Contra la escasez de ingenieros

Un paso más para revertir la «cultura» que eliminó la ingeniería de la agenda estatal en los años noventa: la UTN y el CONICET crearon un ámbito de investigación que se propone dar mayor densidad tecnológica a la formación de ingenieros.

Nadia Luna  
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Agencia TSS – La UTN Facultad Regional Buenos Aires y el CONICET firmaron un convenio para la creación de una Unidad de Investigación y Desarrollo de las Ingenierías. En el nuevo centro, las instituciones impulsarán un programa de radicación y formación de investigadores en tres áreas consideradas estratégicas: modelado, simulación y control de procesos; biotecnología; y energías renovables y tecnología de la energía.

“Estas áreas temáticas son vitales para el país. En la Facultad, tenemos experiencia en estos temas y un vínculo natural con la trama productiva. Esa es una de nuestras fortalezas. Lo que nosotros estamos buscando es que se radiquen investigadores CONICET para darle mayor densidad tecnológica y científica a lo que ya venimos desarrollando”, contó a TSS el decano de la UTN Buenos Aires, ingeniero Guillermo Oliveto.

La UTN y el CONICET impulsarán un programa de radicación y formación de investigadores en modelado,
simulación y control de procesos, biotecnología, energías renovables y tecnología de la energía.

El objetivo es, a largo plazo, la consolidación de un instituto CONICET de investigación en ingenierías en la UTN. Los derechos de propiedad intelectual que se originen como consecuencia de las tareas realizadas en el marco de este convenio pertenecerán a ambas instituciones en proporciones equivalentes a los aportes que cada una realice.

Para el decano, este tipo de incentivos representa, además, una herramienta para contrarrestar la escasez de ingenieros y doctores en ingeniería que persiste en el país. “Que la ingeniería esté en la agenda del Estado me parece fundamental en este problema”, remarcó Oliveto. “Yo creo que se está revirtiendo. Nosotros, de hecho, hemos aumentado la tasa de graduación. Lo que ocurre es que es un proceso que lleva tiempo. Cuesta revertir el deterioro de la enseñanza media técnica. No es simple sembrar en los jóvenes las ganas de estudiar ingeniería. La famosa cultura de los ‘90 ha impactado muy duro en la idiosincrasia del argentino”.

El presidente del CONICET, doctor Roberto Salvarezza, y el decano de la Facultad Regional Buenos Aires de la UTN, ingeniero Guillermo Oliveto, firman el convenio de creación de la Unidad de Investigación y Desarrollo de las Ingenierías.

Otro problema en la misma línea es que, muchas veces, los estudiantes avanzados de ingeniería son “absorbidos” por empresas e industrias antes de recibirse. “Eso es lo que nosotros llamamos la segunda deserción”, señaló. “La primera se da en el primer año y la segunda tiene que ver con el hecho de que los toma el mercado laboral. En algunas especialidades, los toman, incluso, a mediados de la carrera”, finalizó.