Información en las góndolas

Este fin de semana termina el plazo de implementación de la primera etapa de la ley de etiquetado frontal de alimentos y se espera que los primeros productos con octógonos empiecen a aparecer en las góndolas. La medida busca promover hábitos de alimentación saludables y evitar el avance de enfermedades crónicas no transmisibles. Las empresas tienen tiempo de ajustar sus envases hasta mayo del 2023 pero también se habilitaron prórrogas para adaptar el perfil nutricional de los productos.

Por Vanina Lombardi  
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Agencia TSS – El 20 de agosto comenzarán a aparecer los primeros productos con octógonos negros, tal como lo establece la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable, más conocida como ley de etiquetado frontal de alimentos, aunque su implementación será gradual. Las empresas, ya sean grandes o pymes, tienen tiempo de ajustar sus envases hasta mayo del 2023, y aquellos productos que hayan solicitado y obtenido prórroga tienen un plazo máximo para hacerlo hasta mayo de 2024.

“Algunos pedidos de prórroga se vinculan con el objetivo de adecuar el perfil nutricional, que es el objetivo principal de la ley, que no solamente digan lo que tienen en exceso sino que se traten de readecuar a cumplir con los perfiles y tener la menor cantidad de cada una de las advertencias”, destacó la ministra de Salud Carla Vizzotti, en una conferencia de prensa con periodistas de la Red Argentina de Periodismo Científico (RADPC), y agregó que la Argentina es uno de los pocos países que adoptó el perfil nutricional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“El sistema de etiquetado frontal que se eligió en nuestro país busca poner en evidencia el exceso de lo negativo”, agregó Sandra Tirado, secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, y destacó que, para llegar a esa definición, se basaron en otras experiencias a nivel regional e internacional, y también en los resultados de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del año 2018, a través de la cual detectaron que sólo una de cada 10 personas lee la tabla nutricional y manifiesta entenderla.

La ley que comenzará a ponerse en práctica fue sancionada el 26 de octubre de 2021 con 200 votos a favor, 22 en contra, 16 abstenciones y 18 legisladores ausentes, y reglamentada el 23 de marzo de este año. Con esta norma se busca garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada, a través de la promoción de prácticas saludables y mediante información nutricional simple y comprensible que faciliten la toma de decisiones a la hora de comprar alimentos envasados.

Además, la ley busca promover la prevención de la malnutrición y el avance de las enfermedades crónicas no transmisibles, así como advertir a los consumidores sobre los excesos de componentes perjudiciales para la salud como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

Hasta el momento, se han declarado alrededor de 100.000 productos de más de 200 empresas, de los cuales 11.000 obtuvieron prórrogas.

La regulación alcanza a los alimentos procesados y ultraprocesados, y a las bebidas sin alcohol. No se afecta a productos naturales como la yerba y el azúcar, por ejemplo, y exceptúa las fórmulas para lactantes y niños hasta los 36 meses de edad, así como a suplementos dietarios y alimentos para propósitos médicos específicos. Para llevar adelante el registro, se ha desarrollado un Sistema de Declaración de Sellos y Advertencias Nutricionales, a través de la cual las empresas ingresan declaraciones juradas de sus productos y una calculadora que establece la cantidad de sellos que cada paquete debe llevar, según los nutrientes declarados para cada producto.

“Desde este portal se accede tanto al sistema de declaración de sellos y advertencias nutricionales como al sistema federal de todas las provincias –denominado SIFeGA- , a la base de datos nutricional, al buscador que va a ir generando estas declaraciones juradas con los octógonos y a toda la información de implementación que tiene el sistema de gestión en sí”, afirmó Evangelina Macías, Directora del INAL, que está trabajando en este proceso de implementación. Hasta el momento, de un total de casi 290 mil productos se han digitalizado alrededor de 100 mil, de más de 200 empresas, de los cuales 11 mil (un 3%) obtuvieron prórrogas. Se trata principalmente de productos con agregado de azúcar como mermeladas, turrones, galletas, alfajores, postres y bebidas azucaradas.

La medida también regula la publicidad en los envases, prohibiendo el uso de dibujos o personajes famosos, por ejemplo, para evitar que estos estimulen a los niños a querer consumirlos. Asimismo, regula los entornos educativos, tanto desde las compras públicas de alimentos como en relación a la posibilidad o no de comercialización de alimentos con octógonos dentro de las escuelas y a la incorporación de educación alimentaria nutricional en los tres niveles educativos.

“El Ministerio de Salud está a cargo de la reglamentación y, como órgano de aplicación, tuvimos reuniones con las cámaras empresariales, con representantes de la industria, con la sociedad civil y con agencias internacionales, y se generó una mesa técnica de trabajo con muchas instancias de consultas intersectoriales”, afirmó Tirado, y agregó que, junto con el Ministerio de Educación, conformaron una mesa técnica de trabajo y planificación de acciones para llevar adelante la actualización de los núcleos de aprendizaje prioritarios y el fortalecimiento de la formación docente. A esta mesa también se sumó el Ministerio de Desarrollo Social, para planificar la mejora en las compras públicas y en los procesos licitatorios correspondientes.

Vizzotti destacó que, para promover la readaptación de los productos a la ley, también están trabajando con la Agencia I+D+I del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. En este sentido, el mes pasado se lanzó una convocatoria para asociaciones de carácter público-privado integradas por al menos una institución de ciencia y tecnología pública o privada sin fines de lucro junto con al menos una empresa local, para buscar nuevos aditivos, ingredientes, alimentos, envases, técnicas y procesos productivos, que hagan factible la disponibilidad de alimentos con perfiles nutricionales que contemplen lo establecido en la actual regulación. A través de esta convocatoria se prevé otorgar financiamientos de entre 45 y 75 millones de pesos por proyecto, por un total de 1800 millones de pesos.

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