Técnicos del INTA capacitaron a los vecinos de un barrio de San Martín de los Andes en el uso de lana de descarte como aislante térmico para la construcción de viviendas. Su utilización permite agregar valor a un recurso local abundante, que tiene menor impacto ambiental que otros aislantes y que genera un ahorro de cerca de un 30% en el consumo energético de los hogares patagónicos.