Sabuesos en el cielo

El uso de fotografías satelitales y de otras de baja altura tomadas por drones le otorgan mayor capacidad de control a los organismos tributarios. Cómo se utilizan en la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires y cuál es el vacío regulatorio.

Matías Alonso  
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Agencia TSS – La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) suele comunicar sus logros en el control de la evasión fiscal gracias al programa de Monitoreo Estratégico Satelital Integrado (MESI), que analiza desde imágenes satelitales hasta fotografías tomadas por drones.

Sin embargo, en este último caso, en la Argentina existe una controversia sobre el uso de estos artefactos debido a la ausencia de una reglamentación. ARBA los emplea para detectar construcciones no declaradas, realizar estimaciones de la producción agropecuaria, identificar embarcaciones no registradas y controlar contratos de alquiler, entre otros usos. Por ejemplo, con respecto a la estimación de la producción agropecuaria, los especialistas pueden calcular la comercialización de los granos almacenados en silos bolsa y clasificar las zonas rurales según el tipo de cultivo.

Los drones son útiles en lugares de difícil acceso y donde es necesaria una resolución mayor a la obtenida con satélites. A través de una serie de coordenadas ingresadas en un dispositivo GPS la aeronave no tripulada sobrevuela el terreno y toma fotografías en los puntos previamente configurados. Las imágenes provistas posibilitan ver objetos de hasta tres centímetros de tamaño y, gracias a su nivel de precisión, relevar detalles de edificación y dimensiones de las propiedades no registradas, datos útiles para estimar su valor fiscal.

Las imágenes provistas posibilitan relevar detalles de edificación y dimensiones de las propiedades no registradas, datos
útiles para estimar su valor fiscal.

Los drones obtienen miles de fotos que se superponen con un software específico para formar un mosaico de la superficie analizada. Una vez recibidas las imágenes y hecho el análisis correspondiente, los inspectores del organismo de recaudación bonaerense realizan las notificaciones a los contribuyentes en falta. En ningún momento se da a conocer la información que se recolecta y de esta manera se mantiene el secreto fiscal y su privacidad.

A principios de este mes se usaron drones en una inspección de countries en la localidad de Brandsen, donde se registraron 150 casas que estaban declaradas como terrenos baldíos. Según el director de ARBA, Iván Budassi, “las irregularidades detectadas representan una evasión anual cercana a los 500.000 pesos en concepto de impuesto inmobiliario”.

Está por verse cuál será la reglamentación que regulará la operación de estos artefactos y cómo puede afectar al desarrollo de este programa. Actualmente, existe un proyecto de ley con estado parlamentario presentado por el diputado Agustín Portela (UCR), para que los drones sean considerados legalmente como aeronaves según la Ley 17.285 (Código Aeronáutico), por lo que deberían tramitar matrícula.

El director ejecutivo de Arba, Iván Budassi, observa el dron de la Agencia, previo a realizar un vuelo de fiscalización.

En cuanto a las imágenes satelitales, la Agencia bonaerense cuenta con 50 profesionales especializados en tecnología satelital capacitados localmente y en el exterior, para interpretar y analizar los datos provistos a través de un acuerdo con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la Agencia Espacial Italiana (ASI). Los especialistas de la Subgerencia de Fiscalización Satelital de ARBA acceden a imágenes provistas por la NASA, las decodifican y analizan para utilizarlas en los diversos operativos de control.

Gracias a este programa se encontró a 25.000 productores que habían entregado una declaración que no se condecía con lo relevado en la cosecha 2013, ya sea porque no se informó quién explotaba la tierra o porque se había informado una producción menor a la cosechada. Según el organismo recaudador, también se fiscalizaron embarcaciones deportivas que no estaban en regla y clubes náuticos y guarderías no declaradas.

Estas imágenes también son usadas para establecer beneficios fiscales en zonas de emergencia climática, ya sea por incendios, sequias o inundaciones. El programa MESI permite establecer el lugar exacto donde se produjo un desastre climático y saber qué parcelas específicas fueron afectadas, para así brindar una exención automática a esos contribuyentes.