¿Casas con botellas?

Docentes y alumnos de la Universidad Nacional de Mar del Plata proponen utilizar hormigones elaborados con desechos urbanos. Una alternativa eficaz para la construcción de viviendas económicas.

Nadia Luna  
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Agencia TSS – Dos problemas. Por un lado, la estructura precaria de las viviendas de algunos barrios de la zona. Por el otro, residuos que se amontonan en basurales a cielo abierto. Ambos disminuyen la calidad de vida de los habitantes e implican un riesgo para la salud. Ante este panorama, docentes y alumnos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) proponen una solución: hormigones económicos y ecológicos que incorporan la reutilización de desechos urbanos.

La investigación forma parte de la tesis de grado realizada por el ingeniero en materiales Nicolás Pascuzzi, dirigida por María Marta Reboredo, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de los Materiales (INTEMA) y docente de la UNMdP.

A su vez, el trabajo nació a raíz de un pedido del arquitecto Fernando Cacopardo, a cargo del Grupo de Investigación en Urgencias del Hábitat, de la Facultad de Arquitectura. Cacopardo había planteado la necesidad de fabricar bloques de construcción económicos para utilizar en los barrios Alto Camet y Monte Terrabusi, donde desarrolla actividades en conjunto con los habitantes, desde hace varios años.

“La idea es que la gente pueda hacer sus propias construcciones utilizando materiales de desecho”, explicó Reboredo a TSS y agregó otro ejemplo del aporte de la investigación: “En la salita de salud del Barrio Libertad ya se utilizaban hormigones alternativos, pero usando una proporción que no era la adecuada. Gracias al trabajo de Nicolás, la corrigieron y pudieron obtener un material de mejor calidad”.

El hormigón es el material más utilizado por los ingenieros para construcciones estructurales como puentes, edificios y rutas, debido a su durabilidad y resistencia a la compresión, entre otras propiedades. Un concreto convencional está compuesto por cemento, agua, arena (agregado fino) y piedra partida (agregado grueso).

Comparación de los compuestos de hormigones tradicionales y alternativos (Gentileza M. Reboredo)

En tanto, el hormigón alternativo propuesto por los investigadores incorpora aserrín (desecho de un aserradero de la zona) como reemplazo parcial del agregado fino. Mientras que, para sustituir parte del agregado grueso, utiliza el material de botellas de gaseosa (polietilentereftalato o PET), de las etiquetas de esos envases (polipropileno) y fragmentos de telgopor (poliestireno expandido).

El resultado es una mezcla con buenas propiedades para la fabricación de bloques de construcción económicos, livianos (por la menor densidad de los desechos) y aislantes, lo que los hace aptos para ser utilizados como cerramiento externo de la vivienda. Sin embargo, a causa de la disminución en su densidad y en la resistencia a la compresión, no es recomendable que se coloque en un sitio que tenga que soportar carga.