El proyecto de aviones no tripulados SARA, coordinado por la empresa Invap, también busca que diferentes dependencias del área de Defensa puedan incorporar capacidades en la gestión de proyectos tecnológicos complejos.
Agencia TSS – El desarrollo de proyectos tecnológicos complejos suele requerir de la interacción de actores de diferentes disciplinas y de grandes esfuerzos de coordinación. En la Argentina, la empresa rionegrina INVAP se posicionó como una referencia en cuanto a la gestión exitosa de proyectos tecnológicos en áreas de extrema complejidad como la nuclear y la aeroespacial. Es por esto que, a partir del proyecto Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA), de aviones no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), desde el área de Defensa se pretende incorporar algunas de las herramientas y metodologías de gestión de proyectos utilizadas por INVAP.
A partir de la coordinación de SARA por parte de Invap (por pedido del Ministerio de Defensa), se enviará personal de diferentes dependencias del organismo a la empresa con sede en Bariloche para su capacitación en los aspectos técnicos de la construcción de los diferentes sistemas que confluyen en la fabricación de un UAV, pero también para su formación en la gestión de proyectos tecnológicos complejos y aspectos que hacen a la integración de componentes y a la relación con los diferentes proveedores específicos de la iniciativa.
Una vez finalizado el proyecto, el personal volverá a sus respectivas dependencias para aplicar estos conocimientos adquiridos en las diversas iniciativas de cada área. En un primer momento, se buscará capacitar a personal de Ministerio de Defensa, Fuerza Aérea, la Armada, el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) y la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), aunque posiblemente puedan sumarse otras organizaciones.
De esta manera, se busca que otros organismos de investigación estatales puedan beneficiarse de las capacidades de Invap, que desde su origen se constituyó como una sociedad del estado. La intención a largo plazo es la de generar nuevas instituciones que puedan replicar ciertas características de Invap, como la capacidad para articular el trabajo de ingenieros, científicos y un entramado de pequeñas empresas proveedoras.
“Hay muchas pymes que están haciendo desarrollos, productos o servicios de altísimo valor agregado, con niveles de complejidad tecnológica importantes, insertos en sistemas de gestión de alta calidad que es difícil encontrar en otros países. Estamos apuntando a poder generar masa crítica y poder traccionar eso, dándole sustentabilidad a un esquema de desarrollos de esta naturaleza. En ese marco, los articuladores y líderes de la cadena de valor generan esa coordinación y son críticos”, dice Santiago Rodríguez, secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa.
Actualmente es muy común encontrar pequeñas empresas que son proveedoras al mismo tiempo de proyectos llevados a cabo por INVAP, CONAE, CNEA, ARSAT y FAdeA. “Cuando están subdivididas es difícil saber qué hacen esas empresas. Es algo compartimentado, complejo y muy tecnológico, que es parte de un sistema. Entonces es crítico poder tener articuladores del sistema y grupos de trabajo, que pueden ser empresas o instituciones. Ahí está uno de los grandes desafíos: el desarrollo de los proyectos tecnológicos. INVAP tiene muy resuelto ese tema y la Argentina tiene que aprovechar esa capacidad para poder generar el mayor beneficio social”, sostiene Rodríguez.
17 dic 2014
Temas: Defensa, INVAP, Ministerio de Defensa, Transferencia tecnológica, UAV