La vacuna argentina contra la COVID-19, desarrollada por la UNSAM, el CONICET y el Laboratorio Cassará, atravesó con éxito la fase 1 y los resultados indican que puede aumentar hasta 30 veces los anticuerpos contra el virus. Es la primera vez que una vacuna preventiva de enfermedades infecciosas diseñada en el país completa esta etapa.