La primera Encuesta Nacional de Dinámica de Empleo e Innovación evalúa indicadores del sector manufacturero argentino. Según el estudio, el 60 % de esas empresas realizó alguna actividad innovativa. Los sectores destacados y su impacto en el empleo.
Agencia TSS – Los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) y Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEYSS) presentaron la primera Encuesta Nacional de Dinámica de Empleo e Innovación (ENDEI). Se trata de un estudio cuali-cuantitativo que evaluó 650 variables relativas a las dinámicas de innovación y empleo en 3.691 empresas manufactureras de diez o más empleados entre los años 2010 y 2012. Algunos aspectos relevados fueron las inversiones en I+D, la generación de empleo, la gestión de los recursos humanos y el nivel de innovación alcanzado.
Los datos obtenidos se organizaron según el tamaño de las organizaciones participantes y el sector y tipo de actividad, “un elemento fundamental para el desarrollo de políticas públicas al que pocas veces se le da la suficiente importancia”, dijo Mario Cimoli, director de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), uno de los organismos asesores en este relevamiento, del que también participaron especialistas de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).
Para el estudio –que llevó alrededor de cinco años de trabajo desde la firma del convenio de colaboración entre los dos ministerios– se consideró como empresas innovativas a aquellas que “realizaron esfuerzos de innovación más allá de los resultados obtenidos”, mientras que entre las innovadoras se incluyó a las que sí obtuvieron resultados concretos. Con respecto al concepto de innovación, fue definido como “un fenómeno colectivo en el que participan y se relacionan diferentes agentes económicos y sociales, y no como el resultado de los comportamientos individuales de firmas aisladas”.
Casi la totalidad de las empresas innovativas obtuvo algún resultado a partir de los esfuerzos de innovación realizados en el periodo estudiado (94 %). Este grupo de innovadoras representa más de la mitad (56 %) de las empresas manufactureras de la Argentina. Con respecto al rubro de actividad, según la ENDEI el más innovador fue el sector farmacéutico (82 %), seguido por química y petroquímica (71 %), material eléctrico, aparatos electrónicos, radio y TV (69 %) y automotriz, industria naval y equipo ferroviario (67 %). Por el contrario, los complejos productivos con menor tasa de innovación fueron el textil y el de madera y muebles.
En cuanto a los resultados, cerca de 40 % de las innovadoras logró con sus esfuerzos innovaciones en productos, procesos de producción, organizacionales y comercialización. Un porcentaje menor (32 %) mejoró o introdujo un nuevo proceso y producto, un 11 % realizó solo innovaciones de producto y un 2% solo organizacionales.
El sector farmacéutico también fue el que más invirtió en lo que fue definido como “Actividades de Innovación” (AI) por el estudio: este sector invirtió en AI un 4,3 % sobre ventas totales (sumando acciones de I+D internas y de diseño industrial e ingeniería). En esta variable, le siguieron las industrias del sector de caucho y plástico (2,96 %), maquinaria y equipo (2,28 %) y papel y edición (2 %).
En cuanto al tipo de AI implementada, la más elegida fue la inversión en maquinaria y equipo. Las empresas medianas fueron las que más optaron por esta alternativa. Le siguieron las actividades internas de I+D, que si bien registraron las tasas más altas en las grandes firmas, fueron mayores en las pequeñas organizaciones que en las medianas.
“Esta encuesta pone el dedo en la llaga”, dijo Cimoli en referencia a los datos sectoriales que aporta el estudio, puesto que considera que no tener en cuenta las actividades innovativas en las políticas públicas “es uno de los temas fundamentales que llevan a las contradicciones más fuertes que tenemos a nivel regional: que no tenemos una productividad y una diversificación que sostengan la inclusión social”.
“Las empresas grandes explican el 72 % de la inversión en innovación (en el sector manufacturero). En parte, eso tiene que ver con la escala económica que tienen esas empresas”, dijo durante la presentación de la ENDEI Gustavo Arber, director nacional de Información Científica del MINCYT. Y agregó que todas las empresas protegen sus innovaciones: “Las más pequeñas suelen usar mecanismos informales, mientras que las más grandes combinan mecanismos formales, entre los cuales el uso de patentes sigue siendo relativamente bajo, con el uso de marcas, diseños y contratos de exclusividad”.
Innovación y generación de empleo
“La innovación es clave para el aumento de la productividad y la competitividad”, aseguró durante la presentación Lucía Tumini, del Observatorio de Empleo y Dinámica empresarial del MTEYSS, y destacó que “en el centro del proceso innovativo está el empleo, como insumo o como resultado”.
Al respecto, de los datos obtenidos en la ENDEI se desprende que, independientemente del tamaño de la empresa, las más innovativas fueron las que generaron mayor empleo (que también fue mejor pago). Así, la tasa de creación de empleo en las innovativas versus las no innovativas fue, en las Pymes, del 14 % y del 6 %; en las medianas, del 9 % y 2 %; y en las grandes, del 7 % y -6 %, respectivamente.
