Tecnología para la inclusión digital

Estudiantes de Ingeniería Biomédica de la UNSAM desarrollaron una interfaz mecánica que facilita el manejo de pantallas táctiles a usuarios con motricidad fina reducida. Con este dispositivo, que consiste en seis botones del tamaño de un mouse, buscan mejorar el acceso de personas con discapacidad a las nuevas tecnologías.

Por Nadia Luna  
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Agencia TSS – Estudiantes de la carrera de Ingeniería Biomédica de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) desarrollaron un dispositivo que facilita el uso de pantallas táctiles a personas con motricidad fina reducida. El proyecto fue bautizado como IMA (interfaz mecánica asistiva) y consiste en seis botones del tamaño de un mouse que permite a usuarios con discapacidad motriz poder realizar tareas de la vida cotidiana que requieren el uso de un celular, como estudiar, realizar trámites y comunicarse. Ya tienen un prototipo funcional y continúan realizando pruebas para optimizarlo.

Los estudiantes a cargo del desarrollo son Ignacio Bergara y Leonel Pastor, que pertenecen al Laboratorio de Neuroingeniería (LabNIng) de la UNSAM, dirigido por la doctora en Ciencias Exactas Daniela Andres. “Me acerqué al laboratorio porque quería aplicar los conocimientos que estaba adquiriendo de manera teórica en algún problema real”, cuenta Bergara a TSS. “El proyecto surge porque en el laboratorio venían trabajando con la Asociación Civil de Ataxias Argentinas (ATAR) para otros proyectos y uno de los pacientes contó que no podía usar el celular y que sería bueno contar con algún nexo mecánico entre él y la pantalla”, agregó.

Hoy en día, los dispositivos móviles tienen un rol central en la vida social y atraviesa todos los ámbitos, incluyendo actividades laborales, académicas, de ocio y el manejo de aplicaciones con funciones diversas. Para las personas que tienen dificultad en la motricidad fina, mandar un simple whatsapp puede ser una tarea muy compleja. Si bien el proyecto está enfocado en personas con ataxia (un trastorno motor caracterizado por la disminución de la capacidad de coordinar movimientos), el artefacto puede servir para cualquier persona con motricidad fina reducida en miembros superiores, como adultos mayores o personas con la enfermedad de Parkinson.

El desarrollo consiste en seis botones iguales entre sí, cada uno de los cuales tienen el tamaño y la forma similar a la de un mouse. La carcasa fue diseñada por los estudiantes y fabricada con la impresora 3D del laboratorio.

“No había cosas similares en el mercado en lo que nos pudiéramos basar, es un campo bastante vacío. Así que fuimos buscando información en distintos ámbitos para tratar de llevar a cabo algo concreto. Toda la electrónica, el diseño y la programación la hicimos nosotros”, cuenta Pastor, el otro estudiante a cargo de IMA.

El desarrollo consiste en seis botones iguales entre sí, cada uno de los cuales tienen el tamaño y la forma similar a la de un mouse. La carcasa fue diseñada por los estudiantes y fabricada con la impresora 3D del laboratorio. “La idea es que las personas con motricidad fina reducida puedan controlar pantallas táctiles con un movimiento muy simple, que es dejar caer la mano sobre cada botón”, explica Bergara.

Cuatro de esos botones sirven para indicar direcciones: arriba, abajo, derecha e izquierda. Además, hay un botón que tiene la función de hacer “click” y otro que sirve para desplegar distintos menúes de acciones. Estos dispositivos se comunican por WiFi con una aplicación desarrollada por los estudiantes, que crea un puntero en la pantalla y permite que el usuario lo vaya moviendo para realizar las distintas acciones, como manejar el control del volumen, hacer una captura de pantalla o bloquear y desbloquear el celular.

Actualmente, tienen un primer prototipo funcional con el que realizaron diversas pruebas dentro y fuera del laboratorio. “Ahora queremos que lo prueben pacientes de ATAR y tener una devolución de ellos para ver qué cosas habría que mejorar, ya sea en el diseño o funcionalidad. También nos gustaría tratar de independizar el uso del dispositivo del WiFi, buscar alguna alternativa”, indica Pastor.

El proyecto IMA fue uno de los diez finalistas elegidos por el jurado del IB50K, el concurso de planes de negocios de base tecnológica que organiza todos los años el Instituto Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). “Estar entre los finalistas fue increíble porque solo dos de los diez proyectos eran llevados a cabo por estudiantes, el resto eran todos de profesionales graduados, así que fue un logro enorme para nosotros llegar a esa instancia”, comenta Bergara.

Integrantes del Laboratorio de Neuroingeniería (LabNIng) de la UNSAM, donde se realizpo este desarrollo.

Aunque no ganaron el premio mayor, obtuvieron varias distinciones especiales que les permitirán seguir capacitándose para poder convertir el desarrollo en un producto que pueda llegar al mercado. Además de Bergara y Pastor, el equipo que participó del concurso se completa con los investigadores Daniela Andres y Gianfranco Bianchi, y la estudiante de Antropología Social Emma Coso Kordon. “La realidad es que el equipo es más grande porque todo el Laboratorio de Neuroingeniería trabaja en el día a día para que estos proyectos puedan llevarse a cabo”, aclara Bergara.

Aún no tienen definido cómo será la transferencia del dispositivo una vez que esté terminado, pero los futuros ingenieros cuentan que posiblemente buscarán vincularse con alguna empresa o asociación que tenga capacidad de fabricarlo. “Sería bastante sencillo de producir, ya que los componentes utilizados son fáciles de conseguir y de industria nacional”, indica Pastor.

Además, entre sus planes futuros, los estudiantes buscarán que el dispositivo no solo sirva para controlar celulares, sino que también permita manejar otros equipos electrónicos de la casa, como un televisor y aparatos de aire acondicionado. “La idea es tratar de conseguir fondos que nos permitan hacer una fase de validación de las mejoras y ver si con el plan de negocios que desarrollamos para el concurso podemos llegar al mercado y ayudar realmente a estas personas”, finalizó Bergara.

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