Mycotech es una empresa pre-incubada en la UNCuyo que propone una técnica alternativa para el tratamiento de suelos contaminados con hidrocarburos: organismos microscópicos que los degradan por completo.
Agencia TSS – El nombre del emprendimiento refleja la simbiosis entre tecnología y biología: Mycotech. ¿Hongos tecnológicos? No, se trata de un proyecto de empresa de base biotecnológica que está finalizando el período de pre-incubación en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). La propuesta de Mycotech es ofrecer una alternativa para el tratamiento de suelos contaminados con hidrocarburos mediante la utilización de hongos.
María Cecilia Medaura, doctora en ingeniería e investigadora de la UNCuyo, es la impulsora de Mycotech junto a la ingeniera agrónoma Patricia Arnal. Medaura explica la importancia de remover los contaminantes: “Dentro de los hidrocarburos pesados del petróleo se encuentra el grupo de los aromáticos policíclicos, que tienen compuestos más difíciles de degradar y son sumamente tóxicos, muchos de ellos cancerígenos”.
Los hongos microscópicos son extraídos del suelo contaminado. En el laboratorio, se identifica a aquellos que tienen una mayor capacidad de producir enzimas degradadoras y se los cultiva para aumentar su biomasa. Posteriormente, los microorganismos son incorporados en un sustrato orgánico que se depositará en el suelo a tratar. “Con esta alternativa, se logra degradar completamente los contaminantes del suelo”, asegura Medaura.
A diferencia de otras técnicas de biorremediación que utilizan bacterias, este método emplea hongos porque su metabolismo más evolucionado les permite degradar los hidrocarburos de mayor peso molecular. También, representa una alternativa a técnicas clásicas como la de biopilas y landfarming, que recurren a fertilizantes para estimular el crecimiento de la microbiota del suelo. “Es una tecnología más económica porque hacemos menos uso de los fertilizantes químicos. Para el sustrato orgánico usamos residuos como orujo de manzana, estiércol o residuos de la poda”, destaca la creadora de Mycotech.
Otra ventaja de la técnica es que el agregado orgánico fertiliza el suelo contaminado y permite que vuelva a crecer vegetación. “La lechuga se utiliza como bioindicador de adversidad química en un ambiente. Por eso, desde hace unos meses, estoy haciendo la prueba con semillas de lechuga en suelos que he tratado con este método y están creciendo bien”, cuenta Medaura.
En general, el proceso de cultivo de los hongos lleva de 15 a 20 días desde que los investigadores los extraen del suelo, identifican los que van a usar y los cultivan, hasta que los inoculan en el sustrato orgánico. Sin embargo, Medaura aclara que para poder ofrecerlo como producto ya tienen hongos identificados y guardados en un cepario, por lo que supone que el proceso no les llevaría más de 10 días. “La Refinería Luján de Cuyo está muy interesada en probar el producto. Estimo que conseguir clientes no va a ser difícil, por las características del producto, el bajo costo y la falta de alternativas en el mercado”, señala.
Actualmente, las investigadoras se encuentran buscando líneas de financiamiento para continuar con el desarrollo de Mycotech, que tiene su espacio físico en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, provisto por el Programa de Incubadora de Empresas del Área de Vinculación de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la universidad.
24 sep 2013
Temas: Bioingeniería, Biorremediación, Contaminación, Empresa incubada, Hidrocarburos, Universidades