TICs para un “gobierno abierto”

La tecnología crea nuevas formas de participación ciudadana, facilita la transparencia en la gestión de los gobiernos y el acceso a información del sector público. La opinión de un especialista y los casos de Rafaela y Morón.

Federico Rey  
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Las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) transformaron para siempre los vínculos sociales. Las telecomunicaciones e Internet materializan hoy nuevas formas de intervención pública y nuevos roles para ciudadanos y gobernantes que pueden ayudar a fortalecer el sistema democrático.

El economista y politólogo Oscar Oszlak entiende que el concepto de “gobierno abierto” abre el camino hacia una novedosa tendencia de estimular las prácticas políticas. De esta manera, gobierno abierto resume aquellas prácticas que tienen por objetivo estimular en la ciudadanía un rol activo en la resolución de sus demandas, gracias a la implementación de herramientas tecnológicas que faciliten el diálogo con el sector público.

“Las TICs abren hoy la posibilidad de establecer un diálogo directo entre los ciudadanos y sus representantes. Existe actualmente una demanda creciente por la apertura de la caja negra del Estado y el acceso a los repositorios de información pública”. A su vez, explica Oszlak “las organizaciones sociales se multiplican y plantean su derecho a ser escuchados por las autoridades y a que éstas les respondan,  las consideren como interlocutores válidos y coprotagonistas de la gestión pública”. Las TICs, concluye el politólogo, no son más que “el vehículo que posibilita esta transformación cultural y cumplen un rol insustituible en este proceso”.

En principio, las nuevas tecnologías se abrieron paso en la agenda de los Estados para agilizar los mecanismos burocráticos y para facilitar la resolución de trámites a los vecinos. Los procesos de “despapelización”, digitalización junto con el desarrollo de sitios web fueron algunas de las herramientas que prepararon el terreno para la implementación de acciones ligadas al gobierno abierto.

Ejemplos de estas acciones pueden encontrarse en la localidad de Rafaela, en Santa Fe, que desde el 2005 desarrolló una página web que permite la realización online de trámites referidos a Patentamiento y Derecho de Registro de Inspección. Además, la intendencia implementa el programa de inclusión digital «La ciudad en tu barrio», que busca descentralizar funciones y servicios municipales, facilitar el acceso a todo tipo de trámite online con la administración pública (nacional y provincial) y capacitar en el uso de herramientas informáticas. Para ello, el municipio dispone de 30 Centros Tecnológicos Barriales (CTB) ubicados en las sedes vecinales de los barrios de Rafaela, que cuentan con computadoras con acceso a Internet, impresora y facilitadores o capacitadores para responder a las demandas de los vecinos del sector.

Discrecionalidad cero

No es casual que sean gobernaciones locales las que se desatacan en la implementación de este tipo de acciones. Según Oszlak, la razón es muy simple: “Responde al principio de una democracia de proximidad, es decir, al hecho de que es en los municipios, en primer lugar, y en el nivel provincial, en segundo término, donde la relación entre Estado y ciudadanía se produce en forma directa”.

Una de las premisas del gobierno abierto es la decisión política del Estado de comunicar sus acciones y garantizar el acceso a cualquier tipo de información. En 2003, el Poder Ejecutivo Nacional firmó el decreto 1172 que reglamenta el acceso a la información pública y fija las condiciones en que este debe responder a las demandas de la comunidad.

En este sentido, el municipio de Morón, en la provincia de Buenos Aires, lleva adelante desde 2005 un programa conocido como «Discrecionalidad cero» orientado a la provisión de información pública. En el marco de esta iniciativa, se diseñó una web interactiva donde se publican las declaraciones juradas de los funcionarios y las audiencias de los integrantes del equipo de gobierno, entre otras informaciones. Además, los vecinos pueden acceder a la nómina de los trabajadores municipales con el sueldo que perciben, el presupuesto anual e informes de ejecución de recursos y gastos.

Para Oszlak, la propuesta de un Estado abierto debe servir para superar el lugar clásico del usuario como consumidor y del Estado como prestador de servicios: “En esta nueva concepción el ciudadano puede intervenir en la gestación y discusión de las políticas públicas, en la coproducción de bienes y servicios públicos o en el seguimiento, control y evaluación de las políticas públicas. Y estos roles puede desempeñarlos sin mediaciones, a través de las TICs”.

Algunos ejemplos dados por Oszlak son la votación online de proyectos sometidos a la consideración pública, el control de precios en supermercados, el patrullaje nocturno en los barrios o el control de actos de corrupción.

En Rafaela, cada uno de los 38 barrios de la ciudad, a través de las comisiones vecinales, elaboran de manera colaborativa hasta el 10 por ciento del presupuesto local. De esta forma se brinda la posibilidad a los ciudadanos de elegir aquellas obras que considera prioritarias.

También Morón ha incursionado en el presupuesto participativo. Allí, los mayores de 12 años que viven, trabajan o estudian en Morón proponen ideas y seleccionan los proyectos dirigidos a resolver las necesidades priorizadas por los vecinos. En 2013, el monto participado es de 4,4 millones de pesos y será distribuido en las distintas regiones de la localidad según la cantidad de habitantes y un índice de necesidades básicas insatisfechas.

Actualmente, Oszlak trabaja en un libro a partir de encuestas realizadas por el Gobierno nacional. Las mismas reflejan que, en una alta proporción –más del 90 por ciento– la intervención pública es reconocida favorablemente. Sin embargo, los que efectivamente participan son muy pocos. Del total, un 50 por ciento interviene en comunidades religiosas, otro porcentaje muy alto en cooperativas escolares y muy pocos en partidos políticos. Entre las razones, la mayoría dice que es por falta de tiempo.

“Para avanzar en este terreno habrá que hacer un esfuerzo enorme, tanto desde el lado del Estado como desde la sociedad. Se va a avanzar poco a poco, es un problema de instalación de una nueva cultura y la tecnología abre una gran posibilidad”, confía el especialista.


28 oct 2013

Temas: Gobierno abierto, Morón, Rafaela, TICs