Red de Spin-Offs Universitarias: Hacia la internacionalización de empresas nacionales

Las universidades nacionales de Córdoba, Cuyo y Tucumán se sumaron a la red que nuclea a las empresas incubadas en campus universitarios. El anuncio se realizó durante el tercer plenario de la red, que se realizó en el Campus Miguelete de la UNSAM. Además, doce empresas nacidas en el ámbito universitario contaron sus experiencias y desarrollos tecnológicos.

Por Vanina Lombardi y Nadia Luna  
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Agencia TSS / Noticias UNSAM – “Quienes estamos en contacto con las demandas del territorio, tanto sociales como socioproductivas, somos las universidades, por eso entendemos a la universidad como solución: el trabajo de investigación, en este caso, se traslada a la sociedad como spin-off”, dijo Ana María Llois, vicerrectora y secretaria de Investigación, Desarrollo e Innovación de la UNSAM, durante la apertura del Tercer Plenario de la Red de Spins-Off Universitarias (SOU), que se desarrolló los días 11 y 12 de diciembre en el Campus Miguelete.

En el ámbito académico, el término spin-off se utiliza para designar proyectos que surgen, a la manera de esquejes, como brotes de ecosistemas previos. Por ejemplo, empresas formadas por miembros de centros de investigación universitarios, cuya base suele ser la investigación aplicada al desarrollo de nuevas tecnologías, al crecimiento regional, a la creación de empleo de calidad y a la generación de valor agregado.

La Red SOU fue creada en julio de 2023 por las universidades nacionales de El Litoral (UNL), La Plata (UNLP) y la UNSAM, con el objetivo de aunar esfuerzos y conocimientos para potenciar el ecosistema de empresas allí incubadas, así como fortalecer la cooperación interuniversitaria, consolidar la vinculación con el sector productivo y generar valor agregado a las investigaciones, lo que promueve la innovación y el desarrollo económico.

“El objetivo de esta red no es la red en sí misma, sino las acciones conjuntas que permitirán desarrollar nuevas empresas de base tecnológica en el país”, destacó Diego Comerci, subsecretario de Desarrollo e Innovación de la UNSAM, durante el encuentro. Por su parte, el rector Carlos Greco felicitó la iniciativa y propuso: «Me encantaría que la red sea un sujeto de financiamiento internacional, aprovechando que tenemos los atributos de la tradición, la innovación y el asociativismo, y que funcione como un entramado que promueva un desarrollo científico-tecnológico inclusivo».

La Red SOU fue creada en julio de 2023 por las universidades nacionales de El Litoral (UNL), La Plata (UNLP) y la UNSAM para potenciar el ecosistema de empresas allí incubadas. Foto: Leandro Martínez

Durante el encuentro, las autoridades universitarias firmaron el reglamento constituyente de la red SOU, que tiene como objetivo promover la colaboración entre las instituciones para el desarrollo de programas de entrenamiento, financiamiento y otras iniciativas que impulsen la creación y crecimiento de spin-offs universitarias, así como fomentar la formación de empresas de base tecnológica a partir de las investigaciones realizadas en estas universidades.

“Durante este año de trabajo, consensuamos una reglamentación para el funcionamiento de la red, en la que definimos los objetivos y la gobernanza, que acaban de ser aprobados por los tres consejos superiores, y avanzamos en la estrategia de crecimiento de la red, que se va a plasmar en esta reunión”, detalló Comerci. Como parte de la estrategia de crecimiento, en este tercer encuentro se incorporaron tres universidades públicas nacionales que decidieron sumarse a la red SOU con sus empresas de base tecnológica: la de Córdoba (UNC), la de Cuyo (UNCuyo) y la de Tucumán (UNT).

“Estamos muy contentos de integrarnos a la red, con la expectativa de generar conocimiento compartido y buenas prácticas, entendiendo que la colaborativa es la mejor forma de avanzar hacia el interior de cada una de nuestras universidades”, celebró Leandro Montbrun, coordinador de la Incubadora de Empresas UNCUYO, la cual ya tiene 15 empresas consolidadas a lo largo de veinte años de funcionamiento.

