El Gobierno profundiza los recortes en ciencia y tecnología no solo en salarios, sino también en programas e infraestructura, que registran niveles de subjecución sin antecedentes. De continuar esta senda, la inversión pública en el sector para este año podría ser una de los más bajas de la historia, al extremo de lo que sucedió con la dictadura de 1976 y la crisis de 2002.