Imágenes con vuelo propio

Una empresa desarrolló sus propios drones para ofrecer servicios de análisis de cultivos. Obtuvieron financiamiento del MINCYT para desarrollar dos modelos con distintas aplicaciones y hoy buscan comercializar sus equipos para que los mismos usuarios puedan hacer los relevamientos.

Por Matías Alonso  
__

Agencia TSS Cuando los integrantes de Foto Aérea decidieron comenzar a trabajar en el análisis de fotografías satelitales de campos, en el año 2009, por entonces se topaban con la dificultad de que los satélites repetían su pasada por un lugar específico una vez cada 15 días, por lo que si ese día estaba nublado no tenían la información sobre el campo que querían analizar durante todo un mes.

Además, las imágenes satelitales que conseguían no tenían buena resolución y dificultaban el desarrollo de la agricultura de precisión. Por eso decidieron adquirir sus propias imágenes desde drones, pero los modelos que conseguían en el mercado no podían llevar las cámaras multiespectrales necesarias para el trabajo. Un año después, la iniciativa obtuvo un aporte no reembolsable (ANR) del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR), del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCYT), con el que comenzaron a desarrollar sus propios drones a la medida de sus necesidades.

“El desarrollo del producto fue bastante complicado, más que nada porque no había mercado para la venta o para prestar servicios. Recién hace dos años empezó una demanda sostenida como para que el negocio funcione”, explica Erik de Badts, un biólogo belga especializado en cartografía que se radicó en la Argentina en 2008 y creó Foto Aérea junto a otros socios.

El componente central en el diseño, en función de los usos que tenían en mente, era la cámara multiespectral, por lo que el desarrollo de los drones se hizo en función de que fueran capaces de transportarla ­–por su peso­– y tener un desempeño en vuelo que facilitase su rendimiento a la hora de tomar fotografías. Este tipo de cámaras, además trabajar en el espectro de luz visible, toman registros en dos de luz infrarroja. Uno sirve para determinar la biomasa de la planta y el otro para determinar la actividad de la clorofila en los cultivos, lo que permite estimar el potencial de crecimiento de la planta. También se agregan sensores térmicos para medir el contenido de agua ya que, especialmente en cultivos de riego como el arroz, es muy importante determinar el momento indicado para regar en cada lote.

asesor1
El modelo de ala volante tiene una autonomía de 60 minutos a 70 km/h y puede mapear 400 hectáreas por vuelo.

La empresa cuenta con dos modelos de drones de diseño y producción propia: un multirrotor y un ala volante. La ventaja del primero es que no necesita espacio para aterrizar y despegar, ya que lo hace de manera vertical. Este dron tiene una autonomía en vuelo de 20 minutos y es ideal para mapeos de hasta unas 20 hectáreas, por lo que son adecuados para filmaciones, seguimientos de obras y pequeñas plantaciones, como las de frutales. El otro modelo es el ala volante, que utiliza un sistema de catapulta elástica automática y vuela más rápido que el anterior (con una autonomía de 60 minutos a 70 km por hora) y permite mapear 400 hectáreas por vuelo. Así, en un día, y teniendo en cuenta el tiempo de bajada de información y el desplazamiento de un lugar a otro, podría cubrir unas 2.000 hectáreas.

Los drones usan un piloto automático basado en un desarrollo de hardware libre llamado Pixhawk. “A los primeros modelos los compramos entre 2009 y 2010 y eran muy básicos. Hemos roto muchos drones probándolo, pero ahora tenemos nuestra propia versión del autopiloto, lo hemos integrado en nuestros equipos y lo adaptamos para que fuera sencillo de usar para el usuario”, dice de Badts.

La cámara multiespectral registra la biomasa y la actividad de la clorofila en los cultivos. Los sensores térmicos miden aspectos como el contenido de agua.

Sus clientes se dividen en cuatro grupos. El primero es el de los agrimensores, que usualmente ofrecen el servicio de medir con precisión cuatro o cinco puntos específicos de un campo. Un segundo grupo de clientes es el de los grandes productores agrícolas acostumbrados al análisis de imágenes multiespectrales, que suelen trasladar esos datos para su uso en cosechadoras y fumigadoras de precisión. El tercero es el de los asesores en agroquímicos, que utilizan estas herramientas para el control de malezas resistentes a herbicidas. Y el cuarto es el de los aficionados al vuelo de drones que buscan desarrollar nuevas soluciones más allá de las tradicionales filmaciones caseras.

Actualmente, el modelo de negocio de la firma está cambiando, ya que tras muchos años de ofrecer el servicio de adquisición y análisis de imágenes, están pasando directamente a la venta de los drones y la capacitación para su uso. “Los drones tienen vuelo autónomo, por lo que no es necesario tener conocimiento sobre cómo manejarlos, pero sí hay que saber programarlos y lanzarlos”, explica de Badts. También les enseñamos a nuestros clientes sobre cómo usar el software para cargar las fotos que resultan del vuelo y convertirlas en un mapa”, concluye.


Notice: compact(): Undefined variable: limits in /var/www/agenciatss/agenciatss.com.ar/wp-includes/class-wp-comment-query.php on line 863

Notice: compact(): Undefined variable: groupby in /var/www/agenciatss/agenciatss.com.ar/wp-includes/class-wp-comment-query.php on line 863

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *