CITEDEF desarrolla pilas de combustible a hidrógeno para llevar energía a lugares aislados y utilizarlas durante desastres naturales. Instalaron una en base Esperanza, en la Antártida, y trabajan en un prototipo de baja potencia.
Agencia TSS – El Departamento de Investigación y Desarrollo en Energías Renovables (DIDER), del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), presentó sus pilas de combustible PEM (por las siglas en inglés de membrana de intercambio protónico) a hidrógeno durante la exposición Defensa de la Industria. Se trata de un tipo de generador eléctrico que toma oxígeno del aire y lo hace reaccionar con hidrógeno, uno de los elementos más abundantes del universo, para convertirlo en agua y electricidad. El sistema tiene un aspecto similar a una batería de auto y es tan silencioso como ella. Produce un tipo de energía limpia, ya que su único subproducto es agua pura, y se espera que en el futuro pueda ser un sustituto de los grupos electrógenos ruidosos y contaminantes que se usan actualmente.
Una de las ventajas de este sistema es que no tiene partes móviles, por lo que se expone a un desgaste muy bajo y se puede usar en forma continua. “Hemos utilizado un equipo de este tipo durante alrededor de 7000 horas, sin interrupciones”, le dijo a TSS Juan Franco, director del DIDER.
El desarrollo de las pilas de combustible dista de ser algo nuevo, y el principio de su funcionamiento fue descubierto a mediados del siglo XIX. Con la crisis del petróleo a principios de la década de los setenta, se recuperó el interés en esta tecnología y se financiaron investigaciones que lograron reducir su costo. El mayor inconveniente desde el punto de vista económico era que las pilas de combustible requerían el uso de platino y por eso eran muy costosas. Pero, actualmente, este material se usa en cantidades cada vez más reducidas, con lo que prácticamente no representan un problema en cuanto a costos. Desde hace muchos años se utilizan pilas de combustible a hidrógeno en misiones espaciales, ya que el agua que producen puede ser consumida por los astronautas.
El laboratorio del CITEDEF comenzó a trabajar con pilas de combustible en el año 2004. Franco explica que “las pilas de combustible que utilizamos actualmente tienen el inconveniente de que están formadas de células obtenidas a partir de una membrana polimérica. A partir de ella, el catalizador se ‘envenena’ cuando trabaja con dióxido de carbono y para evitarlo hay que usar hidrógeno de una pureza muy elevada”.
Actualmente, el grupo liderado por Franco está trabajando en prototipos de baja potencia, de aproximadamente 100 watts, y tienen una pila de combustible funcionando en la base Esperanza de la Antártida desde 2006, con el doble objetivo de analizar su rendimiento y suplir una pequeña parte de las necesidades energéticas de la base antártica.
El hidrógeno que requiere la pila puede ser producido a partir de un electrolizador que se alimenta de energía eléctrica y agua. Luego se lo envasa en garrafas y se lo puede almacenar o trasladar de forma similar al gas envasado.
El CITEDEF se encuentra investigando estas tecnologías debido a la necesidad de energía en entornos aislados, como parte de los requerimientos que surgen de la cartera de Defensa. Franco explica que “para un regimiento, es estratégico en cuanto a la logística poder tener energía eléctrica en cualquier lugar. También es un desarrollo relevante en casos de accidentes o catástrofes naturales donde haya necesidad de, por ejemplo, hacer funcionar equipos que purifiquen agua”.