La industria del vuelo autónomo

El MET 1 es el primer modelo de evaluación tecnológica del Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA), que busca establecer una plataforma de desarrollo que unifique los diversos proyectos de vehículos aéreos no tripulados en Defensa.

Matías Alonso  
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Ya casi no sorprenden las noticias relacionadas con vehículos aéreos no tripulados (VANT) y hasta estamos acostumbrados a verlos surcar el cielo. En la Argentina surgieron diversos proyectos, pero desde 2010 el Sistema Aéreo Robótico Argentino (SARA) busca ordenar los diferentes desarrollos de VANT que hay en el área de Defensa (por caso, el Ejército desarrolló el Lipán, próximo a ser comercializado) para ponerlos al servicio de dos productos que pasan de lo táctico a lo estratégico y están hechos con altos estándares de calidad. Estos productos son el de prototipo para vigilancia y el blanco aéreo de alta velocidad.

El MET 1 (Modelo de Evaluación Tecnológica 1) es parte de un proceso de desarrollo en una etapa en la que se busca probar componentes y, por lo tanto, no tiene un objetivo operacional propio; es decir, que no cumplirá misiones militares en su estado actual. En este caso se probó el diseño aerodinámico que se hizo en el Instituto Universitario Aeronáutico (IUA), bajo la coordinación de la empresa INVAP. Estos artefactos deben pesar lo menos posible para que la mayor parte de su peso sea carga útil y, además, deben consumir poco combustible para lograr autonomía. Para alcanzar estos objetivos necesitan un diseño aerodinámico con mucha autosustentación, de manera que minimice la necesidad de empuje para sostener a la nave en vuelo. Su diseño aerodinámico es crucial y suele asemejarse al de los planeadores.

En el MET 1 (Modelo de Evaluación Tecnológica 1) se probó el diseño aerodinámico que se hizo en el Instituto Universitario
Aeronáutico (foto), bajo la coordinación de la empresa INVAP.

“El motor de esta aeronave autónoma fue adquirido en el exterior, pero está muy avanzado un desarrollo nacional con la pyme cordobesa Oreste Berta. Para poder probarlo en un estadio de evaluación tecnológica todavía restan una serie de ensayos, que vamos a hacer una vez que esté firmado el contrato. Hay que aplicar una serie de fondos a eso y una vez que estén transferidos a INVAP se va a pasar a la siguiente etapa. Será el motor del próximo MET o del siguiente” explica el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez.

Estos artefactos serán usados para cumplir funciones de vigilancia y relevar información del terreno. Se espera que se le puedan montar y desmontar diferentes sensores como cámaras de video, infrarrojas, y diferentes tipos de radares.

El despegue y aterrizaje del avión se hará en forma manual, pero para el guiado en vuelo cuenta con autopiloto y con sistemas de comunicación de largo alcance y seguridad. Entre fin de año y marzo de 2016 estará en condiciones de probarse el autopiloto desarrollado íntegramente por INVAP. Mientras tanto, se trabaja con geolocalización por GPS, aunque se espera poder reforzarlo con otras opciones de geoposicionamiento satelital como Glonass y Galileo. “La expectativa es tener un prototipo de evaluación tecnológica de clase II (con carga útil de hasta 100 kilos) hacia fines de este año y que pueda volar por lo menos seis horas. Buscamos que sea un prototipo que, con pocos ajustes, se pueda convertir en un producto con prestaciones operacionales” explica Rodríguez.

El programa SARA contempla la formación de una red de subcontratistas nacionales, muchas de ellas Pymes del interior
del país, encargadas de la fabricación de componentes y la provisión de subsistemas.

El MET 1 certifica el proceso productivo, la comunicación con el artefacto y, principalmente, el diseño del fuselaje y la forma en la que se fabricó. El IUA fue responsable del diseño y los cálculos de aerodinámica. Además, los materiales compuestos fueron provistos por una Pyme santafesina.

Rodríguez confirma que “la integración de una turbina nacional es parte del proyecto. INVAP está trabajando con una empresa de Bariloche que tiene una turbina que viene desarrollando hace algunos años. Habrá mucha participación de pymes, del sistema científico nacional de la defensa y de universidades”. En tanto, está previsto que la fabricación seriada se realice en la Fábrica Argentina de Aviones (FadeA) y se espera una demanda creciente tanto para equipar al área de defensa local como a la regional.


18 nov 2014

Temas: Defensa, Industria aeronáutica, SARA, VANT