Mosquitos resistentes a insecticidas

Un estudio científico detectó la presencia de mosquitos resistentes a fumigaciones en la provincia de Buenos Aires. Se trata de insectos que tienen una mutación genética que los hace inmunes a los insecticidas que se suelen aplicar en la Argentina. Sin embargo, esta inmunidad no se da contra los repelentes que se utilizan de manera individual, que siguen siendo efectivos.

Por Matías Alonso  
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Agencia TSS – Hace muchos años que se fumiga en zonas urbanas como medio de prevención contra la aparición de mosquitos, especialmente el Aedes aegypti, el mosquito transmisor de enfermedades como dengue, zika y chikungunya. Esta medida es eficiente para eliminarlos pero en el camino también mata muchos insectos, algunos que son muy beneficiosos, como las abejas polinizadoras o las libélulas que comen mosquitos. Pero el uso generalizado de estos insecticidas también generó que los mosquitos que tenían una mutación genética que los hacía inmunes a este químico pudieran desarrollarse en un ambiente libre de depredadores y competidores.

Un informe presentado el año pasado en la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio como resultado la presencia de mosquitos con esta mutación genética que los hace resistentes a insecticidas presentes en el sudeste asiático. Debido a que en la Argentina hace muchos años que se hacen fumigaciones preventivas contra mosquitos, un estudio de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el CONICET en el área metropolitana de Buena Aires y en Pergamino comprobó la hipótesis de que los mosquitos presentarían también esta mutación. En un trabajo previo también habían sido detectados estos mosquitos con mutaciones en las provincias de Salta y Jujuy.

El proyecto fue llevado a cabo por un equipo interdisciplinario de científicas y científicos pertenecientes al Laboratorio de Neurobiología de Insectos (CENEXA-CREG-UNLP- CONICET), el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP) y el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, CONICET-UNLP-asociado a la Comisión de Investigaciones Científicas bonaerense).

«Las fumigaciones son herramientas muy útiles cuando se usan con criterio», dice Ons.

Los insecticidas piretroides (elaborados a partir del sintetizado de moléculas con actividad insecticida) son usados tanto en fumigaciones hechas por municipios así como en muchas casas particulares. Suelen ser útiles para controlar focos cuando se sabe que en una manzana hubo casos de transmisión de enfermedades y así eliminar al mosquito infectado. Pero las mutaciones presentan una barrera para el uso de esta técnica: “Encontramos que en algunos municipios hasta el 30% de los mosquitos tenían mutaciones que los hacían resistentes a insecticidas. De los 17 municipios analizados, Berazategui fue el que tenía porcentajes más altos. Pergamino, el único fuera del AMBA, fue uno de los más bajos. Es llamativo que encontramos una correlación directa entre la cantidad de mosquitos con mutaciones y la cantidad de casos de dengue que hubo el año pasado. Es cierto que mientras más dengue hay, más se fumiga, y mientras más se fumiga mayor cantidad de mosquitos resistentes se generan”, le dijo a TSS Sheila Ons, doctora en Neurociencias y directora del Laboratorio de Neurobiología de Insectos que forma parte del CENEXA (Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada) de la UNLP.

“Las fumigaciones son herramientas muy útiles cuando se usan con criterio. Cuando hubo un brote de dengue focalizado es bueno usarlas, pero no se deben usar como prevención. Además, las directivas de la OMS son muy claras sobre los momentos del año y la hora del día en que se deben aplicar. Esta costumbre de fumigar para que no haya mosquitos durante una fiesta en el jardín es contraproducente”, explicó Ons.

La molécula del piretroide interactúa con una proteína que está en la membrana de las neuronas del mosquito y el insecticida genera una sobrexitación nerviosa de esa membrana que mata al mosquito. Las mutaciones se dan justamente en el gen que interactúa con esa proteína y la hacen ligeramente diferente, lo suficiente como para que el insecticida no afecte la función sobre la neurona. Para realizar el estudio, se recolectaron más de 20.000 huevos de mosquito, se los hizo crecer hasta que fueran adultos y se analizaron 30 adultos de cada municipio para buscar si tenían las mutaciones.

Si bien el uso de los insecticidas todavía puede resultar efectivo, su abuso hará que cada vez sean menos eficientes.

“La mutación se da por una variabilidad natural de las poblaciones en las que pueden nacer individuos que son diferentes. Si no se usara el insecticida, esa mutación no le daría ninguna ventaja adaptativa a esos mosquitos, por lo que no se encontrarían en alta frecuencia. Pero con la presencia del insecticida mueren todos los mosquitos menos los que tienen esa mutación, con lo que estos se reproducen y generar mayor descendencia. Es algo que está favoreciendo el ser humano por su modificación del ambiente”, agregó Ons.

Si bien el uso de los insecticidas todavía puede resultar efectivo, su abuso hará que cada vez sean menos eficientes. Por eso la principal recomendación para evitar la presencia de mosquitos es el descacharrado, el uso de repelentes y el uso de ropa de manga larga. También se está aplicando en el país la técnica de mosquito estéril, que reduce las poblaciones de mosquitos sin afectar a otros insectos ni al ambiente.

El estudio fue financiado por la convocatoria Ideas Proyecto de la Comisión de Investigaciones Científicas (CICPBA) y también por un proyecto Salud Investiga –que hasta 2023 otorgaba el Ministerio de Salud de la Nación–, en el cual intervinieron la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia y el Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemo-Epidemias (CENDIE-ANLIS-Malbrán).

“Nuestro grupo de trabajo está formado por gente que trabaja en esto hace muchos años. Una de las investigadoras es una profesional brillante, hizo todo el camino de mérito y salió aprobada en la convocatoria del año 2023 pero su designación está frenada, no está efectivizado su cargo. Ella tiene una beca que le dura hasta marzo y, cuando se termine, aunque es una investigadora muy formada, debería buscarse otro camino porque no va a poder seguir haciendo ciencia en nuestro país. Este es el caso más grave que tenemos, tampoco pudimos incorporar gente nueva ni crecer, pese a que tenemos resultados interesantes en temas de mucha actualidad”, lamentó Ons acerca del desfinanciamiento del sector científico-tecnológico por parte del Gobierno nacional.

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