“Este tercer encuentro abre las puertas para que tres universidades nos incorporemos a la red, lo cual me parece sumamente importante y muy enriquecedor para todos, porque además nos permite presentarnos ante distintos organismos con un reglamento ya hecho, teniendo en cuenta montones de variables analizadas”, coincidió Mónica Tirado, secretaria de Ciencia, Arte e Innovación Tecnológica, área que también tiene alrededor de 15 spin-offs y acaba de crear una Secretaría de Desarrollo Tecnológico a la que, afirma, le será “mucho más fácil” desarrollarse y crecer a partir de esta incorporación a la Red SOU.

Como parte de la estrategia de crecimiento, en este tercer encuentro se incorporaron a la red tres universidades públicas nacionales que decidieron sumarse con sus EBT: la de Córdoba (UNC), la de Cuyo (UNCuyo) y la de Tucumán (UNT). Foto: Leandro Martínez

Por su parte, Santiago Palma, secretario de Innovación y Vinculación Tecnológica de la UNC, coincidió en la relevancia de trabajar con universidades que tienen mucha trayectoria y experiencia. “Poder trabajar con una red colaborativa nos permite sumar experiencias e intercambiar cuestiones reglamentarias, desafíos, oportunidades y dolores que tenemos como universidades, algo que suma sobre todo en la dinámica de la universidad pública y en el momento difícil en el que estamos”, subrayó Palma.

Por otro lado, la Universidad Católica de Córdoba también participó de este encuentro como observadora, con la intención de conocer las características y el funcionamiento de la red. “Es un placer compartir esta instancia de trabajo colaborativo sabiendo que vamos a poner en escena todo nuestro background de conocimiento, de las cosas que hacemos bien y no tan bien, para fortalecer el ecosistema y hacer transferencias de institución a institución con la cultura organizacional que cada una trae”, comentó Leonela Ferraresi, directora de Vinculación Tecnológica de esa institución, que “seguramente muy pronto” estará firmando el convenio de adhesión a la Red SOU.

Durante las dos jornadas que duró el encuentro, las autoridades universitarias se refirieron a las normativas relacionadas con la creación y el funcionamiento de las empresas incubadas así como a aspectos vinculados con el valor de las marcas, las inversión que realizan las universidades para el desarrollo de estos emprendimientos —que muchas veces es invisibilizada— y los desafíos que representan, por ejemplo, las patentes y la propiedad intelectual de las innovaciones desarrolladas. Además se refirieron al vínculo entre universidades, empresas y CONICET, y mencionaron la posibilidad de armar un repositorio digital que permita comparar y unificar reglamentaciones y criterios de trabajo.

Durante este tercer encuentro, las universidades tuvieron una comunicación directa con el German Acceleraton Project de Alemania a través de la embajada de ese país, que centraliza políticas y acciones de promoción de la internacionalización de las start-ups alemanas. “La idea es aunar esfuerzos para favorecer y acelerar el desarrollo de nuestras empresas, no solo a nivel nacional, sino también internacional: queremos escuchar su experiencia y ver las posibilidades de cooperación entre nuestra red y la de ellos”, afirmó Comerci, que aseguró: “Nuestra red va a crecer a partir del éxito de las empresas que surjan de ella. No tiene sentido tener una red poderosa con empresas que no funcionan”.

Durante el encuentro, las autoridades universitarias firmaron el reglamento constituyente de la red SOU, que tiene como objetivo promover la creación y crecimiento de spin-offs universitarias. Foto: Leandro Martínez.

Las empresas de base tecnológica presentadas en el encuentro

  • Biotecnofe (UNL)

Empresa biotecnológica que se dedica al desarrollo de bioterapéuticos de uso veterinario de nueva generación. Surgió de la vinculación entre un grupo de investigación del Laboratorio de Desarrollo Biotecnológico de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL y la empresa Zoovet. A través de ingeniería genética, producen vacunas y hormonas recombinantes.

“Cuando empezamos, nos dimos cuenta de que sabíamos investigar y producir antígenos de buena calidad, pero desconocíamos algo muy importante que tiene que ver con la comercialización y el armado de una planta de producción. Por eso nos aliamos con Zoovet, para encarar ese proceso”, contó Claudio Prieto, referente de la empresa.

