El trabajo conjunto de un grupo de ciudadanos de Córdoba y una pyme de informática llevó a la creación de una herramienta tecnológica para la gestión de llamadas de emergencia y de la seguridad vecinal.
Por Natasa Loizou y Carlos de la Vega, para Agencia TSS – La fiebre por la adquisición de equipamiento para seguridad ciudadana que invade a algunos políticos suele pasar por alto la inversión en el desarrollo de sistemas de gestión inteligente para prevenir el delito y responder a las emergencias. En la ciudad de Córdoba, la sinergia entre un grupo de vecinos y una pyme de tecnología local ha logrado trabajar en estas dos dimensiones y dio como resultado un producto para la gestión de llamadas y mensajes de emergencia.
En 2006, los vecinos de un área urbano-rural al norte de la ciudad de Córdoba decidieron crear, amparados en la Ley 9.235 de Seguridad Pública para la Provincia de Córdoba, la Junta de Participación Ciudadana para la Prevención Integral N° 9, a fin de promover la seguridad en su zona y trabajar coordinadamente con la policía y el Poder Ejecutivo.
El lugar es un sitio comprendido por las localidades de Malvinas, Villa Esquiú, San Ramón, Villa Retiro y el Quebrachal. Si bien el sector pertenece al ejido urbano, aún no está conformado en barrios, las casas están dispersas y sin nomenclatura catastral, por lo que es difícil orientarse si no se conoce el terreno.
La zona tenía serios problemas de seguridad y prácticamente carecía de cobertura policial. “Empezamos colocando celulares en las patrullas, para que la gente se pudiera comunicar con ellos más fácilmente, ya que no se podía ingresar al 101 (número de emergencia policial)”, explica Sergio Brizuela, coordinador de la Junta.
Posteriormente, se ubicó a las viviendas en un mapa satelital impreso que fue entregado a los móviles para que pudieran orientarse en la zona. Las casas fueron numeradas para que, ante un llamado a la policía, pudiean ser fácilmente localizarlas en el mapa. Posteriormente, esos puntos se montaron sobre la aplicación Google Earth.
En 2009, gracias al trabajo de los vecinos, el Gobierno provincial accedió a crear la Patrulla Rural Norte, una unidad abocada exclusivamente a vigilar la zona. Con una oficina prestada por una empresa local y, al principio, sin siquiera una línea telefónica fija, el grado de efectividad de la presencia policial era bajo. La Junta consiguió la línea telefónica y comenzó a trabajar en el armado de una base de datos que facilitara la atención telefónica de las llamadas de emergencia. A partir de un software originalmente pensado para el reparto de comida se logró contar con un primer registro de residentes y sus ubicaciones, que pudiera ser empleado al momento de recibir los llamados. Posteriormente, se colocaron dispositivos GPS en los móviles y se les cargaron los mapas del lugar. Dado que los agentes y oficiales no permanecen más de seis meses en el sitio, eso lleva a que nunca terminen de conocer su geografía.

un mapa e informes de los hechos reportados.
El flujo de información comenzó a dar resultados valiosos. Por primera vez se pudieron elaborar estadísticas básicas y el uso de Google Maps permitió calcular en cada llamada cuál era el tiempo promedio de respuesta de la policía. Ante estos avances, se intentó implementar en los patrulleros una aplicación de localización de vehículos (AVL, por su sigla en inglés), pero la policía provincial lo impidió.
Una constante que se ha observado en relación con la incorporación de tecnología en la Policía es el rechazo corporativo a los sistemas que permiten realizar una trazabilidad de su actuación. Además, en general el nivel de formación de los agentes provinciales suele ser bajo y muchas veces no se encuentran en condiciones de operar herramientas informáticas.
Para mantener el apoyo que se da a la Patrulla Rural Norte se creó APROSIC (Asociación Pro Seguridad Integral Ciudadana) de la que Brizuela es su presidente. A fines de 2013, Brizuela sumó fuerzas con Miinet, una pyme cordobesa dedicada al desarrollo de software y sistemas electrónicos con una trayectoria de más de una década en productos para la gestión de call centers. A partir del trabajo conjunto, se creó una herramienta para la gestión de llamadas de emergencias, denominada Alerta 911.