Como estrategia adoptada frente a la demanda de nuevas calificaciones generadas por la innovación, más del 70 % de las empresas optó por reconvertir al personal existente. Un 62 % promovió el ingreso de nuevo personal calificado, casi la mitad incorporó personal y lo capacitó y solamente un 10 % reemplazó trabajadores. En cuanto a las temáticas más requeridas en las capacitaciones, se destacaron los temas relativos a higiene y seguridad en el trabajo, seguidos por actualización para el uso de herramientas, métodos de aseguramiento de calidad y actualización de procedimientos.
Si bien las ventajas de ser innovadoras o innovativas parecen claras para las empresas, lo cierto es que este proceso también presenta dificultades, que no todas están capacitadas para superar. A nivel interno, la principal preocupación que mencionaron las industrias consultadas fueron los altos costos asociados a las actividades de innovación, seguida por la falta de personal calificado en la empresa, la excesiva longitud del período de retorno de la inversión y la limitada capacidad productiva. En cuanto a los factores externos que dificultan la innovación, el más mencionado fue la incertidumbre económica y financiera, que estaría afectando a casi la mitad de las empresas manufactureras, seguido por las dificultades para importar bienes de capital, el alto costo y los obstáculos en el acceso al financiamiento para la innovación, y la incertidumbre jurídica.
Prueba y error
“La mejor opción en política de innovación es la experimentación. Probar y generar capacidades analíticas y de evaluación. La región tiene un desafío de escalamiento de capacidades”, afirmó Pablo Angelelli, especialista senior en la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y se refirió a la brecha que existe entre los países de América Latina y los denominados países desarrollados en diversos factores como la inversión en I+D con respecto al PBI (que, excepto en Brasil, en el resto de América Latina no supera el uno por ciento, mientras que en países como Corea se invierte más del 4 % y en otros esta proporción supera el 8 %), la cantidad de investigadores por habitantes (a nivel regional es de tres por cada 1000, mientras que en países más desarrollados es de ocho por cada 1000), así como en la inversión en los recursos humanos. Para la realización de la ENDEI, el BID otorgó un financiamiento de alrededor de 500 mil dólares destinados al relevamiento de casos, mediante un convenio con la Organización Iberoamericana de Seguridad Social.
“Cuando vamos a buscar las causas de esa brecha, aparecen fallas sistémicas que tienen que ver el funcionamiento de los mercados, pero también con cómo se articulan los distintos actores que son parte de los sistemas nacionales de innovación”, afirmó Angelelli, aunque aclaró que “no tenemos que cometer el error de pensar una receta única en el diseño de políticas públicas”.
En el caso particular de la Argentina, el especialista valoró las políticas tecnológicas que se han desarrollado durante los últimos años y subrayó que hubo un aprendizaje importante que permite avanzar sobre medidas de promoción más complejas, pero advirtió que “el aprendizaje no tiene que quedar en el sector público. Hay que hacer un esfuerzo deliberado para que el sector privado pueda conocer y aprender a usar las herramientas de promoción. No hay que perder de vista el adecuado equilibrio entre los esfuerzos por el lado de la oferta y por el lado de la demanda”.
Producción con inclusión: entre Keynes y Schumpeter
Al cierre de la presentación, Cimoli destacó la importancia del sector manufacturero, entre otras cosas, para la creación de empleo calificado y mejor pago, y advirtió que si Estados Unidos “quiere hacer una política industrial fuertemente concentrada en la manufactura avanzada para sostener la inclusión social y la distribución del ingreso, eso quiere decir que no solo le prestamos atención nosotros, sino que es un tema importantísimo”.
Por eso el especialista de la CEPAL consideró valioso el aporte de este relevamiento, en tanto analiza los sectores industriales con más potencial para crecer. Y se preguntó si es preferible seguir un modelo keynesiano donde estimular la demanda puede resultar insuficiente si un país no tiene forma de atenderla. En ese caso, consideró, tal vez convendría adoptar un modelo que favoreciera el desarrollo industrial como primera medida o, dicho de otro modo, generar primero las capacidades productivas y la diversificación necesarias para sostener la inclusión social.
Al respecto, reveló que esa es una de las cuestiones que evalúa la CEPAL actualmente en el análisis de las posibilidades de desarrollo para América Latina y propone ampliar el debate sobre estas cuestiones de política económica regional. “¿Es más importante ser keynesiano y aumentar el gasto público y la demanda efectiva o, primeramente, ser schumpeteriano y construir capacidades sectoriales?”, cuestionó Cimoli.
21 jul 2015
Temas: BID, CEPAL, Empleo, Encuestas, ENDEI, Innovación, Manufactura, MINCyT, Trabajo