 

  • Chemtest (UNSAM)

Se especializa en el desarrollo de kits para el diagnóstico de enfermedades infecciosas de forma simple y precisa. Fue fundada por los investigadores Diego Comerci, Andrés Ciocchini y Juan Esteban Ugalde a partir del trabajo que venían realizando para mejorar la detección de ese tipo de afecciones. Entre sus productos, está el desarrollo de test de alta precisión para dengue, síndrome urémico hemolítico, brucelosis, COVID y chagas.

“El espíritu de Chemtest está en el manejo de tecnologías basadas en la producción y purificación de proteínas recombinantes, la producción de anticuerpos monoclonales y policlonales, y el desarrollo de glicoproteínas recombinantes, una tecnología que fue muy importante para el desarrollo de muchos de nuestros productos”, explicó Ciocchini.

 

  • BrinDx (UNT)

Se enfoca en el desarrollo de tecnologías de vanguardia para el diagnóstico temprano de enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson y Alzheimer. Sus tecnologías apuntan a detectar los biomarcadores que comienzan a acumularse en el cerebro en las etapas iniciales, como la proteína alfa-sinucleína, vinculada al Parkinson.

“Todas las neurodegenerativas tienen la misma fisiopatología, entonces simplemente cambiando el anticuerpo podemos tener tecnologías para otras enfermedades, como Alzheimer y Huntington”, indicó Rosana Chehin, investigadora del CONICET y referente de BrinDx.

BrinDx se enfoca en el desarrollo de tecnologías de vanguardia para el diagnóstico temprano de enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson y Alzheimer. Foto: Prensa UNT
  • M4Life (UNT)

Se especializa en el desarrollo de soluciones microbiológicas para la agricultura y el medio ambiente. Estos productos tienen diversas ventajas: no están basados en organismos modificados genéticamente (OGM), son sencillos de usar y son compatibles con otras tecnologías.

Los microorganismos se aíslan de las raíces de las plantas y se implementa un proceso de “bioentrenamiento” para mejorar la resistencia al estrés y la adaptación del cultivo. Luego, se usan las semillas como vehículo para transportar esos microbios bioentrenados al suelo, lo que contribuye a un mayor crecimiento de las plantas y a la restauración de la biodiversidad.

 

  • Boolzi (UNLP)

Empresa que utiliza herramientas de inteligencia artificial y machine learning para optimizar el ciclo de descubrimiento y desarrollo de medicamentos para que más tratamientos lleguen a los pacientes a menores costos.

Desarrollar un nuevo medicamento es un proceso costoso y largo y se estima que de cada diez mil moléculas investigadas, solo una se convierte en un medicamento aprobado. El servicio de BOOLZI combina algoritmos de aprendizaje automático propios con enfoques basados en estructuras y experiencia humana para descubrir nuevas oportunidades para los compuestos discontinuados, resultando en precios más bajos para medicamentos innovadores.

 

  • Gameet (UNC)

Creada por dos biólogos de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, busca mejorar la efectividad de los tratamientos de fecundación asistida. Para ello, diseñaron un dispositivo impreso en 3D llamado microFIV, que realiza un proceso selección de espermas e incubación de los óvulos mucho más efectivo que cuando se realiza de forma manual.

“La demanda es grande porque se realizan unos cuatro millones de tratamientos por año en el mundo. Lo que proponemos es una especie de fábrica de embriones en miniatura, que simplifica y mejora los procesos naturales de selección de espermatozoides. Esperamos comenzar con los ensayos clínicos en 2026”, apuntó Maximiliano Tournament, cofundador de Gameet.

Gameet busca mejorar la efectividad de los tratamientos de fecundación asistida. Foto: Unciencia
  • APOLO Biotech (UNL)

Empresa biotecnológica que se dedica al desarrollo de soluciones innovadoras para una producción agrícola sostenible. Se basa en la utilización de ARN, una molécula con un rol clave en la transmisión de información genética, producido fuera de la planta para inducir la generación de una respuesta inmune contra distintos tipos de hongos y otros patógenos que atacan a cultivos de interés comercial, evitando el uso de agroquímicos.