El funcionamiento del sistema
“El sistema posee una base de datos en la que se incluye a los ciudadanos que habitan en el área de cobertura. Si fuera una empresa, se pueden cargar los datos de los responsables, de quienes están a cargo en caso de incendio o robo, y subir los planos y la ubicación de los elementos para afrontar los siniestros”, explica Hernán Martínez, gerente general de Miinet. Tras la llamada, el evento se registra y se puede clasificar para elaborar estadísticas. El sistema también permite hacer un mapa e informes de los hechos reportados.
El operador que recibe la llamada pasa sus datos a una segunda instancia, el despachante, quien es el responsable de enviar la ayuda. Si el centro de llamadas es pequeño, la recepción y el despacho pueden estar a cargo de una misma persona. El despachante puede ver en el mapa los móviles disponibles, de qué tipo son (ambulancias, patrulleros, camiones de bomberos) y el estado en el que se encuentran. Actualmente, gran parte de este trabajo se realiza con el sistema 101 de Córdoba mediante el asiento de las llamadas en los libros.
La comunicación con los móviles puede realizarse por dos modalidades: radio y celular. Actualmente, Miinet está desarrollando un módulo que permitirá que al vehículo le llegue la información relacionada con la emergencia a través de una tableta. Esto a su vez, habilitaría a que el propio móvil pueda actualizar la información sobre la evolución del operativo.
El sistema tiene una serie de aplicativos más, como la posibilidad de contar con botones de pánico inteligentes que, una vez accionados, además de enviar el mensaje al operador de la central, buscan automáticamente el móvil más cercano disponible. Los usuarios también pueden reportar un evento por medio de sistemas de mensajería instantánea, inclusive mediante fotos y videos del hecho. En caso de incendio, u otro tipo de siniestro, en el momento en el que se despacha la ayuda, se pueden remitir los planos del sitio que indiquen, por ejemplo, los ingresos posibles.

La colaboración entre Brizuela y la ONG dedicada a la recuperación de niños desaparecidos Missing Children permitió desarrollar otro módulo específico para el rescate de personas de paradero desconocido que, una vez denunciado el hecho, permite la distribución de la foto de la víctima en las tabletas de los móviles y en los celulares de los policías en forma secuencial en un perímetro circular en el sitio donde la persona buscada presuntamente desapareció. El sistema también puede operar como sistema de alerta temprana ante catástrofes.
Martínez explica que, si bien “el sistema actualmente toma los datos de georreferenciación de Google Maps, también lo puede hacer desde Open Street o desde cualquier otra plataforma”. Alerta 911 cuenta con una arquitectura escalable. Si varios municipios cercanos lo tienen funcionando, en algún momento pueden fusionarse para conformar una red mayor.
El software ya fue instalado, en modo de prueba y de manera gratuita, en la sede de la Patrulla Rural Norte y en Monte Buey, un municipio de algo más de 6.000 habitantes en la provincia de Córdoba.
En la jurisdicción de la Patrulla Rural Norte, en un primer momento se había logrado reducir a cero la tasa de delitos y con nueve móviles conseguir un tiempo de respuesta medio de tres minutos en un área de 40 kilómetros cuadrados. Actualmente, la delincuencia ha resurgido en la zona por el incremento de la marginalidad y el retaceo de recursos por parte del gobierno de la provincia para la policía local. Además, hace meses que la línea telefónica policial no funciona correctamente porque Telecom, prestataria del servicio en el lugar, casi no hace mantenimiento en esa zona.
El sistema fue presentado a cerca de 40 municipios de la provincia de Córdoba y a las policías de Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Salta y Jujuy. Aunque en todos los casos tuvo muy buena recepción, siempre choca con la falta de compromiso real de la dirigencia política y la carencia de capacitación policial. Eso no siempre ocurre cuando llegan grandes proveedores de tecnologías para la seguridad, que suelen lograr que los resquemores y el desinterés den un rápido paso a cuantiosas adquisiciones, que no siempre tienen un efecto beneficioso para la sociedad.
04 may 2016
Temas: Córdoba, Emergencias, Informática, Seguridad, Software, TIC