendo con las instituciones del sistema nacional de ciencia y tecnología para organizar cosas conjuntas y aprovechar las potencialidades sin superponernos. La idea es armar redes para poder potenciar lo que ya se hace en nanotecnología. También queremos tener reuniones con las aceleradoras de productos de proyectos científicos en nuestro país, que son cuatro: Aceleradora del Litoral, Cites, Gridx y SF500.

¿Cuál es el aporte que la nanotecnología le puede brindar al desarrollo industrial?

En cuanto a qué cosas se pueden desarrollar, son infinitas. Durante la pandemia salieron los barbijos Atom Protect, que tienen nanopartículas. La nanotecnología también se usa mucho en agro, en remediación de agua, en biomedicina. Hay industrias de todos estos sectores, de cosas que utilizamos cotidianamente, como las plantillas para zapatillas, que eliminan malos olores usando nanopartículas de titanio o de plata. El campo de aplicación es muy grande, se podrían sustituir un montón de importaciones aprovechándola en nuestro país. Incluso, hay industrias que hacen nano sin saberlo, y eso también tenemos que ver cómo capitalizarlo y cómo hacer que se enteren que están en esta órbita, y que eso también puede darles nuevas opciones.

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