“Ahora tenemos proyectos para explorar productos basados en ARN para atacar problemas para los cuales no existen soluciones hoy en día, por ejemplo, usar ARN para que las plantas toleren mejor la sequía o los impactos de las altas temperaturas”, detalló Federico Ariel, investigador del CONICET y creador de la empresa.

 

  • Energe (UNCUYO)

Desarrolla tecnologías para el aprovechamiento de la energía solar desde 2007. Producen termotanques solares de fabricación propia, sistemas de energía solar fotovoltaica autónomos y de inyección a la red, sistemas de climatización de piscinas y bombas solares.

“Desarrollamos un termotanque solar adaptado a la variabilidad de climas y de tipos de agua que tenemos en Argentina, que es muy grande. Este último año fue difícil en lo económico y hemos tenido que hacer algunas adaptaciones. Hoy estamos desarrollando productos nuevos con la idea de que también sean más accesibles para el público”, contó Leonardo Scollo, cofundador de Energe.

 

  • Tecsci (UNSAM)

Está radicada en el Instituto de Nanosistemas de la UNSAM y se dedica al desarrollo y comercialización de equipamiento científico-industrial. Los cofundadores son Gastón Corthey y Martín Gambarotta, quienes utilizan sus habilidades en programación, electrónica y mecánica para realizar equipos a medida a partir de hardware de código abierto y reemplazar así la adquisición de equipamiento importado y de alto costo.

“Para poder lograr esto, fue imprescindible trabajar en estrecha relación con la universidad, porque más allá del financiamiento, hay muchas cosas disponibles que son de gran utilidad para las empresas, como el departamento de vinculación tecnológica, los laboratorios, talleres mecánicos y otras instalaciones de gran valor”, remarcó Corthey.

Tecsci se dedica al desarrollo y comercialización de equipamiento científico-industrial. Foto: Tecsci
  • Nanotransfer (UNC)

Empresa que se dedicada al desarrollo de una estrategia terapéutica basada en nanopartículas para tratar enfermedades genéticas como la fibrosis quística, la piel de cristal y la hemofilia. Surge a partir de la experiencia de investigadoras de la Facultad de Ciencias Químicas del a UNC y se enfoca en el desarrollo de un sistema de delivery de genes que utiliza nanopartículas inorgánicas con capacidad para actuar como vehículos de material genético en diversas terapias.

Las terapias génicas se utilizan para intentar corregir el funcionamiento incorrecto de ciertos genes incorporando ADN modificado a las células con el fin de corregir el comportamiento defectuoso.

 

  • RAS – Mr. Turno (UNCUYO)

Creó un sistema de gestión integral de turnos médicos que facilita la interacción entre médicos y pacientes. En la primera etapa (hasta la pandemia), estaba focalizado en brindar un mejor servicio a los médicos, ante la problemática de que siempre eran los últimos en cobrar por el servicio. Luego de la pandemia, el foco pasó a estar en el paciente para mejorar el acceso a la salud.

“Hoy el desafío que tenemos es expandir este servicio que ha funcionado muy bien como prueba de concepto y estamos viendo qué alternativa seguir: si fusionarnos con otras empresas que ofrecen un servicio similar o trabajar con nuevos inversores”, comentó Daniel Sánchez, referente de Mr. Turno.

 

  • Biovires (UNLP)

Ofrece soluciones biológicas basadas en hongos para el control de plagas y enfermedades en cultivos extensivos e intensivos. Su objetivo es impulsar el desarrollo de insumos biológicos de alto rendimiento y amigables con el ambiente, brindando a las empresas del sector agrícola herramientas más eficaces.

“Además de los insumos, realizamos capacitaciones para el personal técnico y agricultores sobre el uso y la incorporación de estas nuevas tecnologías. Creemos firmemente que la ciencia puede ser el puente a una agricultura más sostenible y respetuosa”, afirmó Ana Clara Scorsetti, cofundadora de Biovires.

 

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