Ciencia urgente

Se aprobó el financiamiento para 64 proyectos de la convocatoria a Ideas Proyecto IP-COVID-19, impulsada por una unidad creada especialmente por el MINCYT, el CONICET y la Agencia I+D+i . Se trata de una línea específica para iniciativas orientadas a mejorar la capacidad de la Argentina para enfrentar la pandemia.

Por Matías Alonso  
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Agencia TSS – En tan solo un mes desde su apertura, se conocieron los resultados de una convocatoria que recibió más de 900 proyectos postulados para enfrentar la pandemia por COVID-19 en la Argentina. Del total, hubo 64 proyectos seleccionados por la comisión que los evaluó en ocho días de trabajo consecutivo. El plazo en el que se desarrolló la convocatoria no tiene precedentes en las herramientas de financiamiento del sistema científico nacional.

La convocatoria surgió como iniciativa de la “Unidad Coronavirus COVID-19”, conformada por el MINCYT, el CONICET y la Agencia I+D+i para dar respuestas desde la ciencia a la crisis de salud. Recientemente, también con financiamiento de esa unidad especialmente creada para enfrentar la pandemia, científicos del CONICET, de la Fundación Instituto Leloir y de la UNSAM, desarrollaron en solo 45 días “COVIDAR IgG”, un test serológico que a partir del análisis de muestras de sangre o de suero permite determinar si una persona tiene anticuerpos contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.

La inversión total en la la convocatoria a Ideas Proyecto IP-COVID-19 es de 300 millones de pesos y cada proyecto recibirá un financiamiento de hasta seis millones de pesos. Para evitar las demoras que genera la presentación y el análisis de la documentación, se definió que solo podrían presentarse a esta convocatoria grupos de investigación que ya hubiesen obtenido financiamiento de organizaciones del sistema científico en los últimos cinco años, con lo cual los documentos formales presentados en su oportunidad serían válidos para esta convocatoria. Otro de los factores de peso en la valoración de los proyectos fue el tiempo estimado en el que podrían obtener resultados, por lo que fueron priorizados aquellos con plazos de 60 días luego de iniciados, con un límite temporal de 12 meses.

En diálogo con TSS, Fernando Peirano, presidente de la Agencia I+D+i, dijo: “La respuesta fue superior a todo lo esperado. Muestra a una comunidad científica y de empresas innovadoras muy comprometidas, activas y con mucha efervescencia en términos de ideas”.

“Algunas respuestas vinieron del ámbito de la salud, pero también de las ingenierías y de las ciencias sociales. Además, las postulaciones tuvieron un perfil muy federal, hubo propuestas de las 24 provincias», dijo Peirano.

Para evaluar los proyectos se conformó una comisión con 26 expertos y profesionales pertenecientes al sistema de ciencia, tecnología e innovación del país, cuya participación fue ad honorem.

Peirano también dijo: “Algunas respuestas vinieron del ámbito de la salud, pero también de las ingenierías y de las ciencias sociales. Además, las postulaciones tuvieron un perfil muy federal, hubo propuestas de las 24 provincias. Si bien la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe concentran la mayoría de los proyectos, hay un grupo de otras cinco provincias que también tienen un protagonismo importante y eso da cuenta de una capacidad distribuida territorialmente”.

Además, desde los organismos oficiales están hablando con autoridades de las provincias para analizar la posibilidad de solventar los proyectos que no lograron financiamiento con esta herramienta pero que fueron considerados relevantes. “Estamos identificando proyectos de excelencia científica cuyo plazo superaba el año, para también darles impulso, ya que esta convocatoria buscó darle una respuesta a lo urgente. Valoramos muchísimo la posibilidad de abrir líneas de acción en aquello trascendente en términos de resultados científicos basados en la excelencia”.

Acerca del origen de los fondos que distribuirá esta convocatoria, Peirano dijo: “Las primeras semanas de gestión revisamos la cartera de la Agencia y encontramos que había muchas líneas de trabajo suspendidas. De 28 instrumentos que componían la cartera de promoción de la Agencia solo tres estaban vigentes. Y, de lo asignado, había muchos fondos para proyectos que no se habían iniciado y que para nuestro criterio tenían muy bajo impacto. Reestructuramos esa cartera en diálogo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que nos acompañó en esta decisión, y logramos tener un margen presupuestario que lo aplicamos a esta nueva prioridad. El BID permitió alterar algunos procesos internos para acortar los plazos y se aceleraron los procedimientos internos de la Agencia para lograr un ciclo de 30 días en la apertura y selección de los proyectos”.

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