El otro campo: agro y dictadura

La historiadora Cecilia Gárgano realizó una tesis doctoral sobre los cambios en el INTA durante la última dictadura. Parte de su trabajo derivó, además, en un documental que cuenta el pasado y el presente de la primera cooperativa agropecuaria del país.

Nadia Luna  
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Agencia TSS – La dictadura encabezada por Juan Carlos Onganía que tuvo lugar en la Argentina entre 1966 y 1970 desencadenó acontecimientos críticos para diversos sectores de la población: desde levantamientos populares hasta episodios represivos como la Noche de los Bastones Largos y el Cordobazo. Pero también otros no tan conocidos, como el cierre, en 1966, de 11 ingenios azucareros de la provincia de Tucumán, que dejaron a una gran cantidad de trabajadores desocupados.

Sin embargo, los exempleados de uno de esos ingenios, el Bella Vista, situado en Famaillá, no se quedaron de brazos cruzados y transformaron la mala noticia en un logro inédito: crearon la Cooperativa Trabajadores Unidos Campo de Herrera, la primera cooperativa agropecuaria de trabajo de la Argentina. Para esto, contaron con la asistencia de un grupo de técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que cumplieron un rol fundamental en la vida de la cooperativa hasta que, en 1974, en vísperas de la dictadura más cruenta del país, fueron perseguidos y encarcelados.

A pesar de los vaivenes políticos y económicos del país, y gracias al trabajo incansable de varias generaciones de trabajadores, la cooperativa sigue en pie y su historia formó parte de la tesis doctoral de Cecilia Gárgano, doctora en Historia por la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Su tesis motivó la firma de un convenio entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el INTA, que se propone ampliar la investigación sobre los organismos de ciencia y técnica argentinos durante la última dictadura cívico-militar. Y, como subproducto de esa investigación realizada entre 2010 y 2014, decidió contar la historia y los desafíos de la cooperativa a través de la realización de un documental, “El otro campo” (ver trailer), que se presentó el martes 19 de abril en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC).

“Llegué a la historia de la cooperativa a través de las entrevistas que fui haciendo para mi tesis doctoral sobre las consecuencias que sufrió el INTA durante la última dictadura. Me interesaba retratar la forma de vida de la cooperativa y los conflictos que atravesaron a lo largo de su historia, pero con la idea de que esto llegase no solo a quienes son lectores de producciones académicas, sino que tuviese una difusión más amplia. En parte, también, porque no me alcanzaba el medio escrito para transmitir lo que yo sentía estando ahí”, le dijo Gárgano a TSS. El mediometraje fue realizado con apoyo del INTA y la producción de Cactus Cine.

El rol del INTA, en particular de la Estación Experimental Famaillá, resultó crucial porque fue la institución que intercedió para que se permitiera la conformación de la cooperativa. Sobre la situación actual de Campo Herrera, Gárgano señala: “Hay una problemática que tiene que ver con la situación de los cañeros en particular y de los agricultores familiares en general, que están bastante marginados de un modelo productivo que privilegia a los grandes terratenientes y la exportación, antes que a la producción de este tipo. Pero subsisten con la idea que tienen: que la cooperativa se siga sosteniendo de generación en generación”.

Gárgano también es compiladora de un libro que fue presentado en el marco del Día Nacional de la Memoria, el pasado 24 de marzo, titulado “Ciencia en dictadura: trayectorias, agendas de investigación y políticas represivas en Argentina (1976-1983)”. Además de su tesis, el libro incluye trabajos de diversos investigadores sobre la situación de diversas instituciones de ciencia y tecnología durante la última dictadura.

«Hay una problemática que tiene que ver con la situación de los cañeros en particular y de los agricultores familiares en
general», dice Gárgano.

“Una de las cosas que pudimos ver es que hay un patrón extendido entre lo que pasó en los diversos ámbitos de investigación, marcado por la persecución a los trabajadores debido a sus ideas políticas, pero que también afectó a las principales líneas de investigación. También impactó sobre las discusiones que se estaban produciendo en los años previos, que ponían en cuestión para qué y para quién producir ciencia y tecnología”, sostiene la historiadora. “Por ejemplo, en el INTA, se venía hablando de expandir el trabajo de extensión a través de la llegada al territorio. Esto es algo que durante la dictadura se interrumpió y se redireccionó hacia sectores más concentrados, con lo que se perdió capacidad de llegada a las comunidades rurales”, agrega.

La proyección del documental es abierta y está organizada por la Cátedra de Estudios Agrarios Horacio Giberti, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Con posterioridad a la proyección habrá una mesa debate, de la que participarán Hebe Vessuri (antropóloga y  partícipe de la experiencia), María Isabel Tort (Cátedra Giberti – INTA), Valeria Mutuberría (CCC) y la autora.