¿Cuál es la relación entre ética, ingeniería y sociedad? Esa es la pregunta que guía diversas acciones de investigación y divulgación de un grupo interdisciplinario de profesionales de la Facultad de Ingeniería de la UBA.
Agencia TSS – Los desarrollos tecnológicos, en particular aquellos vinculados a la salud, como prótesis, marcapasos y otros artefactos electrónicos, pueden modificar la calidad de vida de las personas. Pero la tecnología médica también puede tener efectos negativos y estos deben ser contemplados en el diseño y uso de un dispositivo. Las radiaciones ionizantes –que recibe el cuerpo durante un estudio de rayos X o una tomografía computada–son muy eficaces para diagnosticar y controlar enfermedades, pero también pueden provocar complicaciones en la salud, a veces muy graves si se las utiliza de manera incorrecta o excesiva. Por eso es clave que los ingenieros que desarrollan equipamiento biomédico evalúen desde el inicio de su trabajo las consecuencias que una tecnología puede tener en el destinatario.
“El ingeniero tiene que diseñar un aparato de rayos X, por ejemplo, que use las dosis adecuadas y que, además, incluya un sistema de alarma que le avise al operador si se superan ciertos límites”, dice Jorge Cornejo, doctor en física e investigador docente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA), donde coordina diversos grupos de trabajo a través de los cuales reflexionan y difunden información vinculada no solo con el impacto de las radiaciones ionizantes sobre la salud humana, sino también sobre otras situaciones que involucren la bioética en ingeniería.

trabajo las consecuencias que una tecnología puede tener en el destinatario.
“Ese es solo un ejemplo, pero hay muchos. En el diseño de cualquier artefacto aplicado a la salud, como un marcapasos, el rol del ingeniero es sumamente relevante porque es quien determina, de alguna manera, cómo se comportará ese equipo”, agrega Cornejo y explica que uno de los proyectos que lleva adelante consiste en investigar qué aspectos de la bioética se vinculan con la ingeniería y cuáles resultarían útiles en la formación de los ingenieros.
“También investigamos sobre la etapa formativa de los ingenieros. Ahora estamos trabajando en una encuesta sobre la actitud que los alumnos de ingeniería tienen con respecto a lo social, al rol de la ingeniería en la sociedad, y vemos que la mayoría de ellos no lo tiene muy claro o directamente no lo tiene en cuenta”, advierte Cornejo y destaca que la primera etapa de esta investigación –que es parte de un proyecto UBACYT– ha sido reconocida en 2014 por la Fundación Jaime Roca, “que promueve anualmente un premio de bioética, en el que obtuvimos la segunda mención. Lo interesante es que debemos ser uno de los primeros grupos de ingeniería en obtenerla”, subraya.
La primera etapa de este proyecto de investigación fue exploratoria y se desarrolló de 2012 a 2014. Ahora, un equipo de alrededor de diez investigadores está trabajando en la segunda etapa, que se extenderá desde el 2014 hasta el 2017. “Queremos difundir la actitud que los ingenieros deberían tener frente a los equipos médicos, porque muchos de ellos trabajan en su diseño y mantenimiento, y capacitan a los médicos y técnicos que los usan”, enfatiza Cornejo y agrega que, en paralelo, también están desarrollando otros dos proyectos vinculados a la difusión de conocimientos.

de Buenos Aires y la comunidad, vinculando el aporte universitario a diversas problemáticas comunitarias.
Uno de ellos es un proyecto UBANEX, mediante el cual se acercan a distintos públicos de la sociedad para difundir y reflexionar acerca del impacto de las radiaciones ionizantes sobre la salud humana. Entre los destinatarios de este trabajo, del cual participan alrededor de 20 personas entre estudiantes y docentes de distintas disciplinas, se encuentran profesionales y técnicos de la salud, estudiantes de escuelas secundarias y la población en general. “Hay mucho desconocimiento sobre el tema, tanto a favor como en contra. En ciertas ocasiones hemos encontrado un temor infundado con respecto a las radiaciones y en otras una confianza excesiva. Lo que buscábamos era generar una actitud equilibrada por parte de la comunidad, en el sentido de que no rechace los estudios con radiaciones ionizantes porque son muy útiles, sino que los utilice cuando el beneficio que se obtiene con ellos supera los riesgos”, aclara el especialista.
El otro es un proyecto que forma parte del programa de Incentivo de Vocaciones para el Estudio de la Física (INVOFI), financiado por la Asociación Física Argentina, destinado a los alumnos de escuelas secundarias. “En realidad, es para incrementar vocaciones en ciencia e ingeniería en general; este es el cuarto programa en el que participamos. Estamos terminando uno que trata sobre la relación entre física y tecnología y vamos a empezar otro vinculado a la divulgación científica”, concluye Cornejo.
29 sep 2015
Temas: Bioética, FIUBA, Ingeniería, UBACYT, UBANEX