Proyecto de ley para medicamentos públicos

Una iniciativa presentada en el Congreso impulsa la creación de una agencia nacional de laboratorios públicos. La medida propone coordinar el trabajo de las usinas estatales de medicamentos para garantizar un acceso equitativo.

Federico Rey  
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Agencia TSS – En el contexto de la puja entre el Estado Nacional y los grandes laboratorios farmacéuticos por los precios de sus productos, un grupo de diputados del Frente para la Victoria presentó el miércoles pasado un proyecto de ley para crear la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP). La medida busca nuclear a los casi 40 laboratorios públicos de medicamentos en la Argentina para promover la investigación, el desarrollo científico, tecnológico e industrial y propiciar políticas que prioricen la accesibilidad de los medicamentos.

La iniciativa, en su cuarto artículo, define a la futura ANLAP como una entidad en el ámbito del ministerio de Salud que gozará de autarquía y con plena capacidad para actuar en los ámbitos del derecho público y privado. Por otra parte, determina que su patrimonio estará «constituido por los bienes que se le transfiera y por los que adquiera en el futuro por cualquier título». Además, se denomina a los medicamentos como bienes sociales.

Sobre este punto, Martín Isturiz –farmacéutico, bioquímico e investigador principal del CONICET– ante la consulta de TSS destacó el funcionamiento autónomo del organismo y la posibilidad de contar con fondos propios. Aunque consideró necesario que «las cuestiones operativas queden en manos de distintos ministerios que tengan que ver directamente con el objetivo final”.

El proyecto abarca no sólo a medicamentos, sino a productos médicos que, en su gran mayoría, se importan.

Según el especialista, «el proyecto de ley debería plantear taxativamente que una eventual reglamentación debe incluir a los ministerios de Ciencia y de Industria como organismos de aplicación, y no sólo al Ministerio de Salud, que no ha demostrado voluntad para reglamentar la ley 26.688 (de producción pública de los medicamentos)”.

Con el objetivo de garantizar el acceso de la población a los medicamentos, la propuesta establece el diseño de políticas públicas de investigación y producción de medicamentos, materias primas, vacunas y productos médicos, así como promover acciones conjuntas para procurar mejores condiciones en la provisión de insumos y la posibilidad de inversión. La ANLAP podrá brindar asistencia técnica, proponer acciones y celebrar convenios con universidades u otras entidades estatales para realizar el controles de calidad.

Según Isturiz, “se podría planificar la producción pública de medicamentos a nivel nacional en aquellas áreas en las que ya hay competencias. Por otro lado, simultáneamente se deberían impulsar proyectos públicos de investigación en rubros más carenciados”.

La letra del proyecto se complementa con lineamientos dirigidos a la definición de políticas de reducción y sustitución de importaciones, impulso a las exportaciones del sector, mayor investigación y desarrollo por parte de los laboratorios públicos y privados, y la integración entre instituciones públicas y privadas.

La medida busca nuclear a los casi 40 laboratorios públicos de medicamentos en la Argentina.

A la iniciativa le queda un largo camino por recorrer y no será su sanción el último paso. El antecedente de la Ley de Producción Pública de Medicamentos, aprobada hace tres años y aún no reglamentada, es prueba de ello. Acerca de las expectativas que presenta esta nuevo impulso al sector, Isturiz entiende que “si hay voluntad política, se puede hacer producción pública de medicamentos  porque la misma está instalada desde hace muchos años y, además, el proyecto abarca no sólo a medicamentos sino a productos médicos que, en su gran mayoría, se importan. Por otra parte, no hay ninguna empresa de capitales nacionales que pueda, ni quiera, abarcar el área de la biomedicina. Esto sí se puede hacer desde el Estado en la medida en que se coordine con las universidades nacionales y los organismos de ciencia y tecnología para hacer no sólo producción, sino investigación y desarrollo”.