El ARSAT 1 fue transportado desde Bariloche hacia la Guayana Francesa para su lanzamiento. Será el primer satélite diseñado íntegramente en el país para prestar servicios de telecomunicaciones a todo el territorio argentino.
El satélite argentino de telecomunicaciones ARSAT 1 ya está en camino hacia la base aeroespacial de la Guayana Francesa, desde donde será lanzado el 16 de octubre desde el centro espacial de Kourou. Este primer satélite geoestacionario argentino prestará servicios a todo el territorio argentino –incluido el sector antártico argentino y las Islas Malvinas–, desde 36.000 kilómetros de distancia de la tierra. Ocupará la posición de 72 grados de longitud oeste sobre el ecuador terrestre, una de las dos posiciones asignadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones –organismo de Naciones Unidas– para los satélites argentinos. La segunda posición –81 grados de longitud oeste– será ocupada por el ARSAT 2, que ya está en construcción y que espera ser puesto en órbita en el segundo trimestre de 2015. De esta manera, la Argentina se posiciona como uno de los 8 países que posee este tipo de tecnología.
Desde Bariloche despidieron al avión de carga ucraniano Antonov, que cargó al satélite geoestacionario de telecomunicaciones diseñado, ensamblado e integrado por la empresa INVAP, principal contratista. Puesto en funciones, el ARSAT 1 ofrecerá servicios de telefonía IP –integra comunicación de voz y de datos–, televisión TDH –Televisión Directa al Hogar–, e internet a todo el territorio argentino. A la par del hito tecnológico, Diego Hurtado, secretario de Innovación y Transferencia de la UNSAM, subrayó las capacidades organizacionales demostradas en la generación de conocimiento y producción de tecnología de punta.
“Hay que destacar lo que podría llamarse tecnología social, que tiene que ver con manejar patrones de organización de alta complejidad, si se tiene en cuenta que en este proyecto intervinieron más de cien empresas e instituciones públicas de investigación y desarrollo. La capacidad organizacional en las tecnologías de punta capital intensiva –donde se necesitan altas inversiones– es tan importante y crucial como disponer de la propia tecnología”, afirma el especialista.
Será el cohete Ariane 5, propiedad de la compañía francesa Arianespace, el responsable de propulsar el 16 de octubre al ARSAT 1 y dejarlo a 250 kilómetros, desde donde comenzará a ser operado desde la Estación Terrena Benavidez de la empresa estatal ARSAT, que lo guiará hasta su posición orbital a 36.000 kilómetros de altura sobre el nivel del mar. Después de un poco más de un mes de maniobras y pruebas empezará el satélite comenzará a prestar servicios.
“Este logro tecnológico mayor que coloca a la Argentina en un grupo selecto de ocho países que poseen la tecnología de satélites de telecomunicaciones se inserta en un proceso incremental de adquisición de tecnología en el área espacial con el que el país se acerca a una situación ideal de autonomía tecnológica en el campo de la tecnología espacial”, comenta Diego Hurtado.
El satélite pesa inicialmente 3 toneladas, aunque aproximadamente la mitad de su peso se debe al combustible. El 80 por ciento de este combustible será utilizado para posicionar al satélite en su órbita geoestacionaria, donde se desplegará los paneles solares de 16 metros de longitud por tres de altura, diseñados para alimentar la electrónica. El 20 por ciento restante del combustible inicial será consumido a lo largo de los 15 años estimados de vida útil para ajustes de su posición.
“El ARSAT 1 es signo de maduración de un proceso que comenzó hace poco más de diez años y que apunta a transformar la matriz productiva argentina, porque el tipo de tecnologías que utiliza el sector espacial puede después ser utilizada en otros sectores de la economía. Esto nos pone en un umbral que casi nos obliga a ser optimistas”, concluye Hurtado.
02 sep 2014
Temas: ARSAT, ARSAT-1, Satélites, Telecomunicaciones