Los plaguicidas son omnipresentes en la Argentina y con niveles cinco o seis veces mayores que en Europa, según determinaron investigadores del proyecto internacional SPRINT, que en el país fue censurado antes que se pudieran procesar los resultados. Un grupo de voluntarios que formaron parte del relevamiento se autoconvocaron, elaboraron un informe en base a los datos obtenidos y continúan difundiendo los hallazgos.