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Agencia TSS – En medio de anuncios sobre licitaciones récord de instalaciones de energías renovables –recientemente se anunciaron 147 proyectos por 4466 megawatts– pasó algo más desapercibido un fuerte recorte en el Ministerio de Energía y Minería, que el año pasado recibió 152.454 millones de pesos, y que pasará a contar, según lo previsto en la Ley de Presupuesto 2018, con 99.725 millones de pesos. La reducción presupuestaria impacta en los gastos en personal, que si bien aumentan de 819 a 930 millones de pesos, lo hacen por debajo de la inflación.

Una de las primeras víctimas visibles de este recorte fueron los trabajadores del call center de este ministerio, que ayer por la mañana fueron recibidos por un cordón policial. Pese a la amenaza de represión, los trabajadores lograron ingresar al edificio en protesta por la medida. Los despidos se habían anunciado por nota a los sindicatos ATE y UPCN el día martes, y un día después, por correo electrónico, al resto de los empleados del ministerio.

El área estaba dedicada a atender los reclamos de los usuarios por cortes de energía eléctrica del área metropolitana de Buenos Aires, para luego remitir los pedidos de cuadrillas de emergencia a las empresas prestadoras. Este servicio es muy importante en casos como el de los usuarios electrodependientes y lo brindaba este ministerio porque el suministro de energía eléctrica es un servicio público garantizado por el Estado.

En el centro de atención trabajaban 208 empleados que recibían 500.000 llamadas por año. Sin embargo, según los funcionarios del Ministerio de Energía, podría funcionar en forma ideal con 62 empleados. Asimismo, fuentes de la cartera  que prefirieron no revelar su identidad afirmaron que ya no se prestará asistencia a las empresas, que a partir de ahora deberán atender de manera directa a los usuarios, tal como establece el contrato de concesión.

Matías Covelli, delegado gremial y uno de los despedidos, dijo en conversación con TSS: «El call center ya no brindará el soporte a las distribuidoras y el usuario solo se va a poder comunicar con las empresas de energía eléctrica o con el ente regulador (ENRE), que tiene 10 personas para eso, así que difícilmente van a atender todos los reclamos».

Tras una negociación entre funcionarios y los trabajadores que habían tomado el edificio, el conflicto finalmente se destrabó mediante un acuerdo entre las partes, por el cual 128 de los desvinculados tendrán una capacitación obligatoria y paga durante tres meses para luego buscar su inserción en los centros de atención del ENRE, de Edenor, Edesur o de Fideicomisos Nación. Los otros 12 empleados que habían sido despedidos eran delegados sindicales, por lo que mantendrán sus puestos de trabajo gracias a su inmunidad gremial. Todo esto fue prometido de palabra por el subsecretario de Coordinación Administrativa del Ministerio de Energía y Minería, el ex Deutsche Bank Marcelo Blanco, y a última hora de ayer debía firmarse el acuerdo.

«El sector del call center está muy precarizado», dijo Covelli. Y agregó: «El 90% de los compañeros están precarizados, contratados bajo la figura de asistencia técnica. Entonces, lo que hicieron fue no renovar los contratos, por eso no hay telegramas, indemnizaciones, ni nada». Según el plan de dotación óptima elaborado por consultoras privadas a pedido del Ministerio de Modernización, el Ministerio de Energía y Minería debería despedir a 400 empleados de cara al año que viene.