En un encuentro virtual con integrantes de la Red Argentina de Periodismo Científico, el ministro de Salud de la Nación dijo que se deberían endurecer las medidas de aislamiento en el AMBA ante el aumento de casos por COVID-19. También se refirió a qué cosas habría hecho distinto, al rol de la OMS y a su preocupación por el acceso a una vacuna.
Agencia TSS – “Extraordinario, pero se me va a pasar, seguramente”, bromeó el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, cuando le preguntaron sobre su estado de salud tras los chequeos médicos que debió realizarse a fines del mes pasado. En un encuentro virtual con integrantes de la Red Argentina de Periodismo Científico (RADPC), del que participó TSS, González García se puso más serio después de que le preguntaron sobre el relajamiento en las medidas de aislamiento en la población del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y qué medidas habría que tomar: “Volver para atrás”, aseguró.
“Yo no podría tomar una decisión que no es solo mía, que es del presidente, pero estamos conversando muy intensamente. No queremos tirar por la borda lo que hicimos hasta ahora ni queremos hipotecar el futuro. Yo entiendo que la situación es difícil, que la gente está cansada, pero también es cierto que tenemos que hacer algo con esto que viene pasando”, sostuvo el titular la cartera de salud.
En un escenario en el que la cantidad de casos parece haber saltado a una nueva meseta con alrededor de 1300 nuevos casos diarios, y en el que más del 90% se concentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en la Provincia de Buenos Aires (PBA), el ministro sostuvo que la circulación del virus en la zona metropolitana de la Capital Federal “tiene una potencialidad de crecimiento brutal”.
Y agregó: “Hoy estamos en una situación en la que tenemos que tomar medidas y siempre dijimos que si había que pisar el freno se haría eso. Pasé por (el barrio de) Once en auto y veía el movimiento de una ciudad casi normal. Me parece que tenemos que ser cuidadosos: lo que no hagamos hoy se paga dentro de 14 días. El problema, por su magnitud, es el AMBA. Si se nos va de las manos la cuestión tiene otra complejidad que en las provincias donde hay focos aislados. La verdad es que hoy somos como dos países: no es lo mismo la situación en el AMBA que en el resto del país. Por lo tanto, las acciones tienen que ser distintas”.
“No podemos creer que el partido está terminado, estamos al final del primer tiempo. En este sentido, creo que el ejemplo de lo que pasó (con respecto a la multitud de gente corriendo en plazas y parques los primeros días en que se habilitó el horario para actividad física) fue muy feo para todo el país. Me llamaron algunos gobernadores y me dijeron que después de esas imágenes se les desmadraron las ciudades. Lo que pasa en Capital tiene un un efecto de imitación sobre el resto”, sostuvo.
“Yo, por ejemplo, tengo mucha presión con el fútbol. Me gusta el fútbol, voy a la cancha, no estoy hablando de algo que no me guste. Pero creo que de ninguna manera podemos pensar en el fútbol, ni en el AMBA ni en el resto del país. El 75% o más de los jugadores de fútbol viven en esa zona. ¿Va a viajar a una provincia un plantel completo como vehículo de transmisión del virus? Yo entiendo la inquietud, pero de ninguna manera veo la posibilidad a corto plazo”, agregó.
En CABA y en PBA, dos zonas donde el porcentaje de casos positivos de COVID-19 sobre testeos está en un 40% y un 30%, respectivamente, muy por encima del techo del 10% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo que implicaría que hay muchos más casos que los que se están detectando, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, dijo que lo peor estaba por venir. “Creo que sí, que estamos ante la posibilidad de tener más casos, que lo peor está por venir. Por eso me preocupa que no tomemos las medidas que yo pienso que hay que empezar a pensar para el AMBA. Me preocupa especialmente cómo está el primer anillo del Conurbano, que es el que tiene contacto cercano con la Ciudad de Buenos Aires, y la poca infraestructura que tiene con respecto a los desafíos logísticos que nos puede plantear un brote de magnitud ahí”, dijo.
Pandemia y autocrítica
El ministro de Salud también se refirió al problema de que la cuarentena resultó víctima de su propio éxito, sobre todo si se comparan los indicadores de la Argentina con respecto a los de países de la región. “Uno tiene un problema en estas circunstancias: cuando uno hace prevención como la que hicimos, y muy bien, nadie valora lo que no sucedió. Entonces, lo peor no pasó, no hay tragedia y así empieza a debilitarse la idea de la prevención y el cuidado”.
También hizo autocrítica cuando le preguntaron sobre qué habría hecho distinto en su gestión desde el inicio de la pandemia: “Si bien insistí mucho en la organización, me parece que tendría que haber insistido más en eso, en los niveles locales, en la interrelación entre lo público y lo privado, en la articulación con las organizaciones sociales en los barrios vulnerables. Me parece que tendría que haber insistido más en eso al principio, no dediqué suficiente tiempo de conversación con los ministros y gobernadores. Pero había mucha demanda por los insumos críticos, los respiradores, la vestimenta, los reactivos. Además, son cosas en las que uno tiene que convencer, y esto de no poder viajar me lo hizo más difícil”.
Y agregó: “En el lugar que quizás culturalmente era más fácil, y donde está más retrasada esta relación, es en la Capital Federal. A veces le pregunto al ministro de Salud de la Ciudad por qué no cuentan las camas de terapia intensiva privadas, cuando habla lo hace solamente de lo público. No hay otro lugar que tenga la oferta privada tan generosa y tan potente que tiene la Ciudad de Buenos Aires, pero estamos conversando y eso se está corrigiendo. El detalle de organización, cuando esto (por el crecimiento en la cantidad de enfermos) adquiere escala, es fundamental. Y eso es lo que falló, por ejemplo, al principio en CABA o en Resistencia (Chaco). Es cierto que es muy fácil decirlo con el diario del lunes, pero también es verdad que en otro lugares no falló, como en Córdoba y en Santa Fe”.
González García tuvo elogios hacia la unidad política que permitió enfrentar la pandemia en la Argentina, aunque se manifestó preocupado porque eso se mantenga: “Ojalá que no hagamos de esto una cuestión de tipo político-partidario, en el sentido de que creo que la gran ventaja de la Argentina no es solo la oportunidad con la cual se actuó, sino con la unidad con la que lo hicimos. En un país federal, difícil, no es simple el vínculo con las provincias, con las jurisdicciones, todos hablamos de que el sistema de salud tiene históricamente problemas de coordinación, que está fragmentado. Yo estoy orgulloso de estos más de 70 días en que funcionó el sistema de manera coordinada”.
Durante la entrevista, el titular de la cartera de Salud también se refirió a la OMS, que ha sido centro de críticas desde diversos sectores. “El rol de la OMS no ha sido el más lucido, es la verdad. También es cierto que hubo una batalla geopolítica que ha tenido a la OMS como epicentro. Es una entidad necesaria, pero claramente no es un organismo que salga fortalecido de esta situación”.
Se manifestó, además, preocupado por el acceso a una hipotética vacuna: “A mí me preocupa que esté cuanto antes y el costo, porque si esto va a entrar en el juego habitual de los precios y las patentes, va a tener problemas de acceso para mucha gente. Y una tercera cosa: la disponibilidad, la gran cantidad de dosis que serán necesarias. Si no hay una coalición productiva, no va a ser posible abastecer a todo el mundo”.
13 jun 2020
Temas: Coronavirus, COVID-19, Ministerio de Salud, Política sanitaria, Salud